CIRCULAR: PUERTO DE LA RAGUA, MORRÓN DE LAS TRES LINDES, REFUGIO, CHULLO, MORRÓN DE BAYÁRCAL, LAGUNILLA SECA, FUENTE DE LAS AGÜILLAS, LAS CHORRERAS, PUERTO DE LA RAGUA.
El CD Senderista "LOS ESCUDEROS" de Rus (Jaén) desde la cima del Chullo, les invita a seguir esta visual caminata por la loma más alta de la provincia de Almería.
SINOPSIS DE LA RUTA.-
-Salimos desde el Refugio del Puerto de la Ragua, ascendiendo por el cortafuegos que hay a su espalda, por la llamada Cañada Real del Castillejo, primero hasta el Morrón de las Tres Lindes y a partir de aquí la cañada va girando a la derecha en empinada pero cómoda subida hacía el Refugio del Chullo y seguido a su cumbre.
Tras recorrer con la mirada las inmensas vistas que esta cima suele ofrecer, seguimos por la cresta de la loma en dirección Este hasta el Morrón de Bayárcal con la visión repartida hacia el atractivo Cerro Almirez que veíamos de frente, las Sierras de Baza y Los Filabres a la izquierda y la de Gádor a nuestra derecha.
Seguidamente nos dejamos caer a campo través hacia la Lagunilla Seca que claramente veíamos verdear abajo. Allí iniciamos el regreso tomando a la izquierda por la senda del Cordel de los Verederos que a media ladera de la loma que habíamos andado por la cresta, nos lleva atravesando varios barrancos hasta llegar a la Fuente de las Agüillas. Después de refrescarnos continuamos la senda hacia un cortijo que veíamos un poco más abajo. A poco de dejar el cortijo a nuestra derecha conectamos con el Sulayr por el que atravesamos Las Chorreras que son unos preciosos barrancos cada uno con su torrentera.
Tras cruzar un primer cortafuegos llegamos al del inicio por el que bajamos al Refugio del Puerto de la Ragua, nuestro punto de partida.
En resumen, diremos que nos vamos encantados de haber realizado esta placentera y cómoda ruta por una de las lomas más altas de la península si exceptuamos la vecina Sierra Nevada y Los Pirineos. La sensación de andar por ella ha sido de satisfacción y libertad.
En espera que les guste nuestro humilde reportaje pasamos a mostrárselo con todo detalle:
Tras recorrer con la mirada las inmensas vistas que esta cima suele ofrecer, seguimos por la cresta de la loma en dirección Este hasta el Morrón de Bayárcal con la visión repartida hacia el atractivo Cerro Almirez que veíamos de frente, las Sierras de Baza y Los Filabres a la izquierda y la de Gádor a nuestra derecha.
Seguidamente nos dejamos caer a campo través hacia la Lagunilla Seca que claramente veíamos verdear abajo. Allí iniciamos el regreso tomando a la izquierda por la senda del Cordel de los Verederos que a media ladera de la loma que habíamos andado por la cresta, nos lleva atravesando varios barrancos hasta llegar a la Fuente de las Agüillas. Después de refrescarnos continuamos la senda hacia un cortijo que veíamos un poco más abajo. A poco de dejar el cortijo a nuestra derecha conectamos con el Sulayr por el que atravesamos Las Chorreras que son unos preciosos barrancos cada uno con su torrentera.
Tras cruzar un primer cortafuegos llegamos al del inicio por el que bajamos al Refugio del Puerto de la Ragua, nuestro punto de partida.
En resumen, diremos que nos vamos encantados de haber realizado esta placentera y cómoda ruta por una de las lomas más altas de la península si exceptuamos la vecina Sierra Nevada y Los Pirineos. La sensación de andar por ella ha sido de satisfacción y libertad.
En espera que les guste nuestro humilde reportaje pasamos a mostrárselo con todo detalle:
DOMINGO 14 DE MAYO DE 2017.
