CIRCULAR PISCIFACTORÍA BOROSA, CALAREJOS DE LOS VILLARES, DE LOS NEVAZOS, VADO DE HUELGA NIDILLO.
Desde la cumbre del Calarejo de Los Villares, el CD SENDERISTA "LOS ESCUDEROS" DE RUS, os ofrece esta circular que nunca mejor dicho nos ha salido redonda.
El once que para la ocasión presenta el Club es desde la izquierda: Lucio, Gran Muflón, Jabalí, Laricio, Chaparro, Zorro Ártico, Calígine, Chotillo, Nogal, Águila Real y Córvido Carcávico.
SÁBADO 19 DE OCTUBRE DE 2013.
Esta ruta que hemos preparado como adaptación a la que queremos hacer la próxima semana a Las Banderillas, ha resultado ser una macroruta, una de las grandes aventuras de este joven Club.
Subir desde la senda que hay a unos 100 m a la izquierda del aparcamiento de la piscifactoría del Borosa, ha sido transportarnos a la época de esplendor de esta privilegiada loma. Los numerosos madroños nos ofrecían sus frutos y cuando llegamos a las ruinas de la aldea de Los Villares, sentimos que aquella gente que vivió allí, tuviera que dejar aquel paraiso.
Al dejar la aldea retomamos la senda PR-A-192 que sube a Las Banderillas, pasando por una zona achortalada de juncos dónde hay que tener cuidado de no perder la vereda. Como nuestro objetivo son hoy los Calarejos, nada más atravesar el juncal, tomamos la primera trocha despejada que vimos a la izquierda, para en fuerte ascensión ir subiendo hacia el Calarejo de Los Villares. En la subida desayunamos, con unas vistas impagables.
En la cumbre del Calarejo de Los Villares estuvimos un buen rato divisando el espectacular paisaje que se nos ofrecía. Es lamentable la situación en que se encuentra la caseta .
A continuación descendimos hasta el Collado de la Cierva, desde donde atacamos en fácil y leve subida el segundo objetivo, el Calarejo de los Nevazos. En la cima las vistas seguían siendo bellísimas, destacando el collado de Roblehondo, inicio del Tranco del Perro, única vía de la zona para salvar el imponente macizo de la cuerda de Las Banderillas.
Seguidamente fuimos bajando buscando hasta coger la senda que dejamos allá por Los Villares, la PR-A-192 y que ya por ella y tras pasar un cortijo en ruinas, siguiendo hacia abajo una manguera de agua, dimos con el cortijo habitado de la Huelga de las Sabinas y desde el que ya no perdimos la senda que baja en gran desnivel y zigzagueando hasta el vado de Huelga Nidillo, dónde almorzamos. De aquí por la pista del Borosa, por la Cerrá de Elías hasta el punto de partida.
En resumen una genial y deseada ruta por una de las lomas más privilegiadas del Parque, con unas vistas al principio algo difuminadas por las brumas matinales, pero que la fuerza del sol fue levantando para ir ofreciéndose cada vez con mayor nitidez, los que nos vino muy bien para explicar la ruta que queremos hacer el próximo fin de semana, LA SUBIDA Y BAJADA AL BANDERILLAS. Saludos y hasta pronto.
En la cumbre del Calarejo de Los Villares estuvimos un buen rato divisando el espectacular paisaje que se nos ofrecía. Es lamentable la situación en que se encuentra la caseta .
A continuación descendimos hasta el Collado de la Cierva, desde donde atacamos en fácil y leve subida el segundo objetivo, el Calarejo de los Nevazos. En la cima las vistas seguían siendo bellísimas, destacando el collado de Roblehondo, inicio del Tranco del Perro, única vía de la zona para salvar el imponente macizo de la cuerda de Las Banderillas.
Seguidamente fuimos bajando buscando hasta coger la senda que dejamos allá por Los Villares, la PR-A-192 y que ya por ella y tras pasar un cortijo en ruinas, siguiendo hacia abajo una manguera de agua, dimos con el cortijo habitado de la Huelga de las Sabinas y desde el que ya no perdimos la senda que baja en gran desnivel y zigzagueando hasta el vado de Huelga Nidillo, dónde almorzamos. De aquí por la pista del Borosa, por la Cerrá de Elías hasta el punto de partida.
