CIRCULAR: CORTIJO COLLADO DE ABAJO, LA SAGRA, COLLADO DE LA SAGRA CHICA, BOSQUE VERTICAL.
Desde la cima de La Sagra, Gran Muflón, Luis y Cristóbal nos ofrecen esta blanca ruta. Lástima que sólo pudieran acudir ellos, ya que muchos nos quedamos con las ganas. Quizás faltara algo de promoción, por lo que habrá que volver para que sobre todo los ausentes puedan disfrutar de la nieve.
SINOPSIS DE LA RUTA.-
- Tras dejar el vehículo en el Cortijo de los Collados de Abajo, subimos primero suavemente por un carril hasta la Loma de Carrillo. A partir de aquí comienza la subida por el inclinado Embudo con desniveles cercanos al 50% pero en esta ocasión no ascendieron por su empinado trayecto, sino que fueron hacia el Este en busca del Collado de las Víboras.
Continuaron hacia la Cima Este, al geodésico de La Sagra, a la Cima Oeste y al collado de La Sagra Chica desde dónde tomaron por una senda entre pinos por la que atravesaron el llamado Bosque Vertical hasta que cercanos al Cortijo del Collado Blanco tomamos por unos carriles y trochas que nos llevaron al lugar de partida.
En resumen, fue una dura ruta por su desnivel, pero pocas veces un esfuerzo estuvo tan recompensado, sobre todo por las vistas que desde la cima de esta solitaria reina que es La Sagra ofrecía, con el añadido de que hoy lucía un recién estrenado vestido blanco de nieve que además de engalanarla, enaltecía su figura.
Bueno, a continuación pasamos a mostrarle esta completa circular:
DOMINGO 13 DE MARZO DE 2.016.
Junto al Cortijo de los Collados de Abajo en dónde dejaron el automóvil. Al fondo la reina del altiplano granadíno, que luce un sensaciónal vestido blanco.
Subiendo por la Loma de Carrillo dejamos el Embudo a nuestra derecha, que en aquel momento estaba siendo ascendido por tres senderistas, de los muchos con los que se cruzaron en un día soleado y cálido.
Acercándose a la gran mole por esta senda que conduce hasta el Collado de las Víboras.
Pero como la nieve estaba en un tentador estado, ellos decidieron trazar su itinerario un poco más arriba de la senda y disfrutar así del gran manto blanco.
Aquí se toman un respiro para hacerse esta luminosa oficial. A su izquierda vemos la Sierra de Grillimona bastante nevada.
Luis nos muestra el gran espesor de nieve que encontraron en esta cara Norte de La Sagra.
Precioso y ajustado paso para desatar la adrenalina.
En el semblante de Gran Muflón se ve la satisfacción tras haber dejado atrás este complicado paso.
La variante tomada para atravesar la cara Norte de La Sagra está resultando como pueden ver una espectacular aventura.
Llegando al Collado de las Víboras.
Nueva oficial del tridente en el Collado de las Víboras.
Arriba a la izquierda vemos la Cima Este de la Sagra para la que se dirigen una vez retomada la senda y previo paso por El Morro de las Zamarrillas que vemos a la derecha.
El día elegido para esta ruta es aparte de cálido y sin viento de unas vistas limpias y profundas; lástima que no acudiéramos mayor número de socios a esta espléndida ruta. Este humilde cronista y otros muchos nos quedamos con las ganas.
En primer término vemos el Collado de las Víboras y luego desde la derecha La Sierra de Jorquera, la del Águila, la de los Tornajos y varias Sierras de Murcia como la de Espuña, la del Cambrón. En la parte izquierda vemos las Sierras de Moratalla, de Taibilla y la de las Cabras que también tiene algo de nieve.
Y durante la ascensión Luis retrata a Crístóbal y a Gran Muflón y ...
Cristóbal le responde.
El tridente quiere rendir homenaje a este gigante caido que tuvo que ser un portento en vida. Al fondo de nuevo las inmensas vista al Este.
LLegando a la zona del Morro de las Zamarrillas las vistas al Oeste con sus cumbres nevadas son de una belleza sobrecogedora.
Hacia la cima Este.
El Sol
A plena luz de sol sucede el día,
el día sol, el silencioso sello
extendido en los campos del camino.
Yo soy un hombre luz, con tanta rosa,
con tanta claridad destinada
que llegaré a morirme de fulgor.
Y no divido el mundo en dos mitades,
en dos esferas negras o amarillas
sino que lo mantengo a plena luz
como una sola uva de topacio.
Hace tiempo, allá lejos,
puse los pies en un país tan claro
que hasta la noche era fosforescente:
sigo oyendo el rumor de aquella luz,
ámbar redondo es todo el cielo:
el azúcar azul sube del mar.
Otra vez, ya se sabe, y para siempre
sumo y agrego luz al patriotismo:
mis deberes son duramente diurnos:
debo entregar y abrir nuevas ventanas,
establecer la claridad invicta
y aunque no me comprendan, continuar
mi propaganda de cristalería.
