martes, 25 de diciembre de 2018

CASTELLÓN DEL MORO



CIRCULAR: PISCIFACTORIA DEL BOROSA, CERRÁ DEL ELÍAS, HUELGA NIDILLO, ARROYO DEL TEJO, LANCHA DE LOS PINOS, CASTELLÓN DEL MORO, ARROYO Y PIEDRA DE LA HORADADA, ARROYO DE LAS GRACEAS, PISCIFACTORÍA DEL BOROSA.






   Desde la cima del Castellón del Moro, bajo cientos de buitres y rodeado por un mar de árboles, quiero presentar esta ruta que hice durante mis vacaciones navideñas de 2.018.

SINOPSIS DE LA RUTA.-
                                           - Salí del aparcamiento de la piscifactoría del Río Borosa, por su buena pista, como tantas veces habré hecho, ascendiendo suavemente al rumor de las aguas del río cercano, pasando por lugares tan emblemáticos como la desembocadura del Arroyo de la Graceas, los sinclinares de los caracolillos, la Cerrá de Elias, la Cerrá de Puente de Piedra, hasta llegar a Huelga Nidillo.

 Poco antes de llegar a Huelga Nidillo cogí a la derecha una senda difícil de ver, que transcurre por el Arroyo del Tejo y que me subirá hasta La Lancha de los Pinos. Siguiendo con cuidado de no perder la senda llego a la parte alta de la Loma de la Horadada y hago un escarceo hacia unas piedras que a la derecha me llamaban la atención en dirección Norte. Tras volver retomo la senda ya con el Castellón del Moro cercano y al conectar con el carril que baja hacia la Casa Forestal del Pecho de la Instancias, la cruzo, al igual que el Arroyo de la Oradá, para desde aquí ir en linea recta y en fuerte subida por trochas entre pinos hacia la cima del Castellón del Moro.

 En la cima mientras admiraba el inmenso bosque de su alrededor y las conocidas siluetas de las Sierras circundantes, decidí almorzar. Durante el almuerzo empezaron a acudir una enorme cantidad de buitres volando sobre mí, algunos pasando muy cerca, hasta el punto de que llegaron a intimidarme. Fue todo un espectáculo.

  Al bajar de la cima casi por el mismo lugar de la subida y tras pasar de nuevo el Arroyo de la Oradá, seguí por lo alto de una lomilla y a poco me encontré con la sorprendente Piedra Horadada. Me quedé boquiabierto, tanto que fotografié todos sus ángulos y perspectivas posibles.

 Continué cruzando de nuevo el Arroyo de la Oradá para ascender un pequeño tramo hasta dar con la pista que me llevaría tomando a la derecha hasta el cruce del Pecho de las Instancias en el que me encuentro con la magnífica pista que viene de la Caseta Forestal de la Fresnedillas. Cojo de nuevo a la derecha hacia el Puente de los Caracolillos, pero  un poco antes de llegar, tomo a la izquierda en bajada por el entorno de lo que fuera el Cortijo del Robledillo, hasta llegar al Arroyo de las Graceas que llevo viendo desde hace un buen rato. Bajo al lado del Arroyo por su margen derecha hacia el Río Borosa, y desde ahí de nuevo por la pista por la que subí de mañana, hacia el lugar de partida.

 En resumen, esta ruta me ha llevado a una zona que deseaba mucho conocer, pero que la bellísima ruta del Borosa siempre acababa por aplazar su visita. Me voy muy satisfecho y sobre todo con muchas ganas de volver con los compañeros del club, que por estar inmersos en la campaña de aceituna no pudieron acompañarme. Esperando que les guste, a continuación les he preparado un suculento reportaje. Saludos.





 MIÉRCOLES 26 DE DICIEMBRE DE 2.018.





   Llegando a los Pliegues sinclinares junto al Puente de los Caracolillos, zona de gran valor geológico.