En resumen una genial y deseada ruta por una de las lomas más privilegiadas del Parque, con unas vistas al principio algo difuminadas por las brumas matinales, pero que la fuerza del sol fue levantando para ir ofreciéndose cada vez con mayor nitidez, los que nos vino muy bien para explicar la ruta que queremos hacer el próximo fin de semana, LA SUBIDA Y BAJADA AL BANDERILLAS. Saludos y hasta pronto.
Subiendo por la cuesta del Tapaero por la senda PR-A-192 que sale a mano izquierda a unos 100 m conforme subes por la pista del río Borosa.
Los madroños que son muy numerosos están en su punto.
Nogal que hoy vuelve ya que lo hace cada vez que su trabajo se lo permite, nos muestra esta selección.
Córvido Carcávico con las casas de La Loma de Maria Angela detrás, difusas por las brumas.
El grupo estimulado por los madroños ha cogido un gran ritmo por esta preciosa senda.
Vamos ganando altura y profundidad en las vistas. La loma del centro que divide los valles del Borosa y del Arroyo de La Gracea o de las Truchas es la del Castellón del Moro (1.257 m) que vemos en la parte superior izquierda. La pista que se ve es la que sale a la derecha del Puente de los Caracolillos conforme se sube la pista del Borosa. Esta pista llega hasta Linarejos.
La silueta del Castellón de Los Villares eleva nuestra ilusión como se elevan las brumas.
Llegamos hasta este promontorio de las ruinas de la antigua aldea de Los Villares.
Primera oficial del día en la que la granate nos saca a todos así de propios. Incluso Águila Real aún mantiene un buen color de cara, que nos es reflejo de su chaquetón rojo. Al fondo la parte Sur del Calarejo de Los Villares.
Entre las ruinas de la aldea nos dirigimos desconcertados hacia una cabra que parece que nos está hablando a voces.
Un sólido trío este compuesto por Lucio, Córvido Carcávico y Zorro Ártico.
Lucio observa esta vista que nos ofrece casi toda la parte oriental del Calarejo de los Villares.
Pero si es nuestra vieja conocida Nacha "La Coqueta" que hizo con nosotros la ruta "RÍO BOROSA Y SUS CASCADAS". Cuando comenzó la charlatana Ignacia a hablarnos, los del grupo que no la conocían no podían estar más asombrados. Nos comentó entre lágrimas que su amado Doroteo nunca volvió al Picón del Haza y que andaba loca sin saber que había sido de él.
Nos dijo que la última vez que lo vieron fue cuando recibieron por la zona a Labordeta el de "España en una mochila" al que le gustaba mucho la caldereta.
Adios desgraciada Nacha adios.
Nos dijo que la última vez que lo vieron fue cuando recibieron por la zona a Labordeta el de "España en una mochila" al que le gustaba mucho la caldereta.
Adios desgraciada Nacha adios.
Nogal demuestra una gran habilidad para observar. Se encontró la carcasa de una granada de la guerra civil española. Si la guerra llegó hasta aquí es que no dejó indiferente a ningún españolit@.
A ver si nos dejamos de fabricar estos horribles artefactos y utilizamos las latas para meter una buena fabada, para comerla todos juntos alrededor de una conciliadora lumbre. Es mucho más lo que nos une que los que nos separa, apostemos por lo primero.
Que los únicos disparos o cañonazos sean los que las habichuelas provocan al ser digeridas, para a ver si de una vez por todas, somos capaces de matarnos de risa.
A poco de salir de la aldea nos encontramos con este achortalado juncal que puede provocar que perdamos la senda. En el árbol dónde vienen los rezagados se puede observar la señal de la senda PR=Pequeño Recorrido
Córvido Carcávico que hoy tiene a la granate cansá, posa con la cortijada de la Tiná de Los Villares a su derecha.
En el horizonte se observa el Calarejo de Los Nevazos, salpicado de rocas de la cuerda de Las Banderillas que ya comienza a verse.
No llegamos al cortijo de la Tiná. Nada mas pasar el juncal abandonamos la senda para tomar a la izquierda trocha arriba.
A Córvido le ha debido de encantar la zona, lleva a la granate al rojo vivo. Aquí lo vemos posando de nuevo en medio un poco de todo, de la ascensión, de los Calarejos, que están separados por el Collado de La Cierva que vemos en el centro.
Arriba Las Banderillas continúan mostrándose.