Por la mañana tomamos el pertinente café en la bonita localidad granadína de La Calahorra desde dónde iniciamos por carretera la subida al sinuoso Puerto de la Ragua.
Chaparro y Lobo nos muestran el cuidado castillo renacentista construido a principios del siglo XVI sobre los restos de una fortaleza árabe mucho más antigua.
Tras dejar el coche en el Refugio del Puerto de la Ragua (2.039 m) que vemos abajo, comenzamos la subida por este cortafuegos que coincide con la Cañada Real del Castillejo, por la que iremos hasta el Morrón de Bayárcal.
Llegando al Morroncillo de Fuente Fría (2.111 m) vemos El Chullo, nuestro gran objetivo arriba en el centro.
Conforme subimos miramos al Oeste y nos encontramos con esta nítida imagen. La carretera del Puerto de la Ragua divide la Sierra Nevada almeriense que es por donde iremos con la granadina que es la que vemos.
Desde la izquierda aparecen: El Morrón Sanjuanero (2.609 m), Morrón del Mediodía (2.754 m), Alto de San Juan (2.786 m), Peñón del Puerto (2.754 m), Cerro Pelao (3,182 m), Puntal de Juntillas (3.143 m), Picón de Jerez (3.088 m) y acabando en la derecha el Alto de Catifas (2.336 m).
Al llegar al Morrón de las Tres Lindes (2.219 m) que vemos en la izquierda seguimos a la derecha sin perder la senda de la Cañada del Castillejo.
Lo llaman de las Tres Lindes porque en el se juntan los términos granadinos de Ferreira y Dólar y el almeriense de Bayárcal.
Lo llaman de las Tres Lindes porque en el se juntan los términos granadinos de Ferreira y Dólar y el almeriense de Bayárcal.
Vistas al Nor-Oeste, en las que observamos como se extiende gran parte del altiplano granadino hacia la provincia de Jaén. Reconocemos la Sierra de Arana y a la derecha la inconfundible silueta de Sierra Mágina.
Desde la derecha: Lobo, Gran Muflón, Halcón Peregrino, Chaparro y Córvido Carcávico.
Primera oficial para presentar al quinteto de hoy. La foto está tomada desde unas rocas que en esta zona llamada de Los Asperones aparecen de vez en cuando.
Lobo nos muestra un vasto territorio hacia la Sierra Nevada granadina.
Seguimos entre piornos por la extensa meseta de Los Prados Altos.
Nos tiene cautivados lo que vemos en esta nítida estampa.
Córvido Carcávico nos muestra buena parte de lo andado. Abajo en el centro vemos asomar el castillo de La Calahorra y a su derecha se observa el mar de placas de una Central Térmica Solar que hasta hace un ratito parecía confundirse con un pantano o una gran charca.
Y llegamos al Refugio del Chullo situado en su ladera Oeste.
Desde el Refugio Gran Muflón nos muestra la ladera Oeste del Chullo desde la que comenzamos a ver como se van abriendo poco a poco las vistas hacia el Sur-Oeste.
Interior del austero refugio. Está poco acondicionado pero sus paredes techo y maderas se muestran sólidas.
Bajo nuestra estampa favorita vemos la carretera del Puerto de la Ragua que conecta El Ejido y Berja con Guadix.
Mas o menos sobre el centro vemos blanquear la localidad de Jerez del Marquesado que tan buenos recuerdos nos trae de nuestra primera visita a Sierra Nevada.
Coronando el Chullo a las 10 h y 10 minutos. Hemos tardado una hora y veinte minutos en subirlo tranquilamente. Pese a salir temprano no somos los primeros, ya había un colega amante de la fotografía disfrutando de las vistas matutinas.
Chaparro corona una nueva cumbre, esta vez haciendo sombra sobre el páramo.