  Caminando por la pista, vemos arriba de frente esos picos que preceden al Castellón del Moro,que ese encuentra detrás de ellos.




   El Borosa, siempre será para mi el río que pinta.





   Y llego  a la pintoresca pasarela de la Cerrá de Elias.




  La pasarela coincide con la zona más estrecha de la Cerrá de Elias.




 Este puente pone el punto final a la bellísima Cerrá de Elias.




  Al dejar unos cientos de metros atrás la Cerrá vemos a la derecha este picacho por encima de unos farallones. Se trata de la parte Norte de la Loma de la Horadada, que luego mostraré desde arriba.




Un nuevo puente sobre el Río Borosa.




   El aire puro, el trinar de las aves y el pincel y rumor del río, son mis compañeros mientras subo relajadamente por la senda.




    A punto de llegar a la Cerrá de Puente de Piedra veo arriba en el centro El Puntal de las Cabras.




   En la otra bellísima cerrada de este espectacular Borosa. La Cerrá de Puente de Piedra.




   Auxiliador covachón el de la derecha, mientras paso por la imponente cerrada.







   Y al final de esta nueva cerrada nos encontramos con la Fuente de Huelga Nidillo.




   Al llegar a Huelga Nidillo que dejo a la izquierda, tomé a la derecha por este sendero difícil de apreciar si no estás atento.




  La senda me sube en principio llevando el Arroyo del Tejo a mi derecha.




   Arriba  voy viendo la parte Este de la Lancha de Los Pinos.




   La vegetación autóctona lucha por reivindicar su lugar con los pinos invasores. 




   Poco a poco hacia el Este vamos viendo buena parte de la gran Cuerda de las Banderillas.




   Los pinos no saben si son invasores o no. Este ejemplar lo que sabe es crecer y crecer con la salud que se le ve.




   Ya hace un rato que vengo subiendo pegado al Arroyo del Tejo, por su otra margen. Pero aquí la senda lo abandona para ir ahora en dirección Oeste, atravesando las lomas de la Lancha de los Pinos a media altura.




  En el centro, por encima de las copas de los pinos, aparece el Calarejo de los Nevazos (1.558m).




   Y al llegar a la Loma de la Horadada, veo de frente el gran objetivo de la jornada, El Castellón del Moro (1.257 m).




   Siguiendo la cresta de la loma me voy atraído hacia el poyo que vemos cercano en el centro de la foto. Me parece ver un distinto pollo oteando mientras recibe el calor del sol matutino.




    Se trata de un buen pollo de Buitre, posado sobre otro pétreo y también volador poyo.


   A mi buitre

 Este buitre voraz de ceño torvo
que me devora las entrañas fiero
y es mi único constante compañero
labra mis penas con su pico corvo.

El día en que le toque el postrer sorbo
apurar de mi negra sangre, quiero
que me dejéis con él solo y señero
un momento, sin nadie como estorbo.

Pues quiero, triunfo haciendo mi agonía
mientras él mi último despojo traga,
sorprender en sus ojos la sombría

mirada al ver la suerte que le amaga
sin esta presa en que satisfacía
el hambre atroz que nunca se le apaga.

      Miguel de Unamuno.




 Arriba el afilado Calarejo de los Villares (1.617 m).




     Los Calarejos de los Villares y de los Nevazos me traen muy buenos recuerdos. Un Sábado 19 de Octubre de 2.013 les hicimos una fenomenal visita. Os paso el enlace por si queréis conocer la zona y sus magníficas vistas: https://losescuderossenderismo.blogspot.com/2013/10/calarejos-de-los-villares-y-de-los.html




   Arriba vemos el Cinto de los Frailes que corresponde a la parte meridional de la alargada Cuerda de las Banderillas.




   Vista del Valle del Borosa con la Sierra de las Villas arriba al fondo.




