CIRCULAR: COLLADO DE MILLER, PUNTAL DE LA PILILLA, EL MAJALÓN, PUNTAL DE LOS CANTEROS, PUNTAL DE LA ESCALERA, EL PUNTALÓN, COLLADO DE MILLER.
Estos ochos expedicionarios del CD Senderista "LOS ESCUDEROS" de Rus (Jaén) que son desde la derecha: Cóndor, Coyote, Córvido Carcávico, Lobo, Gran Muflón, Macho Cabrío, Chaparro y José, les presentamos esta deseada ruta al mágico y vertiginoso Calar de la Pililla.
SINOPSIS DE LA RUTA.-
- Iniciamos desde el Collado de la Aldea de Miller ascendiendo por encima de los restos del antiguo castillo por un carril que va hacia la Era Empedrá. Cuando llevamos 500 m dejamos la pista para coger hacia la derecha por una senda que a los 100 metros se bifurca. Cogeremos la de la izquierda ya que la de la derecha es por la que volveremos.
La senda entre frondosa vegetación nos lleva rápido hacia un mirador natural desde dónde divisamos buena parte del valle del Río Segura bajando hacia Las Juntas, así como del Puntalón. A partir de aquí el camino se empina y cuando el terreno es algo más abierto llegamos a la Fuente de la Pililla con su Puntal arriba. Seguimos con la senda encarando la subida hacia la izquierda del Calar, hasta que llegamos a un nuevo mirador natural por encima del Barranco de la Cueva del Agua, situado frente al Cerro de Miller y con unas excelentes vistas hacia las Sierras del Sur de Albacete y Norte de Granada. A partir de este mirador, la senda entre espesa vegetación continua por la falda del Puntal de la Pililla que vamos dejando un poco a la derecha. En esta zona hay que tener cuidado y coger la trocha adecuada que nos suba girando a la derecha al Puntal de la Pililla al que llegamos en breve.
Tras comer y admirar las sensacionales vistas al lado de la caseta de vigilancia, fuimos por la meseta del Majalón primero asomados a la derecha y seguido a la izquierda, pasando cercanos a su cumbre. Volvimos a la cresta Norte muy por encima del Puntal de Los Canteros para fotografiarnos con el Valle del Segura de fondo en la zona del Pantano del Anchuricas, con el Calar del Cobo en la otra margen. Desde allí estuvimos estudiando el mejor paso para acceder al camino de regreso que es la ancestral senda de La Toba a Miller sin tener que recorrer demasiado camino hacia el Oeste.
Seguimos cresteando en dirección al Cerro de la Almoteja y un poco antes de llegar a este, giramos a la derecha por debajo de unos farallones, dejándonos caer a continuación como cabras entre pinos por la vertiente izquierda de la parte alta del Arroyo Cabrero que estaba seco. Tras conectar con una de las sendas quizás más bonita de la Sierra de Segura la de La Toba a Miller, ya todo fue andar y disfrutar de los numerosos poyos y puntales llenos de covachones y buitreras en un recorrido mágico.
Primero pasamos por el Puntal de los Canteros, tras recrearnos en el, al continuar tuvimos un leve despiste ya que cogimos la senda que sube a la Fuente de la Pililla. Caminamos unos diez minutos y al darnos cuenta del error volvimos sobre lo andado para continuar por encima de la Cueva de los Anguijones, El Puntal de la Escalera. Seguimos pasando el Barranco del Pilón, El Puntalón, Barranco del Cinco hasta llegar al cruce de caminos por el tomamos a la mañana y de ahí a unos 600 metros el lugar de partida.
Resumiendo diremos que las expectativas que este Calar de la Pililla había despertado en nuestro espíritu aventurero, se han cumplido sobradamente. Si cuando visitamos el vecino Calar del Cobo y su Puntal de la Misa nos pareció un lugar encantado, este de la Pillilla nos ha dado la sensación de ser sencillamente Mágico.
Sin mayor dilación pasamos a mostrarles con todo lujo de detalles lo que fue la ruta.