Halcón Peregrino el inductor de la ruta con vistas a la Sierra Nevada granadína. Es un asiduo de esta zona. Nos dice que en invierno cuando está nevado, el entorno del Puerto de la Ragua es un buen lugar para disfrutar de la nieve con la familia si se quiere huir un poco de la masificación.
Al Norte vemos como se alza la Sierra de Baza, a la que tenemos muchas ganas de conocer.
A la derecha de la de Baza se extiende la Sierra de los Filabres cuya silueta tantas veces hemos visto en las películas rodadas cerca de su entorno.
La Sierra Nevada almeriense se extiende hacia el Este. Esta es la cresta hacia la que vamos. Al fondo vemos destacar el atractivo Cerro del Almirez.
Entre el Almirez y la Sierra de Gádor vemos el valle del río Andarax, autético eje de la Alpujarra almeriense.
Al fondo la Sierra de Gádor, un perfecto mirador para buscar las costas de Africa.
Y en estas vistas al Sur hacia Berja y Adra podemos observar como las nubes se funden con el mar Mediterráneo.
A la izquierda vemos parte de la zona de la Alpujarra Granadina.
Y al Oeste repetimos mirada hacia la bella estampa de la Sierra Nevada Granadina.
Oficial en la cima del Chullo gentileza de un colega fotógrafo que conocimos al llegar.
Oxigenados espacios, limpios, extensos y nítidos, gran sensación de libertad, grande, grande, Gran Muflón.
Dejamos atrás el Chullo (2.612 m) y nos vamos por la cresta en dirección Este.
En la cresta nos encontramos con estas rocas sueltas que son muy parecidas a las que encontramos cuando ascendimos al Mulhacén.
Una mirada hacia atrás.
Seguimos por la senda de la cresta que coincide con la Cañada Real del Castillejo, por la que vamos desde el inicio de la ruta.
Chaparro entre estas rocas que parecen metálicas.
Al fondo de nuevo la Sierra de Los Filabres, precedida de unos poblados cerros a tope de pinos con sus preventivos cortafuegos.
Al espectáculo sólo le faltaba la creación de nubes, que poco apoco se va incrementando.
En primer término la Loma de los Posterillos y al fondo La Sierra de la Contraviesa. Por detrás el Mar Mediterráneo del que vemos esporádicos trozos cuando las nubes no lo permiten.
Barranco del Arroyo Anchuelo en cuya margen izquierda esta enclavada la bonita localidad de Bayárcal.
Tras estos peñascos vemos como se extiende la Loma del Sestero Alto por cuya cresta trascurre la Cañada del Castillejo hacia el cerro que le da nombre que vemos repleto de pinos a la derecha. Al fondo la Sierra de Gádor.
Tras haber almorzado seguimos por la cresta con las nubes cada vez más numerosas.
Un Halcón Peregrino otea desde las metálicas rocas.
Chaparro da testimonio de que también tuvimos algunos ratitos para jugar y ensayar la puntería.
Siguiendo la cresta vemos a la derecha de un gran nevero alzarse el Morrón de Bayárcal (2.547 m)
Córvido Carcávico mientras mira hacia adelante, nos dice que siempre hay que tener en cuenta de donde se viene, lo que nada tiene que ver con vivir permanentemente en el pasado. Una buena memoria es el mejor pilar para edificar el futuro.
PLANETA INESPERADO
Planeta insólito,
inesperado hermoso,
un planeta tornasol.
Como en un abrir,
y cerrar de ojos
en un mágico segundo
de un mundo soñado.
Planeta ilimitado,
postulando en reclamo
de su espacio,
un trozo de mundo,
al borde del cielo
en la cúspide
del infinito.
Lejos muy lejos,
del mar
cerca muy cerca,
de la bóveda celeste
como un pañuelo,
que han zurcido
nubes que bajan,
y en los amaneceres
son algodones
entre crestas de montes.
Multicolor alfombra,
flotando en el vaivén
del tiempo.