   En primer término la loma de la Piedra de los Hornos (1.117 m) que se va elevando hacia la derecha hacia la Lancha de Pilatos cerca del salto de Los Órganos. Por encima más lejano vemos el Cinto de las Higueras que une el Castellón del Haza de Arriba que aparece en la izquierda con el Picón del Haza que está a la derecha y que no aparece en la foto.




   Vista de la parte alta de la Loma de Horadada conforme me acerco al poyo del Buitre.




  Abajo la zona en sombra corresponde a la Cerrá de Puente de Piedra.




   Y hasta aquí llegué en mi excursión facultativa a este poyo. La vegetación me impedía seguir.




      Pero antes de volver a la senda no podía faltar esta mirada hacia el Cinto de las Higueras en el que ahora si aparece uno de mis poyos favoritos, la montaña corazón. Se trata del Picón del Haza (1.504 m) que aparece en la derecha.




   De vuelta a la senda me hago un auto-retrato con el Castellón del Moro a mi izquierda.




  Nueva perspectiva de la Loma de Horadada con su sobresaliente poyo a la derecha.




  El objetivo está cerca la senda me bajará hacia el Arroyo de la Oradá. Tras pasar el arroyo acometeré la subida lo más recto posible trocheando por los pinares.




  Por aquí voy paralelo a la linea eléctrica que viene de la central, situada por debajo del Cinto de las Higueras. Sigue hacia el Raso del Tejar, El Cantalar y Arroyo Frío.




   Bajando hacia el arroyo me encuentro a media ladera con unas caprichosas piedras erosionadas.




  Una mirada atrás para ver estas piedras de la Loma de Horadada, que se extiende a la derecha ganando altura hacia el Cerro de Majá Izquierdo.




   Viendo estas atractivas rocas, es evidente que nuestro escultor Erosión anduvo por aquí y les puedo adelantar, que un poco más abajo exhibe una de sus más excelsas creaciones. Tras bajar de la cima la visitaré.




   Cruzando esta senda que creo que baja desde la lejana Calarilla y que luego retomaré un poco más abajo.




   Ladera final de la ascensión al Castellón del Moro.




   Intento no perder la orientación mientras asciendo por el espeso pinar.







   Nunca  había visto tantos buitres juntos. Aquí no aparecen ni el 10 % de los que estaban planeando por encima de mí.




   Rendija que parte la cima. Tras pasarla tomaré a la derecha que es la parte más alta. y por dónde se sube cómodamente.




  Con esta foto comienzo desde la cima a ofrecer sus vistas alrededor, en una vuelta muy completa hacia la izquierda.

 En la tupida y primera cuerda el Cerro de la Lobera (1.109 m), con El Pardal (1.580 m) por encima en la cuerda más lejana de la Sierra de las Villas. A su derecha destaca Peña Corba (1.559 m).




Vistas al Oeste. En el centro vemos como un pequeño cortafuegos que asciende El Raso del Tejar (1.140 m). Por ahí va la linea eléctrica que vimos antes.




   Menuda masa forestal se extiende alrededor de este Castellón del Moro. Aquí vemos el extenso valle de Guadahornillos con la Loma de la Carrasca en el centro y a su izquierda más elevado el Poyo del Calvario (1.520 m).




   Y los buitres deben tener aquí su tranquilo paraíso. Lo digo por la gran cantidad que había planeando.




   Al fondo, un poco a la izquierda del centro creo que aparece el Cerrillo del Piornal.




  Vistas al Sur, con la parte alta del Valle del Arroyo de las Graceas subiendo hacia Los Voladeros del Campanario, el Collado de las Hazadillas y la Calarilla de la Cuerda de los Alcañetes.




   En el centro-izquierda el Cerro Majá Izquierdo (1.626 m).




   Parte alta de la Loma de Horadada. Al fondo en el centro vemos Los Charcones que corresponde a la parte oriental de la Cuerda de la Nieve.




   Detalle en el centro-derecha del  Castellón del Haza de Arriba (1.529 m), más arriba la Cuerda de Las Banderillas.







