domingo, 9 de octubre de 2016

ARROYO DE LA CAMPANA, EL CALAREJO, CORTIJO DEL MULÓN



CIRCULAR: LOS BONALES, CASA DE LAS TABLAS, ARROYO DE LA CAMPANA, MAJAL DEL PINO, CORTIJO DE LA CAMPANA, EL CALAREJO, LOS PARDALES, CORTIJO DEL MULÓN, LOS BONALES. 





   Inmersos en el salvaje valle del Arroyo de la Campana, estos cuatro maratonianos del CD Senderista "Los Escuderos" nos ofrecen esta interesante ruta con un tramo improvisado, que la hace singular pero nada aconsejable.

SINOPSIS.- 
                    -El inicio fue desde la CF de los Bonales por la pista que va remontando paralela al Río Aguamula. Al llegar a la extensa cortijada de la Casa de las Tablas, cruzaron primero el río por un bonito puente de troncos de madera y tablas, y seguido vadearon el Arroyo de la Campana dejándolo a la izquierda, yendo en busca primero del Majal del Pino, siguiendo hacia el Cortijo de la Campana y la cumbre del día: el bonito y escarpado pico del Calarejo de los Villares y su caseta en ruinas.

 Tras el descenso hacia el Collado de la Cierva lo aconsejable para ir a la CF de Los Pardales, habría sido continuar hacia el Collado de Roblehondo, pero aquí comenzaron la variante aventurera, atravesando el Barranco de La Campana por un complicado paso, dada su dificultad para descenderlo y sortear la maraña de vegetación de ribera y abruptas lomillas. Tras el experimento tocaba descansar en Los Pardales admirando las verticales paredes de Peña Plumera y Cinto de Viñuela de la imponente Cordillera de las Banderillas.

 El camino de vuelta fue todo un placer, bajando por la ancestral senda que va hacia el Cortijo del Mulón, casi siempre por lo alto de la loma que separa el Arroyo de la Campana, del  Río Aguamula y que nos ofrecía unas vistas excepcionales del Castellón de los Toros y del Recó del Aguamula.

 Desde el Cortijo del Mulón bajando en dirección Este fueron en busca de vadear el Río siempre caudaloso. Tras pasarlo estaban ya cerca de la pista que los conduciría al lugar de partida, la CF de los Bonales.

  En resumen, esta es una clásica ruta que rememora la intensa actividad serrana que por sus sendas discurrió hasta hace unas pocas décadas. La variante realizada sirvió para saber cuan complicada es esta zona de la parte alta del Arroyo de la Campana cuando te sales del camino.
 En espera que la disfruten pasamos a mostrársela.







  DOMINGO  9  DE  OCTUBRE  DE  2.016.






  Desde la CF de Los Bonales a punto de iniciar la ruta les presentamos desde la izquierda a Cristóbal, Coyote, Julio y Lobo, los cuatro jinetes que hoy cabalgarían por ambas lomas del valle del Arroyo de la Campana.




    La fuente de Los Bonales.




   Tras seguir 1'5 km la pista del Aguamula cruzaron el Río por este puente que encontraron a la derecha.




   Vadeando el Arroyo de la Campana tras...




  haber dejado la zona del Cortijo de las Tablas atrás, como muestra la foto.




  A nuestra izquierda vemos como se alza la bonita Piedra del Mulón (1.178 m).




   Cristóbal por la zona del Majal del Pino con el valle del Arroyo de la Campana elevándose hasta el mismo Collado de Roblehondo. 




 Detalle del Cinto de Viñuela y de los cortados del Peña Plumera y Las Banderillas.




  Arriba, el Morro de los Tornajos (1.341 m).




  A media ladera vemos amarillear parte de las tablas del Cortijo de la Campana.




   Ancestral senda esta que une el Cortijo de las Tablas con el de La Campana para el que continúan subiendo.




   Una foto que aquí es como un leve respiro que siempre se agradece.




    En el Cortijo de la Campana con el Morro de los Tornajos arriba.




   Oficial desde el Cortijo de la campana con vistas al cerro de las antenas el Majal Alto (1.530 m).




  Siguiendo esta alargada subida mientras pasan por una zona de helechos.