La senda entre frondosa vegetación nos lleva rápido hacia un mirador natural desde dónde divisamos buena parte del valle del Río Segura bajando hacia Las Juntas, así como del Puntalón. A partir de aquí el camino se empina y cuando el terreno es algo más abierto llegamos a la Fuente de la Pililla con su Puntal arriba. Seguimos con la senda encarando la subida hacia la izquierda del Calar, hasta que llegamos a un nuevo mirador natural por encima del Barranco de la Cueva del Agua, situado frente al Cerro de Miller y con unas excelentes vistas hacia las Sierras del Sur de Albacete y Norte de Granada. A partir de este mirador, la senda entre espesa vegetación continua por la falda del Puntal de la Pililla que vamos dejando un poco a la derecha. En esta zona hay que tener cuidado y coger la trocha adecuada que nos suba girando a la derecha al Puntal de la Pililla al que llegamos en breve.
Tras comer y admirar las sensacionales vistas al lado de la caseta de vigilancia, fuimos por la meseta del Majalón primero asomados a la derecha y seguido a la izquierda, pasando cercanos a su cumbre. Volvimos a la cresta Norte muy por encima del Puntal de Los Canteros para fotografiarnos con el Valle del Segura de fondo en la zona del Pantano del Anchuricas, con el Calar del Cobo en la otra margen. Desde allí estuvimos estudiando el mejor paso para acceder al camino de regreso que es la ancestral senda de La Toba a Miller sin tener que recorrer demasiado camino hacia el Oeste.
Seguimos cresteando en dirección al Cerro de la Almoteja y un poco antes de llegar a este, giramos a la derecha por debajo de unos farallones, dejándonos caer a continuación como cabras entre pinos por la vertiente izquierda de la parte alta del Arroyo Cabrero que estaba seco. Tras conectar con una de las sendas quizás más bonita de la Sierra de Segura la de La Toba a Miller, ya todo fue andar y disfrutar de los numerosos poyos y puntales llenos de covachones y buitreras en un recorrido mágico.
Primero pasamos por el Puntal de los Canteros, tras recrearnos en el, al continuar tuvimos un leve despiste ya que cogimos la senda que sube a la Fuente de la Pililla. Caminamos unos diez minutos y al darnos cuenta del error volvimos sobre lo andado para continuar por encima de la Cueva de los Anguijones, El Puntal de la Escalera. Seguimos pasando el Barranco del Pilón, El Puntalón, Barranco del Cinco hasta llegar al cruce de caminos por el tomamos a la mañana y de ahí a unos 600 metros el lugar de partida.
Resumiendo diremos que las expectativas que este Calar de la Pililla había despertado en nuestro espíritu aventurero, se han cumplido sobradamente. Si cuando visitamos el vecino Calar del Cobo y su Puntal de la Misa nos pareció un lugar encantado, este de la Pillilla nos ha dado la sensación de ser sencillamente Mágico.
Sin mayor dilación pasamos a mostrarles con todo lujo de detalles lo que fue la ruta.
DOMINGO 28 DE MAYO DE 2017.
El Collado de Miller, lugar de inicio que haremos por el carril que vemos ascender a la derecha.
Un poco más abajo las ruinas del viejo Castillo de Miller junto a unas pocas casas de esta diseminada aldea.
Arriba vemos la Cuerda de la Lastra con el Cerro de Las Majaícas (1.646 m) como inicio del estupendo Calar de la Cabeza de la Mora que se extiende a sus espaldas.
Aquí a unos 500 metros de la salida dejamos el carril que va hacia la Era Empedrá para girar a la derecha. A unos 100 metros llegaremos a un cruce de sendas en el que iremos hacia la izquierda ya que a la derecha será por donde volveremos.
Por la tupida senda una vez que hemos pasado el cruce de caminos.
Vamos pasando por el Barranco de la Cueva del Agua mientras aparece arriba el Cerro de Miller.
Llegamos a una especie de mirador natural donde vemos parte de los cortados que conforman la vertiente septentrional del Calar de la Pililla, conocida por la Cuerda del Monte de la Umbría de los Anguijones. Al fondo a la derecha se alza el Puntal de la Misa (1.796 m) y sus característicos Dientes de la Vieja. Por debajo más cercano El Puntalón con su frondoso pinar que atravesaremos a la vuelta.
Que buenos recuerdos nos trae el Calar Encantado como llamábamos a este Calar del Cobo que vemos de fondo. Si quieren revivir con nosotr@s aquella ruta su enlace es: http://losescuderossenderismo.blogspot.com.es/2015/11/por-el-encantado-calar-del-cobo.html.