   En primer término la parte baja de la Loma de Horadada y arriba el imponente macizo de la Cuerda de las Banderillas, en la zona del Cinto de los Frailes.







  El Calarejo de los Villares en el centro con su inseparable Calarejo de los Nevazos a su derecha.




   Acercando las ruinas del Cortijo de los Villares.




   Acercando la Piedra Horadada para la que ya mismo voy.




   Al fondo las altas cumbres de la Sierra de las Villas.




   Y con estas vistas al Oeste, cerramos la completa vuelta panorámica que nos ofrece este agraciado promontorio que es el Castellón del Moro.


 

   Como ya veíamos a lo lejos el Castellón del Moro está partido en dos, este es el poyo Sur.




   La brecha que separa este pico vista desde la cima que corresponde a su poyo norte.




Abajo aparece la pista que viene de la Casa Forestal de la Fresnedilla. Un Poco a su izquierda se pueden ver las ruinas de la Casa Forestal del Pecho de las Instancias. Muy cerca se este lugar me dejará el carril que tomaré tras visitar la Piedra Horadada.




   Lugar por el que he descendido y por el que cruzo el Barranco de la Oradá.




   Bajando un poco por el barranco tomo levemente a la derecha para...




   llegar a esta loma donde me aparece...




   la Piedra Horadada, que me está dejando alucinado.




   Una de las obras cumbres de nuestro escultor Erosión.




   Como ven tiene varios agujeros.







   Esta perspectiva es sorprendente.




   Por el gran agujero al fondo vemos la zona de la Sierra de las Villas que va desde el Blanquillo al Pedro Miguel y el Morrón del Cerezo.




   El Castellón del Moro bastante cercano aparece arriba en la izquierda.




 A la izquierda de mi codo derecho se ve el carril por el que continuaré.







  "Lo blando es más fuerte que lo duro; el agua es más fuerte que la roca, el amor es más fuerte que la violencia"   (Hermann Hesse)





   Roca

 Roca redonda
y caliente
tallada de viento
y caracolas de mar.

Roca de musgo
moldeada en tu hueco
por la piel
del agua salada.

Cosquilleame
con la fuerza
que desprende a una hoja,
con la fuerza que trae
la palabra recién escrita,
con el olor a vainilla
que desprende
la arboleda poderosa de mi alma,
ahora desvanecida, debilitada...

             AZULNOCHE.




   Tras pasar el Barranco de la Oradá cojo a la derecha este carril.




   Un lugar tranquilo y apartado tiene en esta Loma de la Horadada el artista Erosión para seguir creando.




   "Quiero ver ventanas de esperanza en ti roca, no como esas otras ventanas que siempre abiertas están ya al ocaso"
                                 (Quinrri)







   Me gustaría volver a este lugar y verlo envuelto de un manto de nieve.




   Abajo a la derecha se encuentra oculta la Cerrá de Elías.




   El carril va tomando poco a poco hacia la izquierda, girando más de 180º sobre la Cuerda del Castellón del Moro.




   No puedo dejar de mirar hacia atrás. Sublime y bellísimo lugar sobre el Barranco de la Oradá.










  Roca que atraes al hombre, volveré para introducirme erguido en tus entrañas por la translúcida ventana de la esperanza.
                                       (Quinrri)




   A la derecha blanquean las casas de la Loma de María Ángela y un poco más lejano el Hotel de La Hortizuela. La Sierra de las Villas al fondo.




   Mirando atrás, las perspectivas van cambiando conforme el carril va girando.




   Tras una curva, nos aparecen de frente estos poyos de la zona Norte de la Cuerda del Castellón del Moro.




   En primer término vemos verdear los prados en dónde se asentara el Cortijo de Guindas, que dominaba el valle del Borosa.




   Las plantas trepadoras se funden a estos pinos en busca de la luz. Ellas sí tienen claro quién es su Dios verdadero, El Sol.




