CIRCULAR: BARRANCO DE SAN JUAN, LA HORTICHUELA, CORTIJO DEL HOYO, PUNTAL DE LAS CAZOLETAS, DEHESA DE SAN JUAN, CORTIJOS DEL HORNILLO, CANTERA DE SERPENTINA.
Desde la cima del Puntal de las Cazoletas con la Alcazaba al fondo llamándonos a gritos, El CD senderista "LOS ESCUDEROS" de Rus os invita a seguir esta ruta, para que puedan admirar a los grandes colosos de Sierra Nevada y de la península ibérica.
Salimos a las 8h y 32 minutos del aparcamiento del Barranco San Juan. Pasamos el Genil y tomamos un pequeño tramo por la Vereda de la Estrella, para girar a la derecha por la primera senda que nos encontramos y que ascendiendo nos llevó primero a los fértiles prados de Las Casas de la Hortichuela. Continuamos por la pista hasta La Cantera de Serpentina y un pequeño tramo más, que pasaría a ser senda y que tras pasar un precioso robledal nos llevaría al Cortijo del Hoyo.
Al pasar el cortijo nos encontramos con un cruce de senderos: el de la izquierda va al Hornillo. Nosotros cogeremos por el de la derecha para seguir subiendo por Haza Mesa hasta llegar a su acequia. A partir de aquí El Puntal de las Cazoletas era visible y lo ascendimos en zigzag trocheando.
Las vistas desde su cima eran espectaculares sobre todo del Barranco de San Juan y del Veleta.
A continuación fuimos a asomarnos al Barranco del Guarnón para admirar las otras grandes cumbres de las que destacamos las de la Alcazaba. Dos de los siete miembros aún se vieron con fuerzas para ascender el Atalayón Chico, mientras los demás los esperamos por debajo, frente a los colosos, dónde comimos sin parar de mirarlos.
Bajamos entre trochas por la cresta del valle del Guarnón hacia los Cortijos del Hornillo, dónde nos unimos a otros grupos para descansar y tomar un agradable sol, siempre amenizado por unos valles y montañas sobrecogedores.
La vuelta la hicimos por el sendero que a media ladera va paralelo por encima de la Vereda de la Estrella hasta llegar al Cortijo del Hoyo. Desde aquí repetimos sendero sólo hasta La Cantera de Serpentina, ya que el tramo de bajada final lo hicimos por una senda que sale a la derecha del pequeño embalse del Arroyo San Juan hasta el lugar de partida. Este último tramo es poco recomendable por unos peligrosos desprendimientos que se han producido recientemente.
Decir que hemos quedado de nuevo encantados con esta nueva visita a Sierra Nevada, a la que consideramos una sierra hermana, y que ya estamos pensando en volver, quizás para ver esos colores otoñales que aún desconocemos.
Si gustan nos vamos a rememorar aquella aventura con el humilde reportaje que hemos preparado:
Al pasar el cortijo nos encontramos con un cruce de senderos: el de la izquierda va al Hornillo. Nosotros cogeremos por el de la derecha para seguir subiendo por Haza Mesa hasta llegar a su acequia. A partir de aquí El Puntal de las Cazoletas era visible y lo ascendimos en zigzag trocheando.
Las vistas desde su cima eran espectaculares sobre todo del Barranco de San Juan y del Veleta.
A continuación fuimos a asomarnos al Barranco del Guarnón para admirar las otras grandes cumbres de las que destacamos las de la Alcazaba. Dos de los siete miembros aún se vieron con fuerzas para ascender el Atalayón Chico, mientras los demás los esperamos por debajo, frente a los colosos, dónde comimos sin parar de mirarlos.
Bajamos entre trochas por la cresta del valle del Guarnón hacia los Cortijos del Hornillo, dónde nos unimos a otros grupos para descansar y tomar un agradable sol, siempre amenizado por unos valles y montañas sobrecogedores.
La vuelta la hicimos por el sendero que a media ladera va paralelo por encima de la Vereda de la Estrella hasta llegar al Cortijo del Hoyo. Desde aquí repetimos sendero sólo hasta La Cantera de Serpentina, ya que el tramo de bajada final lo hicimos por una senda que sale a la derecha del pequeño embalse del Arroyo San Juan hasta el lugar de partida. Este último tramo es poco recomendable por unos peligrosos desprendimientos que se han producido recientemente.