Coyote no quiso perder esta primera gran ocasión para llevarse un bonito recuerdo.
El de la izquierda es nuestro invitado José junto a Chaparro. Siempre venimos diciendo que el senderismo ayuda a cuidar la amistad. La de estos dos buenos amigos nació de su época de estudiantes.
Chaparro, Gran Muflón, Lobo y Córvido Carcávico son hoy por hoy cuatro grandes puntales de este club.
Bajando desde el Puntal de la Pililla, muy por encima del Puntalón venimos viendo este roquedal desde el que un gran poyo de Buitre nos está observando.
Gran Puntal, gran pulmón, gran corazón, grande grande, Gran Muflón.
Desde esta gran Fuente-Abrevadero de la Pililla les mostramos arriba el gran objetivo: El Puntal de la Pililla (1.699 m)
Desde la fuente vistas al Norte, hacia una sucesión de numerosas sierras que junto a la inmensidad de esta de la Sierra de Segura conforman un mundo grandioso.
Lobo que en su corto y comprometido periplo con el grupo está visitando lugares espectaculares, aún no conoce aquellos calares que vemos al fondo a la derecha del del Cobo. Son el Calar de la Nava del Espino y el de Morillas, con el Castellón en el centro.
En la copa de este ejemplar de pino vemos como "la procesionaria" acecha el frondoso bosque de esta cara Norte del Puntal de la Pililla.
La senda nos ha subido atravesando el pinar. La dejamos un momento para ir unos metros a la izquierda, para asomarnos a este nuevo mirador. De fondo vemos como el Río Segura transcurre por el Sur de la provincia de Albacete hacia su destino. En la izquierda tras el Calar de Cabeza de la Mora aparece el Calar del Mundo.
El Cerro de Miller (1.545 m) lo tenemos enfrente.
Cóndor nos muestra esta zona de la que tan buenos recuerdos tiene. Al fondo a la derecha la Sierra de Góntar.
Coyote encarando el tramo final de la subida. Para ello la senda nos ha llevado bordeando el Puntal de la Pililla que queda a la derecha. Como caminábamos con poca visibilidad por la espesa vegetación, hemos ido con cuidado buscando la mejor trocha por la que girar hacia la cima.
Vistas hacia el Valle del Río Zumeta, tras el se elevan las altas sierras del Norte de Granada, Sur de Albacete e incluso la murciana Sierra de Moratalla que nos parece verla blanquear en la izquierda.
Seguimos el ascenso por este florido tramo atentos a los hitos.
Al fondo en el centro se alza La Sagra, a la que llevamos viendo hace un rato. A su izquierda las Cuerdas de Mirabeles, de Guillimona, de los Buitres y la Sierra de las Cabras.
Puntal de la Pililla.
Chaparro nos saluda con ese magnífico y azulado fondo hacia el Levante.
Pocas casetas de vigilancia tienen un emplazamiento más privilegiado que esta del Calar de la Pililla.
Lobo nos muestra hacia el Oeste unas vistas que nos irán acompañando durante el recorrido.
Al fondo a la izquierda el Calar de la Nava del Espino se eleva yuxtapuesto a la parte más oriental del Calar del Cobo.
A la derecha de la caseta en la lejanía aparece la Cuerda del Mosco seguido del Calar del Cobo.
Un restaurante el elegido hoy supercaro, en la linea de la más alta gama que siempre buscamos.
Al Norte vemos el Valle del Arroyo de Bañares con la carretera a la derecha subiendo hacia las aldeas de Madroño y Peguera del Madroño.
Que buenas y extensas vistas al Norte ha escogido Lobo. Al fondo desde la izquierda se ven parte del Calar del Cobo (zona oriental), el Calar de la Nava del Espino, la Piedra de Góntar, el Castellón, el Calar de Morillas, el Rayo, Los Calarejos, La Sierra de Alcaraz y El Calar de la Sima tras el cercano Calar de Cabeza de la Mora.
Homenaje a este atractivo compañero de camino el Calar de Cabeza de la Mora al que tenemos muchas ganas de visitar.
No hay dinero para pagar la alta gama de este restaurante. El aire acondicionado está en su punto.