  Tupida mescolanza de vegetación entre autóctona e implantada.







   Nueva perspectiva de Los Calarejos.




  Arriba a la derecha, vemos ahora los farallones de la parte Suroeste de la Cuerda del Castellón del Moro.




   Y aquí es dónde conecta el carril con la pista que tomaré a la derecha, (centro de la foto) en dirección al Puente de los Caracolillos.




  Al cruzar la pista me encuentro con este solar que era dónde estaba la Casa Forestal Pecho de las Instancias. Desde aquí se domina el Valle del Arroyo de las Truchas o Graceas.




  Loma del Raso del Tejar.




   Una mirada hacia atrás de la pista por la que bajo disfrutando a tope.







  Los farallones al norte del Castellón del Moro se ven entre los pinos.




  Bajando observo un cordel de roca, que seguro me va a venir muy bien para fotografiar todo el valle.







  Abajo se ve el Arroyo de las Truchas, por el que pienso bajar hacia la pista del Borosa y que cogeré un poco más abajo.




   Y arriba, dominante, el señor de los bosques, El Castellón del Moro.




   Un poquito más cerca.




   En primer lugar el Valle del Arroyo de las Truchas, que recibe a la derecha el agua del Arroyo de Guadahornillos desde el lejano Cerrillo del Piornal, Los Poyos de Guadahornillos y La Calarilla que vemos al fondo. De la parte izquierda recibe el agua del Arroyo de las Craceas.




   Menudo mirador me he buscado.




   Parte final del Valle del Arroyo de las Truchas.







  Cómo se goza andando por un buen camino que además te ofrece tan fabulosas vistas.










  Por aquí dejo la pista para tomar a la izquierda, en bajada hacia lo que fuera el Cortijo del Robledillo y seguido al Arroyo de las Truchas.







  Noble arboleda en torno a lo que fuera el Cortijo del Robledillo.




  Zona de lo fue la cortijada.




   Y aquí cojo el Arroyo de las Truchas hacia el Borosa,







  Un gigante caido.




   A lo lejos el Castellón del Moro.




   Gran afluente tiene el Río Borosa con este caudaloso Arroyo de las Truchas, y eso que estamos en sequía.




   Gran remate de ruta bajando al lado de estas impolutas aguas.







  Al fondo ya se vislumbra la pista del Borosa.




   Terapéutica poza.




   Gran lugar para conectar con las corrientes telúricas del universo.







   El Arroyo de las Truchas se entrega al Río Borosa.




   Puente sobre el Borosa.




   Y este Río Borosa siempre con el pincel presto.




 Canto, río, con tus aguas:
De piedra, los que no lloran.
De piedra, los que no lloran.
De piedra, los que no lloran.

Yo nunca seré de piedra.
Lloraré cuando haga falta.
Lloraré cuando haga falta.
Lloraré cuando haga falta.

Canto, río, con tus aguas:

De piedra, los que no gritan.
De piedra, los que no ríen.
De piedra, los que no cantan.

Yo nunca seré de piedra.
Gritaré cuando haga falta.
Reiré cuando haga falta.
Cantaré cuando haga falta.

Canto, río, con tus aguas:

Espada, como tú, río.
Como tú también, espada.
También, como tú, yo, espada.

Espada, como tú, río.
blandiendo al son de tus aguas:

De piedra, los que no lloran.
De piedra, los que no gritan.
De piedra, los que no ríen.
De piedra, los que no cantan.

    Rafael Alberti.




  Y poco antes de llegar a la piscifactoría le muestro la Fuente de los Astilleros. Tiene muy poco caudal para la época que estamos. La sequía empieza a ser preocupante.



Longitud del trazado: 22'6 km.

Duración: 8 horas y 45 minutos, con relajadas paradas y comida.

Grado de Dificultad: Media-Alta

Agua: Llevar.