Decir que hemos quedado de nuevo encantados con esta nueva visita a Sierra Nevada, a la que consideramos una sierra hermana, y que ya estamos pensando en volver, quizás para ver esos colores otoñales que aún desconocemos.
Si gustan nos vamos a rememorar aquella aventura con el humilde reportaje que hemos preparado:
DOMINGO 24 DE ABRIL DE 2.016.
Tomando la Vereda de la Estrella tras pasar el Río Genil. Eran las 8h y 35 minutos.
En la Vereda de la Estrella poco antes de coger la empinada senda que nos subiría a:
Los fértiles huertos de Las Casas de la Hortichuela.
La senda se hace pista mientras ascendemos.
Primeras vistas del Valle del Arroyo San Juan fundiéndose al del Genil con la bonita localidad de Güejar-Sierra al fondo.
La Cantera de Serpentina y su pequeño embalse que dejaremos a nuestra derecha y que a la vuelta recorreremos.
De nuevo con nuestro compañero y amigo Juan Diego, al que felicitamos por su reciente paternidad. Aquí lo vemos dando de beber a su otro hijo, el adoptado, su perro Ares.
León Marino que por razones de estudio también anda por Granada, ha querido aprovechar la ocasión para caminar con sus "Escuderos".
Vamos subiendo por esta bonita senda entre robles melojos mientras ya van apareciendo arriba las cumbres nevadas.
La vista de estos valles fundidos que antes le mostrábamos, nos acompañarán periódicamente hasta El Puntal de Las Cazoletas, y las mostraremos como referencia de la altura que iremos ganando en su dura subida.
Que dura la vida de nuestros fotógrafos. Andar, captar y correr es vuestro destino.
En la zona de lo que fuera el Cortijo del Hoyo.
Roble Rebelde posa ante este abrevadero natural. Con su presencia hoy seguro que captamos algo de fauna, su instinto lo lleva a rastrear sobre cualquier indicio que para los demás pasa desapercibido.
Precioso amanecer iluminando el Valle del Río Genil. Por esta zona tenemos una clásica ruta "La Vereda de la Estrella" realizada el 17 de mayo de 2.015 con la genista abierta engalanando el paisaje. Su enlace es: http://losescuderossenderismo.blogspot.com.es/2015/05/vereda-de-la-estrella.html
En la parte alta de lo que fuera este privilegiado Cortijo del Hoyo nos encontramos con este cruce de veredas. Nosotros iremos a la derecha para Haza Mesa para volver luego por la de la izquierda la del Cortijo del Hornillo.
Y en este bucólico y luminoso prado del Cortijo del Hoyo vamos a presentar a la expedición:
Desde la derecha: Luis, Córvido Carcávico, Juan Diego, León Marino, Calígine, Gran Muflón, Ares en alerta y Roble Rebelde.
Para el Haza Mesa.
Córvido Carcávico, Gran Muflón y Roble Rebelde son un tridente muy sólido. Atentos a la próxima ruta que anunciamos ya, y que nos ofrecerán como si fuera agua de Mayo.
Luis nos muestra como sin prisa pero sin pausa vamos ganando altura.
Poco a poco se nos va mostrando el nevado cordel.
Subiendo a buen ritmo.
Un descansito mientras nos hacemos esta oficial con el Veleta detrás.
Vista de uno de los más verticales barrancos el de San Juan que vemos como baja desde el Veleta.
Y la gran sorpresa de la jornada la tuvimos un poco antes de llegar al mirador de Haza Mesa. Para muestra estos dos machos de Cabra-Montés.
Si no es por Roble Rebelde que avisó al grupo quizás alguno pudimos ser corneados. La mayoría no olemos una mierda en un cántaro, como se dice vulgarmente.
Hasta nos dio tiempo, mientras los machos se levantaban tranquilamente, de hacernos esta inolvidable oficial.
Gran grupo, tranquilo y feliz, grande, realmente grande, Gran Muflón.
¡Que ejemplares y que cuernos!
Se nota cuando viene Roble Rebelde. Gracias por esta agradable sorpresa, y por avisarnos, que casi atropellamos a la manada.
Luis nos muestra como baja de las nieves el Río Vadillo, que entrega sus aguas al Río Genil, a la izquierda del pinar de la Cuesta de los Presidiarios, que vemos en el centro.
Poco antes de llegar a la gran explanada de Haza Mesa se nos presenta la cumbre del día: El Puntal de las Cazoletas.