Vamos subiendo y las vistas hacia el Sur son cada vez más extensas. En el centro observamos La Loma de Oradá que se une a la Cuerda de Los Alcañetes que está justo detrás.
En la lejanía el Aguilón del Loco nos saluda con toda la cuerda de Los Agrios y Rayal y la Sierra de Cazorla con el Gilillo bien definido a su derecha.
La foto es espectacular, estamos preguntando el precio de este restaurante para desayunar.
LLegamos rápidamente a un acuerdo, aunque les puedo asegurar que es carísimo.
Lugar ideal para La Cabra Montés.
Nuestro veterano compañero Águila Real anda hoy algo alicortado. Dice que no marcha bien y que no entiende lo que le pasa. Le dedicamos esta genial foto por como supo sufrir, con un sacrificio fuera de lo común.
Voladora cresta que subiendo nos acompañaba siempre a nuestra izquierda.
Comienzan las vistas al otro lado de la cresta con el cortafuegos que viene de Coto-Ríos atravesando esta larga loma.
Al fondo parte de la Sierra de Las Villas. Desde la derecha el Morro del Cerezo, Peña Corva y El Pardal.
Jabalí ha elegido de fondo la zona alta de la Sierra de Las Villas, con el Blanquillo como techo.
El incansable Lucio nos marca el tramo final de la subida.
Segunda oficial del día. Ya tenemos otra cumbre, esta del Calarejo de los Villares es diferente como todas.
La perspectiva ha cambiado de sentido. Tantas veces que habíamos visto la silueta de esta cresta desde el Puerto de Las Palomas, que vemos al fondo en el centro. Ahora han cambiado las tornas y viendo esta cresta voladora desde esta cima, dan ganas de aristearla y soñar despierto que vuelas con las alas de los sueños.
Lo que mejor se conserva en este malogrado refugio es este cuadro dónde aparecen Águila Real, Nogal, Zorro Ártico y Gran Muflón.
El valle del Arroyo de Los Villares.
En primer término el Calarejo de Los Nevazos (1.552 m), en el centro aparece el Picón del Haza y en lo más alto y lejano Las Empanadas y La Sierra de La Cabrilla.
Lastima que esta caseta esté tan deteriorada, porque está tan integrada en el paisaje, que parece parte de la cima.
Lo que me llama la atención es que ha cambiado la imagen del cuadro, ahora aparecen Chotillo y otros compañeros. ¿Se tratará de un marco digital?
De aquí nadie se quiere ir y mientras tanto las oficiales se suceden. Nogal no es que no esté integrado en el grupo, es que no quería tapar a la montaña corazón El Picón del Haza.
Nogal da para mucho y aquí con su actitud, logra esta subrealista imagen.
La sin par cima del Calarejo de Los Villares (1.617 m)
"Los sueños son la ventana a los deseos más profundos del alma" (Anónimo)
Córvido Carcávico posa con vistas al Norte. De cerca a lejos se pueden distinguir el Castellón de los Toros, El Majal Alto, Peña Amusgo y El Yelmo.
Lucio y Calígine con el valle del Arroyo de La Campana y el embalse del Tranco detrás. En el centro se aprecia la Piedra del Mulón.
Zorro Ártico derrocha compañerismo, siempre está dispuesto a ofrecerse al grupo. Aquí vemos como lo conduce hacia el Collado de La Cierva.
Al mirar a nuestra izquierda bajando, Lucio y Córvido Carcávico quisieron recordar la subida al Castellón de los Toros (1.477 m), que aparece sobre sus cabezas, por encima del Alto de la Campana (1.327 m).
Sobre el Castellón, La Morra de Las Hormigas (1.603 m) y un poco a la derecha La Molata (1.628 m) y la parte Sur de los Miradores de Juan León.
En el centro El Puntal de Los Blanquizales (1.435 m), y a la derecha el Cinto de Viñuela con las paredes altas del banderillas arriba.
Por el suave Collado de La Cierva es un auténtico placer caminar.
Con los Escuderos nunca caminarás solo. Es encomiable la labor solidaria de Gran Muflón, con respecto a su compañero Águila Real. Desde que advirtió que tenía problemas no lo ha dejado ni un momento.
Arriba la cumbre ya subida.
Gran cuerda, gran corazón, grande grande, Gran Muflón.
Reagrupamiento y descanso antes de subir al segundo objetivo que tan cerca se observa arriba.
