CIRCULAR: CORTIJO DE LA CAÑADA DEL SAUCAR, PUNTAL DE LA MISA, DIENTES DE LA VIEJA, LOMA DEL CALAR DEL COBO, CERRO DE GÓNTAR.
En esta ocasión hemos necesitado las tres fotos anteriores para presentar esta encantadora ruta. En ellas se puede divisar la parte alta de este maravilloso Calar del Cobo.
Tras acceder con los coches desde Orcera a la aldea de Venta Rampías, giramos a la izquierda para continuar por Los Anchos, Prado Maguillo y el Cortijo de de la Cañada del Saucar, lugar este dónde iniciamos la caminata.
Tras cruzar el Arroyo del Saucar encaramos por la pista que veíamos al llegar a la derecha y que comodamente nos subirá por Portillo Cerezo hasta la Sima del Corazón, siguiendo por la Tíná del Calar hasta dejarnos en el mismo Puntal de la Misa que sería la máxima altura a la que subiríamos.
Tras almorzar al lado de la caseta, bajamos por una erosionada raspa hasta los Dientes de la Vieja. Esta zona nos pareció que estaba "encantada" y las fotos se sucedían inconscientemente.
Como nuestro objetivo era bordear el calar por sus crestas, continuamos por toda la la Loma del Calar del Cobo en dirección Norte con excelentes vistas del Valle y nuevo Cañon del Río Segura, del Calar de Cabeza de la Mora, del Monte Umbría de los Aguijones y de infinidad de sierras que azuleaban a lo lejos. Así pasamos dejando atrás a nuestra derecha: unos tornajos al lado de un juncal, El Picón, El Puntal de los Carneros y El Puntal del Chaparral, entre corrales, majadas y ganado ovino. A nuestra izquierda, un paisaje de extensos prados, dolinas y alguna sima completaban junto a las extensas y claras vistas, el regalo visual en el que estuvimos inmersos durante todo el recorrido.
Continuamos hasta el Cerro y Piedra de Góntar, lugares en los que de nuevo las erosionadas rocas con sus extrañas y raras formas hicieron que el paseo fuera una delicia. Desde la Piedra de Gontar al lado de su famosa "raja" veíamos la zona del Púlpito, que era bastante parecida a la de los Dientes de la Vieja. Lástima que la zona al visitarla al atardecer se encontraba en penumbra y la granate no pudo captarla, aunque les mostramos los numerosos calares, algunos viejos conocidos, que se extendían a nuestro alrededor.
Bajamos desde la izquierda del Cerro de Góntar hasta la pista de la Cañada del Arroyo del Saucar, por una senda trochera difícil de apreciar y que resultó muy corta. En la pista buscamos una soleada zona para comer.
El tramo final fue andar en dirección Sur por la buena pista hasta el lugar de partida, conversando relajadamente, admirando los paisajes, con el bendito sol de otoño iluminando nuestros pasos y las paredes occidentales del alargado calar al que habíamos dado la vuelta.
Por las formaciones rocosas tan extrañas, por las infinitas y claras vistas, por la majestuosidad de su enorme meseta y tantos otros atractivos, es por lo que queremos añadir el epíteto de "ENCANTADO" a este Calar del Cobo, que a partir de hoy también será un poco nuestro.
Exponemos 173 fotos para documentar la ruta y recrear nuestros relajados egos. Esperamos que aunque el reportaje es largo como el propio calar, les resulte ameno y entretenido y que puedan disfrutarlo viéndolo, tanto como nosotros lo hicimos al recorrerlo.
Tras almorzar al lado de la caseta, bajamos por una erosionada raspa hasta los Dientes de la Vieja. Esta zona nos pareció que estaba "encantada" y las fotos se sucedían inconscientemente.
Como nuestro objetivo era bordear el calar por sus crestas, continuamos por toda la la Loma del Calar del Cobo en dirección Norte con excelentes vistas del Valle y nuevo Cañon del Río Segura, del Calar de Cabeza de la Mora, del Monte Umbría de los Aguijones y de infinidad de sierras que azuleaban a lo lejos. Así pasamos dejando atrás a nuestra derecha: unos tornajos al lado de un juncal, El Picón, El Puntal de los Carneros y El Puntal del Chaparral, entre corrales, majadas y ganado ovino. A nuestra izquierda, un paisaje de extensos prados, dolinas y alguna sima completaban junto a las extensas y claras vistas, el regalo visual en el que estuvimos inmersos durante todo el recorrido.