La nitidez de las vistas hace que vayan apareciendo algunas de las sierras jiennenses, así como las granadinas de Sierra Arana y Huetor que se pueden apreciar en parte tras el Alto de Miguelejos (2.017 m) situado a la derecha de Güejar-Sierra.
Verdes prados estos de Haza Mesa. La senda nos lleva a un mirador natural desde el que...
en primer lugar León Marino un ciclista que lucha por pedalearse un futuro, aprovecha para mostrar un bonito logo con la reivindicativa frase de "VIDA AL CICLISTA".
Magníficas vistas de la zona alta del Barranco San Juan con el Observatorio Astronómico del Mojón del Trigo a la derecha (2.607 m) y el Veleta (3.396 m) con parte de su corral en el centro.
Córvido Carcávico extiende sus alas para añadir El Puntal de las Cazoletas a la izquierda y el Albergue Militar de la Hoya de la Mora (2.510 m) a la derecha.
Este Córvido tiene telepatía telúrica con La Alcazaba, que desde el mirador del collado no se veía. Pero el sintiendo su llamada retrocedió ascendiendo sobre un suave poyo, y allí a lo lejos pudo ver hoy por primera vez su blanqueado basalto.
Vaya oficial bonita que nos acaba de regalar Luis.
Tras dejar de asomarnos al barranco y siguiendo por la senda atravesando Haza Mesa, nos encontramos con este fenomenal panel explicativo de las montañas que nos rodeaban.
Atravesando el extenso prado de Haza Mesa directos hacia el Puntal de Las Cazoletas (2.207 m), también llamado La Morra y Morrón de Haza Mesa.
POEMA
DE UN PERRO.
Yo soy el que te espera...
Tu coche tiene un sonido especial y puedo reconocerlo entre mil.
Tus pasos tienen un timbre mágico, son música para mí.
Tu voz es el mayor signo de mi tiempo feliz y, a veces, no es necesario mencionar: oigo tu tristeza.
¡Si veo tu alegría, me hace feliz!
No sé lo que es olor bueno o malo, solo sé que tu aroma es el mejor.
De algunas presencias a veces me gusta. Otras, no tanto.
Pero tu presencia es lo que mueve mis sentidos.
Tu coche tiene un sonido especial y puedo reconocerlo entre mil.
Tus pasos tienen un timbre mágico, son música para mí.
Tu voz es el mayor signo de mi tiempo feliz y, a veces, no es necesario mencionar: oigo tu tristeza.
¡Si veo tu alegría, me hace feliz!
No sé lo que es olor bueno o malo, solo sé que tu aroma es el mejor.
De algunas presencias a veces me gusta. Otras, no tanto.
Pero tu presencia es lo que mueve mis sentidos.
Tu despierto, me despierta.
Tú durmiendo eres mi Dios, reposando en casa, y yo cuido tu sueño.
Tu mirada es un rayo de luz, cuando me doy cuenta de tu despertar...
Sus manos sobre mí, tienen la ligereza de la paz.
Y, cuando Tú sales, todo está vacío otra vez...
Y vuelvo a esperarte siempre y siempre...
Por el sonido de tu coche;
Por tus pasos;
Por tu voz;
Por tu estado siempre inconstante del humor;
Por tu olor;
Por tu reposo bajo mi vigilia;
Por tus ojos;
Por tus manos.
Y soy feliz así.
Por el sonido de tu coche;
Por tus pasos;
Por tu voz;
Por tu estado siempre inconstante del humor;
Por tu olor;
Por tu reposo bajo mi vigilia;
Por tus ojos;
Por tus manos.
Y soy feliz así.
Yo soy el que te espera:
_¡Soy tu perro!!!
_¡Soy tu perro!!!
Yosisideral.
Ares en su primera aparición con el grupo parece uno más, y aquí lo vemos caminando junto a Luis al lado de la acequia de Haza Mesa, que recoge sus aguas del corazón del Barranco San Juan.
No paro de mirar esta foto, y cuando me fijo en Ares, me pregunto si seria conveniente aprender a ladrar para estar a la altura de la nobleza que me transmite su cara.
Subiendo allá donde la ilusión se eleva conforme se extienden las vistas.
Un nuevo abrevadero natural con tapa y todo.
Por debajo de los Peñones de San Francisco vemos el Albergue también de San Francisco.
Este albergue fue construido en 1.920, por un grupo de montañeros aficionados al esquí y a la montaña, asociados con el nombre de "Sociedad Sierra Nevada". En sus inicios era de mayor tamaño, pues esto que queda es sólo una parte. Aquella debió ser una época maravillosa, aunque de mayor esfuerzo, pero el premio era encontrarse el manto inmaculado como las nevadas y la naturaleza lo dejaban. Decir que entonces no había estación de esquí.