El Gran Calarejo de los Villares casi no cabe en la foto hecha desde su hermano de Los Nevazos. Por encima las vistas son cada vez más nítidas, apreciándose bastante bien El Pardal, Peña Corva y La Morra del Cerezo de la Sierra de Las Villas.
Una cumbre más El Calarejo de los Nevazos (1.558 m)
El Tranco del Perro, paso obligado para la subida a Las Banderillas.
Zorro Ártico y Chaparro en un saludo muy taurino, desde la cima con vistas al Sur.
Silencio se mira hacia el Sur. Vamos a homenajear la poesía bucólica y quién mejor para ello, que el poeta pastor Miguel Hernández.
Pastoril
Junto al río transparente
que el astro rubio colora
y riza el aura naciente
llora Leda la pastora.
que el astro rubio colora
y riza el aura naciente
llora Leda la pastora.
De amarga hiel es su llanto.
¿Qué llora la pastorcilla?
¿Qué pan, qué gran quebranto
puso blanca su mejilla?
¿Qué llora la pastorcilla?
¿Qué pan, qué gran quebranto
puso blanca su mejilla?
¡Su pastor la ha abandonado!
A la ciudad se marchó
y solita la dejó
a la vera del ganado.
A la ciudad se marchó
y solita la dejó
a la vera del ganado.
¡Ya no comparte su choza
ni amamanta su cordero!
¡Ya no le dice: "Te quiero",
y llora y llora la moza!
ni amamanta su cordero!
¡Ya no le dice: "Te quiero",
y llora y llora la moza!
***
Decía que me quería
tu boca de fuego llena.
¡Mentira! –dice con pena!–
¡ay! ¿por qué me lo decía?
tu boca de fuego llena.
¡Mentira! –dice con pena!–
¡ay! ¿por qué me lo decía?
Yo que ciega te creí,
yo que abandoné mi tierra
para seguirte a tu sierra,
¡me veo dejada de ti!...
yo que abandoné mi tierra
para seguirte a tu sierra,
¡me veo dejada de ti!...
Junto al río transparente
que la noche va sombreando
y riza el aura de Oriente,
sigue la infeliz llorando.
que la noche va sombreando
y riza el aura de Oriente,
sigue la infeliz llorando.
***
Ya la tierna y blanca flor
no camina hacia la choza
cuando el sol la sierra roza
al lado de su pastor.
no camina hacia la choza
cuando el sol la sierra roza
al lado de su pastor.
Ahora va sola al barranco
y al llano y regresa sola,
marcha y vuelve triste y bola
tras de su rebaño blanco.
y al llano y regresa sola,
marcha y vuelve triste y bola
tras de su rebaño blanco.
¿Por qué, pastor descastado,
abandonas tu pastora
que sin ti llora y más llora
a la vera del ganado?
abandonas tu pastora
que sin ti llora y más llora
a la vera del ganado?
***
La noche viene corriendo
el azul cielo enlutado:
el río sigue pasando
y la pastora gimiendo.
el azul cielo enlutado:
el río sigue pasando
y la pastora gimiendo.
Mas cobra su antiguo brío,
y hermosamente serena,
sepulta su negra pena
entre las aguas del río.
y hermosamente serena,
sepulta su negra pena
entre las aguas del río.
..............................................
Reina un silencio sagrado...
¡Ya no llora la pastora!
¡Después parece que llora
llamándola, su ganado!
¡Ya no llora la pastora!
¡Después parece que llora
llamándola, su ganado!
Miguel Hernández
Chaparro y Chotillo procesan un gran cariño a las reinas del monte mediterráneo autóctono, Las Encinas. Estos dos ejemplares deben haber sido testigos de miles de anécdotas.
"Por fin amaneció. Avanzó la aurora como una flor de fuego y retrocedió lentamente la oscuridad. El cielo se aclaró y la abrumadora belleza del paisaje surgió ante sus ojos como un mundo recién nacido".
(Isabel Allende)
Gran Muflón nos anuncia la subida por el Collado de Roblehondo y del Tranco del Perro para la próxima semana, en la que nos vamos a marcar el reto de subir por ahí hasta las Banderillas, para realizar una circular desde la piscifactoría del Borosa, memorable.
En la falda de la bajada desde Los Nevazos, llegando al Collado de Roblehondo, nos encontramos esta joven Víbora.