   Los colores otoñales van poco a poco apareciendo.




   Al ganar altura aparece a la derecha la loma con el característico y alargado cortafuegos que desde el Calarejo de los Villares baja hasta Coto Ríos. Al fondo la Sierra de las Villas con El Pardal y Peña Corva en el centro.




   Último tramo de la ascensión al Calarejo de los Villares. Se sube por entre esos roquedales.




   Y en la cumbre la primera foto con vistas al imponente macizo pétreo de Las Banderillas (1.993 m).




   La cima coincide con la Caseta de Vigilancia del Calarejo de los Villares (1.617 m).
Pocas casetas están tan integradas al paisaje rocoso como esta. Faltan palabras para describir sus extensos dominios.




   El grupo disfrutando de la cumbre con Cristóbal en primer término que con su experiencia ha conseguido subirlo en volandas.




   Sobrecogedora y voladora cima.




   Vistas hacia el Pantano del Tranco con el Cubo (1.801 m) arriba a la izquierda.




  Hemos querido presentar en esta su primera cima como nuevo socio de nuestro humilde Club a nuestro compañero Lobo. Bienvenido. Si consigues pasar la dura prueba de tu debut, lo que venga después te será mucho más llevadero. Es un placer poder caminar contigo.  




  Requerida y obligada oficial junto a la caseta.




   Vista al Sur-Oeste de la raspa del Calarejo de los Villares. Este es el inconfundible cuerno que tantas veces hemos visto desde la lejanía y que lo hace tan reconocible.
 Al fondo el gran valle del Guadalquivir.




   Vistas al Nor-Oeste del valle del Arroyo del Aguarrocín jalonadas al fondo con el Blanquillo (1.830 m) techo de la Sierra de las Villas. 




   Vistas hacia el Sur con la "Montaña Corazón" El Picón del Haza (1.504 m) en el centro. La semana que viene tenemos la intención de coronarlo y sentir sus latidos.  




   Homenaje a nuestro querido y valorado compañero Cristóbal, que pese a sus muchas actividades siempre acaba encontrando un hueco para ofrecer su experiencia al grupo.




   Una pena el deterioro en que se encuentra esta caseta tan especial.




   Vistas al Norte con el valle del Arroyo de la Campana en primer término.




   Magnánimo Cinto de Viñuela de la Cordillera de Las Banderillas.




   Vista hacia el Calarejo de los Nevazos (1.558 m). Al fondo la Cuerda de Las Empanadas y La Sierra de la Cabrilla, máximas alturas del gran Parque. 




    Esta foto es del sábado 19 de octubre de 2.013. Con ella queremos rememorar la estupenda ruta que en esa fecha tuvimos la suerte de disfrutar.
 Si quieren recordarla sólo tienen que pinchar en el siguiente enlace: http://losescuderossenderismo.blogspot.com.es/2013/10/calarejos-de-los-villares-y-de-los.html




   Bajando del Calarejo de los Villares.




   Coyote en el Collado de la Cierva. Como casi siempre en cabeza.
 Desde aquí se aprecia el Cortijo de Los Pardales, comienza la variante que pasa por bajar al barranco del Arroyo de la Campana y llegar al citado cortijo. 





   Tras la loma que desde Los Pardales recorrerían más tarde en la bajada al Mulón vemos el siempre atractivo Castellón de los Toros (1.477 m)




   En el Collado de la Cierva se está cociendo el espíritu aventurero que este Club siempre lleva dentro.




  Lobo y Cristóbal sujetan a Coyote antes de soltarlo para que con su gran olfato busque el paso más accesible a sus compañeros.




   Antes una mirada al Calarejo de los Villares, cuya caseta aparece en la izquierda.




   Manos, pies y dientes a la obra. El objetivo aparece en frente.




   En plena bajada al Barranco de la parte alta del Arroyo de la Campana.




    Al llegar al arroyo y tras sortear la parte más complicada, estas inmaculadas aguas vienen de perlas.




   Llegando al Cortijo de los Pardales.




   Desde Los Pardales con vista a Peña Plumera.




    Menudo enclave tiene este Cortijo de Los Pardales.




   Recuperando el aliento.