Canción fascinante,
que se posa
sobre la copa
de los árboles
o en las cabelleras
esmeraldas
de las montañas
Carmen Mª Camacho Adarve.
Planeta insólito,
inesperado hermoso,
un planeta tornasol.
Como en un abrir,
y cerrar de ojos
en un mágico segundo
de un mundo soñado.
Planeta ilimitado,
postulando en reclamo
de su espacio,
un trozo de mundo,
al borde del cielo
en la cúspide
del infinito.
Lejos muy lejos,
del mar
cerca muy cerca,
de la bóveda celeste
como un pañuelo,
que han zurcido
nubes que bajan,
y en los amaneceres
son algodones
entre crestas de montes.
Multicolor alfombra,
flotando en el vaivén
del tiempo.
Canción fascinante,
que se posa
sobre la copa
de los árboles
o en las cabelleras
esmeraldas
de las montañas
Carmen Mª Camacho Adarve.
Un generoso Lobo nada feroz pasa por la loma del Chullo.
En primer término vemos como baja el valle del Río Izfalada hacia la localidad de Huéneja. Al fondo la Sierra de Baza.
La formación de las nubes nos tiene sobrecogidos, quizás en ellas habitan las musas de los poetas.
Ante esa mirada de Gran Muflón, nuestro cronista le suelta una de sus frases favoritas:
"El río es la vida que cada día baja de arriba, hacia la profundidad del mar, que no es la muerte"
(quinrri)
AMOR, AMOR, LAS NUBES.....
Amor, amor, las nubes a la torre del cielo
subieron como triunfantes lavanderas,
y todo ardió en azul, todo fue estrella:
el mar, la nave, el día se desterraron juntos.
Ven a ver los cerezos del agua constelada
y la clave redonda del rápido universo,
ven a tocar el fuego del azul instantáneo,
ven antes de que sus pétalos se consuman.
No hay aquí sino luz, cantidades, racimos,
espacio abierto por las virtudes del viento
hasta entregar los últimos secretos de la espuma.
Y entre tantos azules celestes, sumergidos,
se pierden nuestros ojos adivinando apenas
los poderes del aire, las llaves submarinas.
subieron como triunfantes lavanderas,
y todo ardió en azul, todo fue estrella:
el mar, la nave, el día se desterraron juntos.
Ven a ver los cerezos del agua constelada
y la clave redonda del rápido universo,
ven a tocar el fuego del azul instantáneo,
ven antes de que sus pétalos se consuman.
No hay aquí sino luz, cantidades, racimos,
espacio abierto por las virtudes del viento
hasta entregar los últimos secretos de la espuma.
Y entre tantos azules celestes, sumergidos,
se pierden nuestros ojos adivinando apenas
los poderes del aire, las llaves submarinas.
XXIV De Cien sonetos de amor, 1.959.
Pablo Neruda.
Quizás el carácter itinerante de las nubes sea el mismo que hace que el senderista siga siempre abriendo camino.
Tenemos ganas de nieve por lo que nos vamos en busca de ese gran nevero que vemos a la izquierda del Morrón de Bayárcal.
El Arroyo Anchuelo puede presumir de nacer de las Faldas del Chullo y el Morrón de Bayárcal.
Al fondo tras la Sierra de Contraviesa el mar y el cielo se funden en un mismo azul.
Disfrutando de este considerable nevero situado en la ladera Norte del Morrón de Bayárcal.
Para el fuerte calor que está haciendo en este Mayo, el hecho de que aún perdure este gran nevero ,es porque estamos a casi 2.600 metros de altura.
Tras dejar atrás el Morrón de Bayárcal nos encontramos con este otro Morro a continuación de su cara Este.
Nos da la sensación que tras estas enigmáticas piedras que conforman la cima de este nuevo Morro, se adivinan nuevas ilusiones.