Poco a poco el alto cordel se va mostrando.
Roble Rebelde que trazó el itinerario de subida un poco más a la izquierda se topó con esta artesana charca de Haza Mesa.
Comenzamos la parte más dura que haremos zigzagueando por la cara que vemos.
Gran Muflón nos muestra en esta foto el pronunciado desnivel.
El sol da brillo a la roca de pizarra que conforma la cima.
Y allí estaba ya esperándonos León Marino, al que decimos que tanto en el senderismo como en el ciclismo la única etapa perdida es aquella que no se inicia. Suerte campeón y ¡Aúpa Athletic¡
En la ladera Norte vemos como recoge el agua de la acequia la charca que antes le mostrábamos.
El día es ideal para regocijarnos y saborear lo que nos ofrece esta cima del Puntal de las Cazoletas.
Roble rebelde a lo suyo, despertando de la la siesta a esta hembra que da la sensación de estar preñada.
Roble Rebelde que sube por estos cortados nos muestra a su espalda La Loma de la Cuna de los Cuartos enlazando a la derecha con la de Papeles. Un poco más lejana vemos sobreponerse otra loma, se trata de La Cuerda del Alguacil.
Reagrupándonos. Esperando a ver que fotos además de esta nos trae Roble Rebelde.
Calígine posa mostrándonos parte del gran Cordel ya que aparece tapado por los Atalayones (Chico y Grande) y la Loma de San Juan. Esa zona nos atrae y desde hoy se ha convertido en un nuevo reto.
Las vistas al Norte se extienden en las que aparecen claramente las Sierras de Huétor y Arana y otras muchas más lejanas de la provincia de Jaén.
Oficial con el Veleta detrás.
Espectaculares vistas de la zona alta del Barranco de San Juan. Arriba vemos desde el Corral del Veleta hasta Los Peñones de San Francisco.
Arriba nevados, en el centro El Veleta con el Cerro de Los Machos (3.327 m) a su izquierda.
Un poco más abajo vemos como viene la Acequia de Hoyo Puente desde el mismo Barranco de San Juan. Ahora está en desuso pero sigue siendo una fenomenal senda para conectar el Collado del Diablo y Albergue de San Francisco con los Cortijos del Hornillo.
¿Serán la nieve y la montaña las que se encargan de regar la amistad para que florezca como la primavera?
¿O será la amistad la que resiste los gélidos tiempos invernales y la distancia para iluminar las duras rocas de la montaña?
(Quinrri)
Tras dejar atrás el Puntal de las Cazoletas fuimos en dirección Este hasta esta loma para admirar La Alcazaba.
Que razón tenías Juan Diego cuando nos hablabas de este lugar al que de nuevo vuelves para guiar a tus compañeros junto a tu Ares. La Solidaridad es un gran valor y tu la derramas a cada paso.
Llevamos mucho tiempo viéndoos. En la derecha en lo más alto del vertical Barranco del Aceral vemos alzarse el Pico del Cuervo (3.145 m). Continua a su izquierda el Cerro del Mojón Alto (3.115 m) y La Loma del Calvario.
La llaman "la dama" a La Alcazaba, a su derecha viene apareciendo un gran galán que parece querer cortejarla: El Mulhacén.
En el centro vemos el encantador Refugio de La Cucaracha entre verdes prados y árboles nobles. Por encima se observa el valle del Río Vadillo.
El Puntal de Vacares (3.144 m) aparece en el centro con la Alcazaba a la derecha y el Pico del Cuervo a su izquierda.
Vertiginosa vista del Barranco del Aceral bajando de la cima del Pico del Cuervo. Abajo en el centro se aprecia su refugio.
Comenzamos a descender en busca de un buen restaurante en el que reagruparnos ya que tenemos dos exploradores a mayor altura por el Atalayón Chico.
A la vez que bajamos vamos un poco hacia el Este, de ahí que cada vez sea más visible el Gran Cordel y La Loma del Lanchar que divide los Barrancos del Guarnón que baja del mismo Veleta y el posterior a la loma que es el del Río Valdeinfierno.
Que les parece este lugar como restaurante para hoy.
A la salida del Puntal de las Cazoletas León Marino y Roble Rebelde que es el que lo retrata subieron al Atalayón Chico para ver el Gran Cordel desde esta excepcional perspectiva.