   Vistas desde Los Pardales hacia el Collado de la Cierva y el Calarejo de los Villares.




   Que mejor compañía para la bajada hacia el Cortijo del Mulón que llevar a la derecha la Cordillera de las Banderillas.




   Nuevas vistas hacia el Castellón de los Toros.




   Agerrido y esbelto laricio.




HACIA LA CIMA DE LA MONTAÑA

Estoy subiendo poco a poco una montaña
y me dirijo a la cima
para contemplar la maravillosa vista panorámica
y encontrarme conmigo misma
analizando mi mundo interior.

Subo atravesando diversos senderos,
unas veces llanos y fáciles,
otras veces rocosos y complicados.
Me canso y paro varias veces a descansar
Deseo llegar a la meta y oir tu voz desconocida,
Recibir la luz del sol,
respirar el aire limpio y puro.
Ver los verdes árboles, volar sus hojas,
contemplar el mar y numerosos pueblos dispersos.

Mi vida es como un sendero que sube montañas,
algunos días el camino es fácil y llano.
Otros días el trayecto es rocoso y problemático
pero camino siempre en dirección a la cumbre
que es la meta de mis deseos:
Llenar mi vacío con amor
y observar su belleza como el más hermoso paisaje.
Hacia la cima de la montaña acude mi alma.


                                      Paloma P.P.




   Valle del Arroyo de la Campana, "Los Escuderos" hoy han caminado por vuestras ancestrales sendas rememorando aquel hervidero de vida auténtica que no hace tanto bullía por estos pagos. 




    Arriba Peña Plumera parece como un faraónico león recostado que desde la altura vigilara sus vastos dominios.




   La recompensa a la dura subida de la mañana, en relajada bajada por esta bonita senda en la que pudieron ver gran cantidad de ungulados (jabalíes, gamos, ciervos y muflones).




   Siempre me ha parecido un monte mágico por su enclave este Castellón de los Toros.




   Cristóbal nos ofrece el Cinto de Viñuela y la zona del Hoyazo. Es un enamorado de estos farallones y cada vez que puede acude a su telúrica llamada. Desde los Corralejos de Fuente Segura se extiende el Gran Farallón en una sucesión de cintos y cortados que llegan girando hasta el mismo Picón del Haza. 




   Salvaje y recóndito Hoyazo.




   De nuevo asoma nuestro viejo conocido y señor estratégico de estos valles, El Mulón.





EL MONTE Y EL RÍO

En mi patria hay un monte.
En mi patria hay un río.

Ven conmigo.

La noche al monte sube.
El hambre baja al río.

Ven conmigo.

Quiénes son los que sufren?
No sé, pero son míos.

Ven conmigo.

No sé, pero me llaman
y me dicen "Sufrimos".

Ven conmigo.

Y me dicen: "Tu pueblo,
tu pueblo desdichado,
entre el monte y el río,

con hambre y con dolores,
no quiere luchar solo,
te está esperando, amigo".

Oh tú, la que yo amo,
pequeña, grano rojo
de trigo,
será dura la lucha,
la vida será dura,
pero vendrás conmigo.

                 Pablo Neruda






   Lo que nos apena, es que estas sendas aunque aún se mantienen un poco por los senderistas, su desuso está haciendo que cada vez estén más intransitables y en ocasiones perdidas por los desprendimientos y la voracidad de la vegetación que acaba envolviéndolas.




    Bajando relajados a media ladera, con el valle del Aguamula a la derecha.




   El valle del Río Aguamula sube buscando su nacimiento que está en el Recó que sobre la derecha busca su nacimiento bifurcado en dos verticales arroyos que en la foto no se aprecian. Además por esa zona, en época de lluvias las cascadas de los hermanillos vierten sus aguas desde las entrañas de Las Banderillas al cauce.




    Que fuerza tiene aquí la vegetación, que ni la venenosa acícula de los pinos invasores es capaz de detenerla pese a la escasez de lluvias.




   Una breve parada para admirar el Majal Alto, el Puntal de las Cabras, La Morra de las Hormigas, el mágico Castellón de los Toros, el Recó de Aguamula, y lo que no se ve, las gigantescas paredes de las Cordillera de Las Banderillas.