Poco antes del gran nevero hemos dejado la senda de La Cañada del Castillejo y ahora vamos trocheando hacia la Lagunilla Seca que ya vemos. Al Norte se puede observar como estamos perpendiculares al valle del Río Izfalada que baja hacia Huéneja.
Córvido Carcávico nos saluda desde las piedras del nuevo Morro desde donde capta lo siguiente:
La Lagunilla Seca que parece un cráter.
A la derecha vemos como la Loma del Horcajo sube hacia el imponente Cerro Almirez (2.514 m).
Entre las lomas del Sestero Alto a la derecha y la gigantesca de Gabiarra a la izquierda, se forma el Río Paterna.
Lobo y Chaparro están formando un interesante dúo. Estos paisajes abonan la amistad.
Al fondo la Sierra de Gádor, que desde su atalaya ha visto pasar a todas las culturas venidas de oriente desde tiempos inmemoriales
Su máxima cota el Morrón de la Launilla alcanza los 2.244 metros de altura. Habrá que hacerle una visita cualquier día.
Gran Muflón aparte de mostrarnos la fabulosa Lagunilla Seca nos dice que al final de la Sierra de los Filabres está Mojácar a la que tan bien conoce.
La Lagunilla Seca hace honor a su nombre. Esperamos volver con la nieve de las cumbres llenándola al derretirse.
Al llegar a la laguna un grupo de ciclistas de Huéneja casi se la cuelan cuando venían de la fabulosa pista que desde el Puerto de la Ragua sigue tras pasar por aquí hacia la cara Sur del Cerro del Almirez.
Tras llegar a la Lagunilla Seca iniciamos el camino de regreso.
Y lo haremos por la Cañada de los Verederos. Arriba el Morrón de Bayárcal por el que hemos pasado hace un rato.
La vereda va a media ladera al norte de la cresta que anduvimos por la mañana. Ahora vamos en sentido contrario.
En el centro, fundido a la central solar, vemos el inconfundible Puntal del Toril (2.022 m)
Gran Muflón nos muestra arriba esta nueva silueta del Chullo.
Ahora a nuestra derecha conforme caminamos bajan varios barrancos que se van uniendo al de Dólar. Este creemos que es el Barranco del Lobo.
Arriba el Morrón de Bayárcal.
Caminar por esta senda es toda una gozada.
De las aguas que bajan de todos estos barrancos se forma el Río Izfalada, también llamado Huéneja.
La cresta ahora siempre a nuestra izquierda.
Poco a poco vamos dejando atrás la cima bicéfala del Cerro del Almirez y La Cumbre (2.489 m) que aparece ahora en mejor perspectiva a su izquierda.
Los ciclistas que vimos en la Lagunilla Seca van por delante. Vamos pisándoles los talones, para no bajarle la moral estamos reteniendo nuestro ritmo.
Al atravesar los barrancos como este de Dólar, vemos como nos echamos encima de los ciclistas, por lo que vamos controlando el ritmo para no pasarlos.
Parte alta del Barranco de Dólar.
Una mirada a la ladera por la que venimos.
Lobo nos dice que aunque el ciclismo es un deporte completísimo, adonde te transportan dos buenas botas casi no tiene límites.
El gran Barranco de Dólar desciende hacia Huéneja.
Cuando caminar por una senda es todo un placer si lo tomamos como un juego inocente.
Y para placer completo la sorpresa de habernos topado con la Fuente de las Agüillas.
Estupenda ruta la que nos ha preparado Halcón Peregrino.
Dejamos la fuente. Arriba a la derecha vemos de nuevo el Chullo.
Acompañados por el rumor del agua de la Fuente de las Agüillas vamos en dirección al Cortijo de los Bartolos con el Puntal del Toril al fondo.
Enorme la ladera norte del Chullo en la que aún quedan grandes neveros.
Una mirada de despedida hacia la ladera que venimos recorriendo por la agradable senda del Cordel de los Verederos.
Aquí vemos como se unen los barrancos que hemos atravesado al de Dólar.