Aquí los tienen posando con el Gran Cordel seguido desde El Veleta al Puntal de la Caldera.
Desde la izquierda vemos las cumbres del Puntal de Vacares, La Alcazaba, El Mulhacén con El Juego de Bolos (3.016 m) por debajo y El Puntal de la Caldera (3.219 m).
Y ya sabes, vida sana, buenos alimentos, aire puro para los pulmones y a reventar pelotones a pedalada limpia, limpia, siempre limpia.
"Anoche soñe que el Mulhacén raptaba a La Alcazaba, y soñando sobre un corcel llamado Basalto cabalgué en la noche de nuevo hacia Sierra Nevada para liberarla".
El techo peninsular, El Mulhacén (3.479 m).
Altísimo e impagable restaurante el elegido hoy.
Orgullo de oficial pero de ese orgullo que encumbra la humildad, con siete ruseños como siete colosales montañas y como testigo Ares.
Por aquellas lomas debutaste en este grupo Juan Diego. El enlace de aquella ruta es: http://losescuderossenderismo.blogspot.com.es/2014/06/lavaderos-de-la-reina-desde-la-loma-de.html
El triunfo supremo es ser humilde y la mayor victoria ganarte el respeto de tus rivales.
(Quinrri)
Nos vamos para Los Cortijos del Hornillo.
Magnífica foto con Luis indicando hacia lo más alto de la península.
Desde la derecha El Cerro de Los Machos, Los Crespones de Río Seco y La Punta de Loma Pelada (3.185 m).
El Mulhacén y el Juego de Bolos por debajo.
La reina mora de Sierra Nevada LA ALCAZABA (3.364 m)
Bajando hacia los Cortijos del Hornillo que ya aparecen abajo. En frente en la Loma del Calvario vemos cada vez más cercano el Refugio de la Cucaracha.
En esta foto se observa dos grandes lomas que ascienden hacia los picos septentrionales del Gran Cordel por encima de los tres mil metros. La más suave y lejana es La Loma de Papeles y Piedra Partida, y la más empinada la del Calvario. Entre ambas discurre el Río Vadillo formando otro enorme y alargado barranco.
Esta es de las vistas más profundas que hemos mostrado del Barranco del río Guarnón. Arriba a la derecha el Cerro de Los Machos a punto de despedirse.
Por la Dehesa de San Juan.
Detalle de la zona del Refugio de la Cucaracha.
A partir de ahora comenzamos a alejarnos de la Loma del Lanchar que separa los barrancos del Guarnón y el tapado de Valdeinfierno.
Una nueva perspectiva del Barranco del Aceral con el pico del Cuervo arriba.
Llegando al Hornillo.
Corral para el ganado.
Descansando y tomando el agradable sol primaveral junto a los componentes de otros grupos.
Luis posa de cara a la Alcazaba desde la era de los Cortijos del Hornillo.
¡Que lugar más agradable y relajante!
Juan Diego y Ares. Ve estudiando la subida a esa dama o reina mora que es La Alcazaba. De tanto admirarla nos tiene atrapados y ya no se nos va de la cabeza.
Roble Rebelde
Saliendo por la senda que nos llevará hasta el Cortijo del Hoyo.
Mientras vamos dejando atrás el Hornillo los picos del Alto Cordel comienzan a atraer las nubes.
Oficial desde el mirador del Hornillo.
Dejamos atrás el Hornillo para poco a poco introducirnos en un nuevo bosque de robles melojos.
Inmersos en el bosque llegamos al cruce de una senda que baja a la derecha hacia Casas Viejas y La Vereda de la Estrella.
Entre este claro del bosque vemos a La Alcazaba cubrirse con un inmaculado velo blanco. Parece decirnos que después de nuestra marcha hoy ya no será para nadie más.
Rima LXXIV
Las ropas desceñidas,
desnudas las espaldas,
en el dintel de oro de la puerta
dos ángeles velaban.
desnudas las espaldas,
en el dintel de oro de la puerta
dos ángeles velaban.
Me aproximé a los hierros
que defienden la entrada,
y de las dobles rejas en el fondo
la vi confusa y blanca.
que defienden la entrada,
y de las dobles rejas en el fondo
la vi confusa y blanca.
La vi como la imagen
que en leve ensueño pasa,
como rayo de luz tenue y difuso
que entre tinieblas nada.
que en leve ensueño pasa,
como rayo de luz tenue y difuso
que entre tinieblas nada.