De nuevo vistas al valle del Zumeta. Al fondo desde la izquierda la murciana Sierra de Moratalla, seguida de la Sierra de Taibilla y la de las Cabras.
Coyote nos muestra la zona por la que hemos accedido a la cima.
Al fondo la gigantesca Sagra. A la derecha vemos como el Calar de la Pililla va hacia su cumbre más alta: El Majalón.
Los Buitres hoy serán nuestros habituales compañeros aéreos.
Y tras almorzar esta obligada oficial de los ocho. Qué cifra, que caseta y que ruta más redondas.
Nos vamos a patear el Calar de la Pililla hacia el Majalón.
Antes una foto de la deteriorada caseta de vigilancia. Córvido Carcávico se dispone a fotografiar su interior, para dar testimonio de su necesitada reparación.
Coyote y Lobo se piden esta con vistas a la vertiente Norte del calar.
Y esta tan especial para José. Cuando la vea podrá apreciar como tratamos aquí a los invitados.
CIMA DE LA DELICIA
¡Cima de la delicia!
Todo en el aire es pájaro.
Se cierne lo inmediato
Resuelto en lejanía.
¡Hueste de esbeltas fuerzas!
¡Qué alacridad de mozo
En el espacio airoso,
Henchido de presencia!
El mundo tiene cándida
Profundidad de espejo.
Las más claras distancias
Sueñan lo verdadero.
¡Dulzura de los años
Irreparables! ¡Bodas
Tardías con la historia
Que desamé a diario!
Más, todavía más.
Hacia el sol, en volandas
La plenitud se escapa.
¡Ya sólo sé cantar!
Todo en el aire es pájaro.
Se cierne lo inmediato
Resuelto en lejanía.
¡Hueste de esbeltas fuerzas!
¡Qué alacridad de mozo
En el espacio airoso,
Henchido de presencia!
El mundo tiene cándida
Profundidad de espejo.
Las más claras distancias
Sueñan lo verdadero.
¡Dulzura de los años
Irreparables! ¡Bodas
Tardías con la historia
Que desamé a diario!
Más, todavía más.
Hacia el sol, en volandas
La plenitud se escapa.
¡Ya sólo sé cantar!
Jorge Guillén
Córvido Carcávico, qué buen lugar has escogido hoy para otear como un cuervo esta mágica cárcava.
Comenzamos a recorrer la meseta del calar apegados a la cresta Norte.
En esta foto se aprecia bien la meseta del Calar de la Pililla con su techo El Majalón (1.744 m) arriba en el centro.
Un Cóndor pasa libre sobre la mágica cresta oteando lugares encantados.
Como un adherente ungulado Macho Cabrío escoge este poyo para presentar su candidatura a la foto más impactante.
Córvido Carcávico está hoy cumpliendo con un reto adquirido cuando caminaba por el vecino Calar del Cobo.
Atravesando la meseta con el Majalón cada vez más cercano.
El senderismo aparte de ser una saludable manera de conocer nuevos horizontes, tiene el añadido de ser un apacible medio de seguir regando y cuidando la amistad.
Nos hemos pasado a la cresta Sur para ver como a la derecha del Cerro de los Picachos (1.588 m) baja el valle del Arroyo Marchena (abajo parecen apreciarse algunas casas de la aldea de Marchena) hacia el rio Zumeta. En la parte derecha de la foto vemos como serpentea la pista que viene de Vites bajo el Cerro del Calarico (1.554 m) y del Cerro de la Tiná de la Cuerda (1.601 m).
En primer término vemos el Cerro de los Franceses (1.564 m) tras el que se encuentra la aldea de Marchena. En segundo término desde la izquierda el Cerro de la Tiná de la Cuerda, Peña Bermeja (1.677 m), El Pelao (1.686 m) y el yermo Calar de Marchena.
Los Calares de Marchena parecen un paisaje lunar.
Tras dejar atrás la cima del Majalón el grupo atraviesa de nuevo la meseta hacia la cresta Norte, que les ofrece mayores sensaciones.
Perspectiva del Calar de la Pililla hacia su Puntal del que venimos.
El Majalón.
La gente lo que quiere hoy es disparar la adrenalina. Pues vamos allá.
Antes les vamos a identificar lo que nos ofrecen estas largas vistas al Sur-Oeste.