Privilegiado enclave del Cortijo de los Bartolos.
Por esta zona el piornal se encuentra en su florida y primaveral eclosión.
Llegando a Las Chorreras a punto de conectar con el Sulayr GR-240.
Siempre es bueno saber a donde nos llevan los caminos.
El panel nos informa de dos confortables rutas a través del gran sendero Sulayr GR-240.
Chaparro exultante antes de encarar una de las partes más bonitas de esta ruta: Las Chorreras.
Una de las torrenteras que nos encontraremos en este gran recodo de Las Chorreras.
Las aguas van a parar a la Rambla del Castañar que baja hacia Dólar.
ROSA, POMPA, RISA.
Con la primavera
mis sueños se llenan
de rosas, lo mismo
que las escaleras
orilla del río.
Con la primavera
mis rosas se llenan
de pompas, lo mismo
que las torrenteras
orilla del río.
Con la primavera
mis pompas se llenan
de risas, lo mismo
que las ventoleras
orilla del río.
mis sueños se llenan
de rosas, lo mismo
que las escaleras
orilla del río.
Con la primavera
mis rosas se llenan
de pompas, lo mismo
que las torrenteras
orilla del río.
Con la primavera
mis pompas se llenan
de risas, lo mismo
que las ventoleras
orilla del río.
J.R. Jiménez.
Rambla del Castañar.
Esta nueva chorrera baja de las mismas entrañas del Chullo.
No es normal ver tan receptivo a Gran Muflón como en esta ruta.
EL RÍO Y EL ARROYO.
Naciendo uno de ella al par
El otro en remoto suelo,
Un río y un arroyuelo
Llegaban juntos al mar.
En ancho cauce y profundo
Turbio corría el primero;
Estrecho, claro y somero
Deslizábase el segundo.
Huyendo la muchedumbre
Y de un niño en compañía,
Un hombre a dar acudía
Su paseo de costumbre.
Este rato de solaz
Aprovechóle en correr,
Hizo gana de beber
Y beber quiso el rapaz.
Díjole el padre: «No ves
Que estás en sudor bañado?
Reposa un tanto a mi lado
Para que bebas después».
El muchacho obedeció,
Que era de condición buena,
Y sentándose en la arena
A refrescarse esperó.
Como está impaciente, muda
Una y otra vez de asiento,
Mas parándose un momento,
Formal expone una duda:
«Por qué será, padre mío,
Esto que siempre reparo?:
¿Cómo está el arroyo claro
Y no lo está nunca el río?.»
«Hijo, allí cerca del mar
Nace puro el arroyuelo,
Y nada encuentra en el suelo
Con que se pueda enturbiar;
Si hallare casualmente
Tierra que enturbiarle deba,
Nunca a los mares la lleva
Su escasa y débil corriente.
Viene de lejanas tierras
Este río caudaloso
Y por terreno fangoso
Y por montes y por sierras.
Y pasa por las ciudades
Cuya inmundicia, hijo mío,
Enturbia el agua del río
Como el alma sus maldades.
Y más la orilla dilata
Y cada vez más potente,
Su irresistible corriente
Todo al pasar lo arrebata.
Enturbiado éste y profundo,
Claro y no profundo aquél,
Nos presenta un cuadro fiel
De lo que pasa en el mundo:
El que apacible y serena
Busca sencilla la vida,
¿Habrá cosa que le impida
Hallarla dichosa y buena?
Mas sintiendo la inquietud
De alguna grande pasión
Peligra en el corazón
La ventura y la virtud.
No olvides nunca, hijo mío,
Que es difícil, te lo juro,
Ser como el arroyo puro
Y ser grande como el río.»
Un río y un arroyuelo
Llegaban juntos al mar.
En ancho cauce y profundo
Turbio corría el primero;
Estrecho, claro y somero
Deslizábase el segundo.
Huyendo la muchedumbre
Y de un niño en compañía,
Un hombre a dar acudía
Su paseo de costumbre.