   Nueva oficial mientras poco a poco se van acercando al Cortijo del Mulón.




   ¿Dónde caminará la "Mula Literaria" que tantas veces pasara por aquí en busca de Los Pardales, Roblehondo, el Tranco del Perro y los inmensos Campos de Hernán Perea?




    Cordillera que en sus cumbres guarda los sueños de los que cada amanecer le regalaban su primera mirada.




   Llegando al Cortijo del Mulón en cuyos alrededores aún existe el pequeño olivar que lo hacía autosuficiente.




    Si hemos abandonado un lugar como este, la pregunta está lanzada: ¿hacia dónde estamos yendo?




    Bonito lugar para la filosofía y la tertulia a la caída de la tarde, tras la briega de un día muy aprovechado.




   Se morirán todos tus árboles, no quedará ni polvo de tus tejas, pero las lágrimas de lluvia y el viento seguirán acariciando tu recuerdo.




   Tras dejar el cortijo bajaron un pequeño trecho para vadear el Río Aguamula, siempre caudaloso.







   Tras vadear, por aquí conectaron rápidamente con la pista.




                              X

Piedra en la piedra, el hombre, dónde estuvo?
Aire en el aire, el hombre, dónde estuvo?
Tiempo en el tiempo, el hombre, dónde estuvo?
Fuiste también el pedacito roto
de hombre inconcluso, de águila vacía
que por las calles de hoy, que por las huellas,
que por las hojas del otoño muerto
va machacando el alma hasta la tumba?
La pobre mano, el pie, la pobre vida...
Los días de la luz deshilachada
en ti, como la lluvia
sobre las banderillas de la fiesta,
dieron pétalo a pétalo de su alimento oscuro
en la boca vacía?
Hambre, coral del hombre,
hambre, planta secreta, raíz de los leñadores,
hambre, subió tu raya de arrecife
hasta estas altas torres desprendidas?

Yo te interrogo, sal de los caminos,
muéstrame la cuchara, déjame, arquitectura,
roer con un palito los estambres de piedra,
subir todos los escalones del aire hasta el vacío,
rascar la entraña hasta tocar el hombre. 

                        XII

Sube a nacer conmigo, hermano.
Dame la mano desde la profunda
zona de tu dolor diseminado.
No volverás del fondo de las rocas.
No volverás del tiempo subterráneo.
No volverá tu voz endurecida.
No volverán tus ojos taladrados.
Mírame desde el fondo de la tierra,
labrador, tejedor, pastor callado:
domador de guanacos tutelares:
albañil del andamio desafiado:
aguador de las lágrimas andinas:
joyero de los dedos machacados:
agricultor temblando en la semilla:
alfarero en tu greda derramado:
traed a la copa de esta nueva vida
vuestros viejos dolores enterrados.
Mostradme vuestra sangre y vuestro surco,
decidme: aquí fui castigado,
porque la joya no brilló o la tierra
no entregó a tiempo la piedra o el grano:
señaladme la piedra en que caísteis
y la madera en que os crucificaron,
encendedme los viejos pedernales,
las viejas lámparas, los látigos pegados
a través de los siglos en las llagas
y las hachas de brillo ensangrentado.
Yo vengo a hablar por vuestra boca muerta. 
A través de la tierra juntad todos
los silenciosos labios derramados
y desde el fondo habladme toda esta larga noche
como si yo estuviera con vosotros anclado,
contadme todo, cadena a cadena,
eslabón a eslabón, y paso a paso,
afilad los cuchillos que guardasteis,
ponedlos en mi pecho y en mi mano,
como un río de rayos amarillos,
como un río de tigres enterrados,
y dejadme llorar, horas, días, años,
edades ciegas, siglos estelares.

Dadme el silencio, el agua, la esperanza.

Dadme la lucha, el hierro, los volcanes.

Apegadme los cuerpos como imanes.

Acudid a mis venas y a mi boca.

Hablad por mis palabras y mi sangre.


                               
                                                   Pablo Neruda






    En Los Bonales reponiendo fuerzas. Misión cumplida. Hasta la próxima. Saludos.



Longitud del trazado: 23'3 Km.

Duración: 9 horas.

Grado de Dificultad: Media Alta.

Agua: Llevar.

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