En primer término vemos la cresta final del Calar de la Pililla bajando hacia el Cerro de la Almoteja. A continuación los pelados cerros de los Calares de Marchena con el Cubo (1.783 m) como máxima altura. Y en la lejanía desde la izquierda reconocemos: La Sagra, Sierra Seca, Sierra de la Cabrilla, Las Banderillas, El Calar de las Palomas, El Almorchón, El Majal de la Bandera, Alto de Palancares, Piedra Dionisia etc.
Y Macho Cabrío ya no pudo esperar más y es el primero en mostrarnos el embalse de Las Anchuricas en este esplendoroso tramo del Río Segura.
Mientras los fotógrafos hemos bajado hacia unos poyos para encarar mejor el valle, parte del grupo se queda disfrutando relajadamente de las vistas sobre este perfecto promontorio.
En primer término en la parte inferior derecha de la foto les mostramos el Puntal de los Canteros, por el que volveremos y del que tenemos preparado un amplio reportaje. Por encima de el, al otro lado del valle, vemos alzarse el Puntal de la Misa con su perfecta caseta de vigilancia y los Dientes de la Vieja a su izquierda.
El Calar del Cobo prácticamente al completo desde los Dientes de la Vieja hasta el Cerro y la Piedra de Góntar.
Detrás de Lobo, siguiendo la cresta aparece el cerro de la Almoteja, seguido del Puntal de las Buitreras (1.680 m) que está encima de la aldea de la Toba.
En el centro tras el Calar de Cabeza la Mora se nos muestra una buena perspectiva menos tapada del Calar de la Sima y su cerro Mentiras.
Coyote aparece así de propio en esta foto ejemplo de un buen encuadramiento.
Desde esta cornisa hemos estado mirando una bajada accesible que ataje en nuestro deseo de conectar con la senda que viene desde La Toba hacia Miller. Al final lo haremos tras crestear todos estos raspones girando a la derecha poco antes de llegar al redondeado cerro de La Almoteja.
Continuamos por el tramo final de la cresta hacia la zona de bajada que hemos decidido.
Este es el Barranco del Arroyo Cabrero que baja entre el Cerro de la Almoteja que es el de izquierda y el Puntal de los Canteros.
Una mirada atrás para mostrar los poyos por los que acabamos de pasar.
Seguimos por la kárstica cresta en evidente descenso.
Macho Cabrío está hoy empeñado en llevarse el primer premio.
Macho Cabrío junto a Lobo son los grandes favoritos para ganar el premio a la foto más impactante.
Aunque Córvido Carcávico no se da por vencido.
Al fondo en el centro el Calar de Morillas.
A la derecha de Lobo por encima del redondeado cerro de La Almoteja, venimos viendo El Calar del Pino que se une a la derecha con la Cuerda del Mosco. Al fondo en el centro vemos blanquear las altas cumbres de la Sierra de las Villas.
Al fondo destaca el Almorchón por encima de los Calares de Marchena.
El cerro de La Almoteja (1.632 m) y a su izquierda el Puntal de las Buitreras. Tras pasar estas primeras piedras giraremos a la derecha para trochear en fuerte descenso hacia la senda que une La Toba con Miller.
Tramo final de la cresta.
Espectacular vista del recodo en torno al Barranco del Arroyo Cabrero que acaba en el Puntal de los Canteros hacia el que vemos llegar la senda para la que vamos.
Foto de despedida a la Sagra y a los Calares de Marchena.
Nueva perspectiva de esta cuerda que custodia a la Aldea de Marchena y que hemos llevado a la izquierda mientras avanzábamos por el Calar de la Pililla. Sus cuatro cerros desde la izquierda son: El Calarico, el Cerro de la Tiná de la Cuerda, Peña Bermeja y El Pelao.
Por aquí iniciamos el descenso.
Que belleza tiene esta zona de la Sierra de Segura profunda.
A Chaparro le ha llamado la atención este covachón.
Al principio el nivel no es demasiado pronunciado.
Pero conforme nos acercábamos al cauce seco del Arroyo Cabrero el desnivel era extremo, pero sin riesgo ya que bajamos por el mullido suelo del pinar que nos ayudó a sujetarnos.
Y por aquí fue donde conectamos con la senda.
Desde la Toba hasta Miller discurre esta joya de las infraestructuras serranas.