No sé por qué le toca a un enlutado
de origen, a un producto del invierno,
a un provinciano con olor a lluvia
esta reverberante profesión.
A veces pienso imitar la humildad
y pedir que perdonen mi alegría
pero no tengo tiempo: es necesario
llegar temprano y correr a otra parte
sin más motivo que la luz de hoy,
mi propia luz o la luz de la noche:
y cuando ya extendí la claridad
en ese punto o en otro cualquiera
me dicen que está oscuro en el Perú,
que no salió la luz en Patagonia.
Y sin poder dormir debo partir:
para qué aprendería a transparente!
Hoy, este abierto mediodía vuela
con todas las abejas de la luz:
es una sola copa la distancia,
al territorio claro de mi vida.
Y brilla el sol hacia Valparaíso.
Pablo Neruda.
Con la Cima Este a su izquierda Luis nos muestra la pirámide de la cumbre, como ven toda cubierta de nieve.
A nuestra derecha vemos el famoso embudo que es por dónde se sube de la manera más vertical a esta solitaria mole.
En su día subimos por ahí y por si quieren recordarlo el enlace de aquella aventura es:http://losescuderossenderismo.blogspot.com.es/2014/10/la-sagra-desde-el-embudo.html
VOZ
DEL AGUA
Era
pura nieve,
y
los soles me hicieron cristal.
Bebe,
niña, bebe
de
la clara pureza de mi manantial.
Canté
entre los pinos
al
bajar desde el alto nevero;
crucé
los caminos,
di
armonía y frescura al sendero.
No
temas que aleve,
finja
engaños mi voz de cristal.
Bebe,
niña, bebe
la
clara pureza de mi manantial.
Allá,
cuando el frío,
mi
blancura las cumbres entoca.
Luego,
en el estío,
voy
cantando a morir en tu boca.
Tan
sólo soy nieve.
No
me enturbian ponzoña ni mal.
Bebe,
niña, bebe
la
clara pureza de mi manantial.
Enrique
de Mesa
Llegando a la Cima Este de La Sagra.
Desde la Cima Este, vista del cono que nos queda por ascender para coronar a la reina del altiplano granadino.
Nuestros afortunados compañeros posan cercanos a la cumbre y nos dicen que junto a los múltiples visitantes con los que se mezclaron, rara vez hallarán un mejor día para disfrutar desde esta magnífica montaña.
En primer término las embrujadoras formaciones geológicas del Alto de la Losa que vemos un poco a la izquierda al Norte de Sierra Seca entre las Lomas de La Mojonera a la izquierda y de Loma Conejero a la derecha.
Marcando el horizonte entre Las Banderillas y el Calar de las Palomas vemos tras los campos de Hernán Perea el Blanquillo y el perfil alto de su Sierra de Las Villas. En la parte más izquierda por encima de Santiago de la Espada se aprecia claramente la Sierra del Almorchón y buena parte de la Sierra de Segura profunda fundiéndose con otras sierras de Albacete.
La nieve parece rejuvenecer a nuestro tridente. En el centro ya es visible el geodésico o cumbre de La Sagra (2.381 m)
Gran nevada sobre la gran mole, gran corazón purificado, grande grande Gran Muflón.
Bueno pues gracias a nuestros tres agraciados compañeros ya tenemos en la mochila para los anales de nuestra humilde historia como club, La Sagra vestida de novia.
Luis se pidió las vistas al Noroeste hacia nuestro gigantesco Parque de Cazorla, Segura y Las Villas.
Cristóbal nos ofrece la profundidad hacia el Norte en la que apreciamos El Yelmo y siguiendo a la derecha los Calares del Mundo y de la Sima, con la Sierra de Alcaraz detrás. Más cercana vemos adornadas con jirones de nieve las Cuerdas de Los Miravetes y de Grillimona.
Y Gran Muflón quiso mostrarnos el Noreste en cuya lejanía se aprecian zonas de las provincias de Jaén, Granada, Albacete y Murcia.
Y siguiendo por este maravilloso mirador que es la hoy nevada cresta del La Sagra nos vamos para su Cima Oeste.
Lo que siento al ver esta foto es algo más que regocijo y satisfacción. Nuestro Compañero Cristóbal fue el que juntó tanta belleza, en la que ahora también apreciamos al fondo a la izquierda superpuestas partes de las Sierras: Seca, De Castril y De La Cabrilla y Empanadas.
Nuestros fotógrafos se esmeran en captar el encanto que hoy luce La Sagra y que se asemeja al esplendor de una novia antes de su boda. Esta es gentileza de Luis.
Entre el tupido velo de nieve vemos esta cara despejada mientras siguen camino hacia la Cima Oeste.
Una mirada hacia atrás con la Cumbre en el centro.
El tridente que para sí lo quisiera el R. Madrid, posa en la Cima Oeste con vistas a un nuevo mundo que seguido les mostraremos.