Por Los Torcalillos encima de la senda que subíamos esta mañana, la PR-A-192.
Las vistas del reino de la montaña corazón, El Picón del Haza, se nos ofrecen desde este mirador sintiendo a cada paso sus telúricos latidos. Al caminar es como si activaramos una sinfonía de belleza captada por todos nuestros sentidos.
El Cinto de Los Frailes, El Puntal de las Cabras (1.649 m), El Castellón del Haza de Arriba (1.529 m), y el Picón del Haza (1.504 m) son la continuación de un enorme cinturón que viene del Norte desde el Recó del Aguamulas y que parece como si sujetaran a la bañera gigante de arriba, Los Campos de Hernán Perea, con montes cercanos a los 2000 m de altitud en la Cuerda de Las Banderillas.
El haber disfrutado de Los Torcalillos, nos obliga a improvisar para bajar a nuestra senda de inicio que tomaremos ahora en sentido contrario. Bajamos por esta torrentera.
Parece que vamos hacia la Ciudad Encantada de Cuenca.
Cortijo en ruinas llegando a Las Asomaicas.
Chotillo quiere reportaje. Aquí lo vemos con el Calarejo de Los Nevazos arriba.
Y con la Cuerda de las Banderillas de fondo. A la izquierda se perfila el Fraile de Las Banderillas.
Desde Las Asomaicas bajamos en busca de los cortijos que aún están habitados. Este creemos que es el de La Huelga de las Sabinas. La presencia de Zorro Ártico sirve como contraste a la manera de vivir aquí.
Restos de una perfecta era redonda, en desuso, ya que las labores agrícolas se limitan a pequeños huertos.
La mirada triste de este noble perro cautivó a nuestro fotógrafo y quiso tener un recuerdo de él con dos de sus amigas.
Llegamos a la casa de los pastores situada en la parte baja de la cortijada, alejada de los corrales del ganado bovino, caprino y algunos equinos para el transporte y quizás para algún que otro paseo inocente.
Seguimos por esta sinuosa y pendiente bajada que une estos cortijos y que nos llevará hasta el Vado de Huelga Nidillo.
Pasando por las ruinas del mítico Cortijo de Roblehondo, dónde El Castellón y El Picón ambos del Haza, parecen dos riñones que filtran lo que en la gran bañera de los extensos Campos de Hernán Perea va bajando por rios y arroyos, muchos de ellos subterráneos, como Aguas Negras, dónde nace el Borosa.
Eran dos, y se fueron juntos, decidieron por siempre ser uno. Vivieron de caricias que les regalaba el viento, pero ellos deseaban fundirse por muy cruel y efímero que fuera el mortal abrazo.
Esta monumental encina lejos de venirse abajo ante tanta soledad, está como reclamando el renacer de los viejos tiempos. En su sombra están guardados los recuerdos de este Cortijo.
Por los farallones altos de la Cerra del Puente de la Piedra.
La Gran Curva del Río Borosa, el río que todo lo que toca lo convierte en arte.
Y por fin el Vado de Huelga Nidillo, final de este pronunciado desnivel.
Entre el vado y la pista del Borosa nos decidimos por este restaurante, mezclándonos con la gran cantidad de visitantes que pasaban por la pista.
Pista abajo.
Lucio en La Cerrá del Puente de la Piedra.
En la Cerrá de Elías.
El Arroyo de Las Graceas dando sus aguas al Borosa.
Longitud del trazado: 21 Km.
Duración: 7 horas
Grado de Dificultad: Media.
Agua: Llevar.
Otro gran día de senderismo y convivencia con tan buena gente, fue simplemente un día extraordinario, por la ruta en si, por los paisajes y su dificultad en algunos casos, pero en especial por todos y cada uno de los miembros del club que, a pesar de mi tardanza en poder acompañaros, me hacéis sentir un eslabón más de esa maravillosa familia. Hoy desde Madrid veo éste reportaje de lo que aconteció la semana pasada y apenas a 5h de que comenceis la subida al Banderillas, ya me estoy arrepintiendo de de llegar con hora y acompañaros. Gracias por todo y buena suerte
ResponderEliminarSiempre caminamos para ofrecernos en todos los sentidos y tu memoria nos acompaña. Sabemos que tu trabajo te impide venir a menudo, por eso estos reportajes están pensados para que te sea más llevadera tu ausencia. Saludos madera noble de NOGAL.
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