A la izquierda del Puntal de los Canteros en la ladera de la otra margen del amplio valle vemos las aldeas del Carrascal y a su izquierda la de Las Gorgollitas.
Puntal de los Canteros (1.468 m).
Excepcional foto para seguir puntuando.
Entre lo mágico y lo encantado media el valle del Rio Segura. Quizás sean sus aguas las únicas que sepan la evidente relación de tan maravillosos conceptos.
Vaya recodo este del Arroyo Cabrero. Arriba a la derecha bajo los farallones se ve el pinar que hemos atravesado para acceder a esta deseada senda.
Por tu agujereada fisonomía intuyo que antes que las aves fueron los peces los que anidaron dentro de tus covachones.
Abajo vemos las camaleónicas aguas del pantano de Las Anchuricas. Hoy lo vemos azul pero cuando lo miramos en nuestra pasada visita al calar del Cobo sus aguas eran verdes.
Aquí aparece el embalse al completo desde la presa a las colas cercanas a la aldea de Las Casicas del Río Segura. Siguiendo la linea del agua vemos al final los enormes farallones del Monte Despiernacaballos coronado con la cima de Piedra Dionisia (1.691 m).
Cada día que pasa está más estrecho el acceso al puntal, hasta que acabe siendo la eterna y exclusiva morada para los espíritus de los antiguos canteros.
Coyote ha sido el primero en llegar como casi siempre. ¡Qué vitalidad! que parece incrementarse con la edad.
Que bien se ha adaptado el pino a estas laderas de la izquierda. Sus bosques casi verticales vistos desde lejos impresionan.
La cara Norte de La Almoteja con el cauce seco del Arroyo Cabrero a su izquierda. En época de lluvias y deshielo debe ser un espectáculo.
Puntal de los Canteros un lugar ideal para que el hombre se conjure y oriente toda su magia hacia el cuidado de la naturaleza.
Córvido Carcávico con su peculiar atuendo de gondolero veneciano, está pensando en un posible baño en el Anchuricas.
Nadie quiere perderse este bonito recuerdo.
Coyote y Córvido Carcávico con vistas al Norte hacia la parte más ancha del valle.
Lobo nos indica con su pulgar derecho el lugar por el que hemos bajado del Calar de la Pililla.
Seguimos por la senda que una vez hicieran los hombres para al asomarse a estos poyos y puntales sentirse como dioses.
Nos vamos hacia este nuevo poyo que antecede a la Cueva de los Anguijones y al Puntal de la Escalera que vemos sobresalir algo más lejano con su característica cueva en la cima.
Acabamos de cometer un error y con tanta foto al salir del Puntal de los Canteros hemos cogido la senda que sube hacia la Fuente de la Pililla en vez de continuar por la que llevábamos.
Con esta vista a mayor altura del recodo del Arroyo Cabrero subsanamos el despiste.
O con esta otra perspectiva aérea del volador Puntal de los Canteros.
Mientras volvemos desandando nuestro fallo, vemos entre pinos la cima del Puntal de la Escalera.
Acabamos de retomar la senda pretendida y dejamos atrás poco a poco el Puntal de los Canteros que ahora contemplamos desde una altura similar.
GEOLOGÍA
DE LA PALABRA
La
palabra es como roca
dura y compacta
sirve para edificar
así como para derribar.
dura y compacta
sirve para edificar
así como para derribar.
Las
encontramos en todas partes
en el suelo, montañas, océanos...
de todos colores y formas
de toda dureza y tipo.
en el suelo, montañas, océanos...
de todos colores y formas
de toda dureza y tipo.
Expulsadas
por volcanes
erosionadas por agua y viento
transformadas en fondos marinos
es el ciclo de la palabra.
erosionadas por agua y viento
transformadas en fondos marinos
es el ciclo de la palabra.
Mis
versos son muros
roca a roca, palabra a palabra
construyo muros, paredes
pero sobre todo puertas.
roca a roca, palabra a palabra
construyo muros, paredes
pero sobre todo puertas.
La
fuerza de la palabra
es igual al de la roca
a veces incendiara
y a veces como pómez.
es igual al de la roca
a veces incendiara
y a veces como pómez.
Hay
rocas y palabras hermosas
como zafiros y diamantes literarios.
Unas tan comunes y sin valor
como cuarzos y piritas.
como zafiros y diamantes literarios.