Esta es de despedida a la Cumbre de la Reina del Altiplano Granadino: La Sagra.
En plena bajada hacia el Collado de la Sagra Chica que parece como si te lanzaras al abismo. Abajo se aprecia el Embalse de San Clemente.
Y aquí pueden maravillarse de ese nuevo mundo que comentábamos.
Estas vistas al Suroeste nos muestra el contraste del suave del Altiplano granadino con las escarpadas cumbres que se alzan en una sucesión de sierras que comenzando por las más cercanas son: Sierra Seca, Sierra de Castril, Cuerda de las Empanadas, Sierra de la Cabrilla, (entre estas dos últimas se ve azulear parte de la Sierra de Cazorla) y a lo lejos la que más nos ha atraído por la cantidad de visitas que le hemos hecho: La Sierra del Pozo.
Y como ven no es al abismo hacia dónde caminaban, que es a la galayera cresta de La Sagra Chica (2.040 m).
LA
TIERRA (Lo Eterno)
Un
mundo como un árbol desgajado.
Una generación desarraigada.
Unos hombres sin más destino que
apuntalar las ruinas.
Romper el mar
en el mar, como un himen inmenso,
mecen los árboles el silencio verde,
las estrellas crepitan, yo las oigo.
Sólo el hombre está solo. Es que se sabe
vivo y mortal. Es que se siente huir
ese río del tiempo hacia la muerte.
Es que quiere quedar. Seguir siguiendo,
subir, a contramuerte, hasta lo eterno.
Le da miedo mirar. Cierra los ojos
para dormir el sueño de los vivos.
Pero la muerte, desde dentro, ve.
Pero la muerte, desde dentro, vela.
Pero la muerte, desde dentro, mata.
...El mar la mar, como un himen inmenso,
los árboles moviendo el verde aire,
la nieve en llamas de la luz en vilo...
Una generación desarraigada.
Unos hombres sin más destino que
apuntalar las ruinas.
Romper el mar
en el mar, como un himen inmenso,
mecen los árboles el silencio verde,
las estrellas crepitan, yo las oigo.
Sólo el hombre está solo. Es que se sabe
vivo y mortal. Es que se siente huir
ese río del tiempo hacia la muerte.
Es que quiere quedar. Seguir siguiendo,
subir, a contramuerte, hasta lo eterno.
Le da miedo mirar. Cierra los ojos
para dormir el sueño de los vivos.
Pero la muerte, desde dentro, ve.
Pero la muerte, desde dentro, vela.
Pero la muerte, desde dentro, mata.
...El mar la mar, como un himen inmenso,
los árboles moviendo el verde aire,
la nieve en llamas de la luz en vilo...
Junto a este ejemplar de pino bandera que tantas veces se habrá agarrado entre las duras inclemencias a la vida.
La Sagra Chica aparece engalanada con múltiples collares relucientes, que para eso hoy se casa su hermana la mayor.
Llegando al Collado de la Sagra Chica (2.027 m), con el bosque vertical a la derecha para dónde vamos.
A nuestro experimentado Cristóbal que siempre suele ir equipado para la ocasión, difícilmente se le van a rizar las uñas de los pies para encarar la pronunciada bajada del Bosque Vertical.
Introduciéndose en este mágico bosque.
Arriba dejamos el Collado de La Sagra Chica para...
ir descendiendo entre majestuosos laricios.
Mirad que naturaleza tenemos casi al lado de casa.
Un bosque único que convierte el aire que respira en constante belleza.
Sólo te faltaron los esquís amigo Cristóbal para que como a tí te gusta, haber desbocado tu adrenalina en un multisensacional descenso, de este supergigante que no lo tienen ni en Chamonix.
Mientras bajan se encuentran con esta curiosa roca, que más pinta tiene de haber bajado rodando que de haber sido erosionada o emergida.
Llegando al final de la fuerte pendiente que supone atravesar este Bosque Vertical de arriba hacia abajo.
Vista desde Collado Blanco (1.555 m) hacia el bosque recién bajado.
Camino del lugar de partida envueltos de una tupida vegetación entre autóctona y de saludables pinares, Luis tomó esta nueva perspectiva de la gran mole.
Y un poco más adelante captó esta otra en la que aparece el empinado embudo en el centro.
Y otra más gentileza de Cristóbal realizada cerca del lugar de partida.
Llegando al lugar de inicio el Cortijo de los Collados de Abajo.
Menuda ruta os habéis marcado. Enhorabuena y muchas gracias a los tres por esas magníficas fotos.
Y para finalizar nuestro adiós a la novia más guapa y resplandeciente del altiplano granadíno y decir a sus posibles novios que no hallarán una novia más alta entre los Pirineos y Sierra Nevada.
Longitud del trazado: 14 Km.
Duración: 8 horas y 20 minutos.
Grado de Dificultad: Media Alta.
Agua: Llevar.
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