Este rato de solaz
Aprovechóle en correr,
Hizo gana de beber
Y beber quiso el rapaz.
Díjole el padre: «No ves
Que estás en sudor bañado?
Reposa un tanto a mi lado
Para que bebas después».
El muchacho obedeció,
Que era de condición buena,
Y sentándose en la arena
A refrescarse esperó.
Como está impaciente, muda
Una y otra vez de asiento,
Mas parándose un momento,
Formal expone una duda:
«Por qué será, padre mío,
Esto que siempre reparo?:
¿Cómo está el arroyo claro
Y no lo está nunca el río?.»
«Hijo, allí cerca del mar
Nace puro el arroyuelo,
Y nada encuentra en el suelo
Con que se pueda enturbiar;
Si hallare casualmente
Tierra que enturbiarle deba,
Nunca a los mares la lleva
Su escasa y débil corriente.
Viene de lejanas tierras
Este río caudaloso
Y por terreno fangoso
Y por montes y por sierras.
Y pasa por las ciudades
Cuya inmundicia, hijo mío,
Enturbia el agua del río
Como el alma sus maldades.
Y más la orilla dilata
Y cada vez más potente,
Su irresistible corriente
Todo al pasar lo arrebata.
Enturbiado éste y profundo,
Claro y no profundo aquél,
Nos presenta un cuadro fiel
De lo que pasa en el mundo:
El que apacible y serena
Busca sencilla la vida,
¿Habrá cosa que le impida
Hallarla dichosa y buena?
Mas sintiendo la inquietud
De alguna grande pasión
Peligra en el corazón
La ventura y la virtud.
No olvides nunca, hijo mío,
Que es difícil, te lo juro,
Ser como el arroyo puro
Y ser grande como el río.»
Concepción Arenal.
Pese a la bonita zona que vamos a dejar el destino del caminante es inquebrantable: Caminar.
Desde este bonito recodo del Barranco de las Aguas Penas, nos despedimos del Puntal del Toril (en el centro) y de la Sierra de Baza que vemos al fondo.
Adios a Las Chorreras.
Y la imagen final tras la curva del recodo para el padre y la madre de las chorreras: El Chullo.
Cruzando este alargado cortafuegos que baja desde el mismo Morrón de las Tras Lindes hacia el Norte.
La senda nos introduce en este pinar.
En un claro el pinar nos deja ver estas vistas hacia el Marquesado del Zenete y la Sierra de Arana.
Y esto ya lo conocen, ya que llegamos al gran cortafuegos por el que subimos esta mañana temprano.
Arriba vemos el Chullo con montera.
Por el cortafuegos llegando al Morroncillo de la Fuente Fría (2.111 m).
Volveremos para ascenderte fundidos a tus blancas laderas.
Lo de Gran Muflón en la jornada de hoy no es normal, porque lo de chupar tanta cámara no suele ser habitual en él. ¿Será que está enamorado?
Este es el albergue-refugio del Puerto de la Ragua. Desde aquí se gestionan todas las actividades relacionadas con la nieve en esta zona durante los meses de invierno.
Fin del trayecto.
Queremos corregir la altura que marcan los letreros aquí en el Puerto de la Ragua. Indican 2.000 m pero según el mapa Iberpix por el que hoy nos hemos guiado es sensiblemente mayor, en concreto 2.039 m.
Chaparro posa ante esta antiquísima fuente que ya vertía agua en el año 940 durante el esplendor del Califato de Córdoba de los Omeya.
Como no, esta también para Gran Muflón.
Y para finalizar El Chullo y la Fuente, una relación que ya dura más de 1.000 años.
Esperamos que les haya gustado el reportaje y las crónicas. Hasta la próxima.
Saludos.
Longitud del trazado: 15'12 km.
Duración: 5 horas.
Grado de Dificultad: Baja.
Agua: Llevar.
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