Unas tan comunes y sin valor
como cuarzos y piritas.
Las
tantas palabras y versos
son placas literarias
que divergen, convergen y transforman
con movimiento de diferente magnitud.
son placas literarias
que divergen, convergen y transforman
con movimiento de diferente magnitud.
Nos
mueve, nos asusta,
nos despierta, nos cambia.
Es la palabra, roca, bomba,
ceniza que se esparce y cubre.
nos despierta, nos cambia.
Es la palabra, roca, bomba,
ceniza que se esparce y cubre.
Este valle del Río Segura se nos ha metido muy muy dentro, por eso pese a la lejanía acabamos volviendo siempre.
Cóndor sabe del frescor de este valle en las noches que siguen a los calurosos días del abrasador verano.
Los farallones de este nuevo poyo son de una vertiginosa y sobrecogedora belleza.
Lobo suma y suma a su vertiginoso reportaje.
Poco a poco vamos dejando atrás el Puntal de los Canteros.
Córvido Carcávico y Chaparro en un nuevo saliente.
Conforme avanzamos más largo, ancho y bello nos resulta este valle.
La cueva cercana a su cima nos anuncia la inminente llegada al Puntal de la Escalera (1.286 m).
Estamos pasando por encima de la gigantesca Cueva de los Anguijones.
En la ladera Sur del Puntal de la Escalera a la sombra de este pinar tomamos un segundo refrigerio.
Vemos como Coyote se desternilla de risa al descubrir la enorme piedra que alguien le había introducido en su mochila cerca del Majalón. Creíamos que la broma haría los efectos de retardante, pero aún así ha seguido coronando cada poyo siempre destacado. ¡Menudo portento!.
Desde el Puntal de la Escalera (1.286 m) vemos a la derecha la cornisa en clara bajada que viene desde el Puntal de los Canteros (1.468 m). En total han sido 182 metros de desnivel.
Recodo desde el Puntal de la Escalera al Puntalón sobre el Barranco del Pilón. En este lugar hace mucho tiempo que habitan las musas.
VIENTO, AGUA,PIEDRA.
El agua horada la piedra,
el viento dispersa el agua,
la piedra detiene al viento.
Agua, viento, piedra.
el viento dispersa el agua,
la piedra detiene al viento.
Agua, viento, piedra.
El viento esculpe la piedra,
la piedra es copa del agua,
el agua escapa y es viento.
Piedra, viento, agua.
la piedra es copa del agua,
el agua escapa y es viento.
Piedra, viento, agua.
El viento en sus giros canta,
el agua al andar murmura,
la piedra inmóvil se calla.
Viento, agua, piedra.
el agua al andar murmura,
la piedra inmóvil se calla.
Viento, agua, piedra.
Uno es otro y es ninguno:
entre sus nombres vacíos
pasan y se desvanecen
agua, piedra, viento.
entre sus nombres vacíos
pasan y se desvanecen
agua, piedra, viento.
Octavio Paz.
¿Sabéis a quién veo sobre el centro arriba? Es el Puntal de la Pililla que nos saluda algo triste por su deteriorada caseta.
CAMINO POR LA SENDA DEL YO SOY
Soy templo del amor,
valle fértil,
donde ríos y cascadas fluyen
y crecen las más hermosas flores.
Soy flor y fruto.
Valle encantado.
Tierras inexploradas.
Misterio y encanto.
Soy la magia de mis versos.
Creadora, vivo y tejo mis propios sueños.
El amor es mi lenguaje,
y todo es vida en mí.
Mi templo, está lleno de colores,
y vibra, danza, juega.
Serena,
camino por la senda del Yo Soy.
Liria Candela.
Deducimos el nombre de este puntal al ver la sucesión de poyos bajando hacia el Río Segura, como si fueran peldaños de una gigante escalera.
La cueva de la cima del Puntal de la Escalera.
Como nosotros la cueva no deja ya ni un instante de mirar hacia el exquisito valle.
Abajo vemos la enorme abertura de la Cueva de los Anguijones.
Andar y andar y Las Majaícas siempre a la par.
Si hemos calificado de Mágico este calar, aún nos queda la fascinante zona donde el gran conjuro fue consumado.
En silencioso sobrecogimiento nos disponemos a pasar el hechizado Barranco del Pilón.