Me sentí de un ardiente
deseo llena el alma;
como atrae un abismo, aquel misterio
hacia sí me arrastraba.
deseo llena el alma;
como atrae un abismo, aquel misterio
hacia sí me arrastraba.
Mas ¡ay! que, de los ángeles,
parecían decirme las miradas:
"¡El umbral de esta puerta
sólo Dios lo traspasa!"
parecían decirme las miradas:
"¡El umbral de esta puerta
sólo Dios lo traspasa!"
Ya vemos de nuevo Güejar-Sierra por esta preciosa senda que discurre paralela a la Vereda de la Estrella pero un poco más alta.
Dejamos atrás el bosque encantado.
Dejando atrás estos restos.
Nos introducimos en un nuevo bosque de robles melojos que en toda esta zona son muy abundantes.
Calígine nos dice que cada recodo del camino es una ilusión.
En esta fuente nos reagrupamos de nuevo.
Llegando al Cortijo del Hoyo.
Una mirada hacia atrás.
Por debajo de la Loma de la Cuna de los Cuartos vemos el Cortijo de Las Nogueras.
Cruce del Cortijo del Hoyo por el que pasamos esta mañana.
Reconocida pileta.
Este pequeño tramo desde el Cortijo del Hoyo hasta La Cantera de Serpentina es el único que recorreremos dos veces.
La genista está a punto de eclosionar.
Este ejemplar de abeto llamó nuestra atención.
Llegando a la Cantera de Serpentina situada en el tramo final del Barranco de San Juan. Dejó de extraerse La Serpentina (tipo de mineral) sobre El 1.960.
Ahora como colofón nos disponemos a bajar este corto tramo final del Barranco de San Juan hasta el lugar de partida.
Presa del Arroyo San Juan junto a la cantera.
La pista por la que brevemente iremos creemos que enlaza con otra que sube desde Güejar Sierra hasta El Dornajo.
A los pocos metros bajamos a la derecha por una complicada senda.
Dejamos la presa atrás.
Complicada pero atractiva senda.
Enorme castaño que nada tiene que desmerecer al que en su día nos sorprendiera en la Vereda de la Estrella.
POEMA DEL CASTAÑO
Pasado el viento que con violencia
arrancaba las hojas del castaño
la calma regresó y fue de nuevo
otoño para árboles y campo.
Las hojas del follaje continuaron
su caída, como antes de los vientos,
sin nadie que sacara por la fuerza
el árbol, lo que daba a los inviernos.
Mirando el desprenderse de las hojas,
yo pensaba en la vida del humano,
que pone su violencia sobre todo
y tanto se enardece por los cambios.
Pasada la ansiedad y el afanarse,
otro cielo comienza, y todo sigue
su curso, por la fuerza de la vida
que guía desde adentro a lo que vive .
Sería más sencillo, acompañarla,
ayudando a los partos de los tiempos,
dejando a los otoños y veranos
que enfrenten con su fuerza a los inviernos.
Mamerto Menapace.
arrancaba las hojas del castaño
la calma regresó y fue de nuevo
otoño para árboles y campo.
Las hojas del follaje continuaron
su caída, como antes de los vientos,
sin nadie que sacara por la fuerza
el árbol, lo que daba a los inviernos.
Mirando el desprenderse de las hojas,
yo pensaba en la vida del humano,
que pone su violencia sobre todo
y tanto se enardece por los cambios.
Pasada la ansiedad y el afanarse,
otro cielo comienza, y todo sigue
su curso, por la fuerza de la vida
que guía desde adentro a lo que vive .
Sería más sencillo, acompañarla,
ayudando a los partos de los tiempos,
dejando a los otoños y veranos
que enfrenten con su fuerza a los inviernos.
Mamerto Menapace.
La senda parece estar en desuso.
Y aquí nos topamos con la causa, este desprendimiento que corta en parte la senda.
Calígine y Córvido Carcávico soltando la tensión tras el peligroso y nada recomendable paso.
Llegando al lugar de partida que es el aparcamiento que vemos a la izquierda junto a la antigua vía minera.
Río Genil hacia el Embalse de Canales.
El puente por el que cruzaremos el caudaloso Arroyo San Juan.
Y para finalizar una pregunta ¿De quién es esta porra?
La respuesta en la próxima ruta. Saludos.
Longitud del trazado: 17,4 Km.
Duración: 7 horas.
Grado de Dificultad: Media.
Agua: Llevar o reponer en Los Cortijos del Hornillo.