El gran brujo alado vigila su conjuro desde arriba.
Caminamos con las gafas sobre los ojos temiendo quizás quedar petrificados.
Caprichosas formas conforman la cresta de estos farallones sobre el Barranco del Pilón. Quizás sean magos que quedaron petrificados ante tanta belleza.
Detalle de la cresta de los magos petrificados.
Un nuevo puntal con una gran cueva. Por esta zona a cada paso nos encontramos con una sorpresa.
Vista atrás. Aquí observamos como los puntales y poyos suben escalonados hacia el de la escalera. Posiblemente sea ese el motivo de su nombre.
El gran mago alado continua impasible desde su atalaya.
Todos estos poyos están calados por numerosas y espectaculares cuevas.
No hemos podido resistirnos ante tanta majestuosidad y fantasía por lo que de nuevo nos hemos subido a un nuevo poyo para admirar este sin par recodo del Barranco del Pilón.
Estamos como extasiados y empezamos a pensar que la belleza de este valle no tiene final.
Con esta foto Macho Cabrío tiene en el bolsillo el gran premio al reportaje más impactante.
Recodo para dioses este del Barranco del Pilón.
Paraíso de cabras, esta abrupta cresta.
Y la cresta continua hacia ....
El Puntalón (1.253 m).
Lobo continua disparando la adrenalina.
Nos vamos para el Puntalón.
La meseta de este florido poyo la encontramos a tope de hinojos.
Las cuevas de las paredes del Puntalón parecen distribuidas es habitáculos, como si hubieran sido excavados a propósito en la roca.
Mientras parte del grupo va por la senda vemos a Coyote saludando sobre la cima del Puntalón. La próxima vez la piedra en la mochila un poco más grande.
Imponente ladera que desde arriba del Calar de la Pililla baja primero hacia el Puntal de la Escalera, y continua hasta cerca del Segura.
Hay lugares que son sagrados, a los que nunca deberíamos profanar yendo. Son entornos mágicos creados tan sólo para ser contemplados.
Aún más profundo y recóndito nos viene pareciendo este valle del Arroyo de Bañares con el Calar de Morillas llamándonos a voces al fondo.
Quizás la palabra amistad resuene en algún evocador rincón de ecos, y quede para siempre eternizada.
El Río Segura continua en dirección Nor-Este hacia las Juntas de Miller donde recibe las aguas del Río Zumeta.
Arriba a la derecha vemos el Puntal del Aire. Abajo aparece un nuevo farallón calado de cuevas como si de un enclave troglodita se tratara.
Seguimos disfrutando de senda con las buitreras arriba.
Lobo quiso llevarse un recuerdo de esta atractiva cueva.
Perfilando el horizonte el encantado Calar del Cobo.
Pasando bajo los farallones de la cara Norte del Puntal del Aire.
Abajo junto a la carretera que va de La Toba a las Juntas de Miller vemos una de las fuentes más caudalosas de todo el parque. Se trata de la Fuente de los Cuatro Caños.
Con esta original foto declaramos a Macho Cabrío ganador del "reportaje fotográfico más impactante".
Llegando al Barranco de la Cueva del Agua.
Atravesando el Barranco de la Cueva del Agua.
Llegando al Cruce de sendas que le comentamos al poco de salir.
Cercano a Miller pasamos junto al Cortijo del Castillo.
Bajando hacia el Castillo y Collado de Miller.
Al Norte vemos el Puntal de Poyo Airoso (1.328 m).
Llegada al punto de partida el Collado de Miller.
Como nos pillaba de paso fuimos a refrescarnos a esta generosa Fuente de los Cuatro Caños.
Como podrán observar al parecer unos guarros que firman con el nombre de su familia estuvieron por aquí en 2015. Esperamos que no vuelvan y si lo hacen que limpien las piedras.
Desde la carretera veíamos entre los puntales de Los Canteros y de La Escalera la gran Cueva de los Anguijones.
Y en el bar "La Estación" de Puente Génave tomamos unas cervezas. Siempre nos tratan muy bien lleguemos a la hora que lleguemos.
Saludos y hasta la próxima.
Longitud del trazado: 15'3 km.
Duración: 7 horas y 35 minutos.
Grado de Dificultad: Media.
Agua: Llevar. (se puede reponer en la fuente de la pililla)