Continuamos hasta el Cerro y Piedra de Góntar, lugares en los que de nuevo las erosionadas rocas con sus extrañas y raras formas hicieron que el paseo fuera una delicia. Desde la Piedra de Gontar al lado de su famosa "raja" veíamos la zona del Púlpito, que era bastante parecida a la de los Dientes de la Vieja. Lástima que la zona al visitarla al atardecer se encontraba en penumbra y la granate no pudo captarla, aunque les mostramos los numerosos calares, algunos viejos conocidos, que se extendían a nuestro alrededor.
Bajamos desde la izquierda del Cerro de Góntar hasta la pista de la Cañada del Arroyo del Saucar, por una senda trochera difícil de apreciar y que resultó muy corta. En la pista buscamos una soleada zona para comer.
El tramo final fue andar en dirección Sur por la buena pista hasta el lugar de partida, conversando relajadamente, admirando los paisajes, con el bendito sol de otoño iluminando nuestros pasos y las paredes occidentales del alargado calar al que habíamos dado la vuelta.
Por las formaciones rocosas tan extrañas, por las infinitas y claras vistas, por la majestuosidad de su enorme meseta y tantos otros atractivos, es por lo que queremos añadir el epíteto de "ENCANTADO" a este Calar del Cobo, que a partir de hoy también será un poco nuestro.
Exponemos 173 fotos para documentar la ruta y recrear nuestros relajados egos. Esperamos que aunque el reportaje es largo como el propio calar, les resulte ameno y entretenido y que puedan disfrutarlo viéndolo, tanto como nosotros lo hicimos al recorrerlo.
DOMINGO 8 DE NOVIEMBRE DE 2.015.
Para ir calentando un pequeño salto al cruzar el Arroyo de la Cañada del Saucar.
Entre los pinares encontramos una gran variedad y cantidad de setas y hongos.
Subiendo el Portillo del Cerezo por este buen carril que siguiéndolo lleva hasta la Caseta del Puntal de la Misa.
Y para comenzar las vistas les ofrecemos a lo lejos estos dos macizos que le ofrecemos a continuacíón con mayor detalle:
el de la derecha el Yelmo (1.808 m)
y el de la izquierda las altas cumbres de la Sierra de las Villas por cuyas crestas estuvimos hace tres semanas en una macroruta en la que homenajeábamos a la Gran Cárcava en torno al nacimiento del Río Aguascebas Grande.
Orgullosos de aquello les pasamos el enlace:
Al llegar a la meseta del calar nos hicimos esta pimera oficial que aprovechamos para presentar a est@s ocho que completamos un número tan doblemente redondico, como infinitamente redondo resultaría el día que pasaríamos en todos los aspectos.
Desde la izquierda: Luis, Nogal, Pedro Javier, Upe, Gran Muflón, Orquídea, Córvido Carcávico y Chaparro.
Mientras nos retrataba la granate, a nuestra espalda oíamos los potentes zumbidos de este corazón que sólo unos pocos escuchamos.
El convulso, agitado y loco mundo de la barbarie en la que vivimos necesita urgentemente tu transplante, para que de una vez por todas bombees la tranquilidad que nos transmites a las venas de los cuerpos de los violentos, los avaros, los miserables, los ruines, los mezquinos, los corruptos y puedas limpiar esa mala sangre que implacable esparce por los suelos la otra sangre, la de los inocentes.
Acaso hay mejor combinación que una Orquídea y un corazón.
Y todos bajamos a sentir de cerca su esperanzador y telúrico latido.
Hoy contamos con Pedro Javier como invitado. Un ruseño de pura cepa del que no siempre podemos disfrutar de su compañía. Es un lujazo para el grupo poder caminar a tu lado.
Quizás en lo más profundo de esta sima se halle la clave que necesitamos para conseguir tener futuro.
Dejando la pista arriba a la derecha nuestra, nos encaminamos por este verde prado para retomarla un poco más adelante.
Enorme calar y profunda sima con forma de gran corazón, grande muy grande, Gran Muflón.
De nuevo por el carril tras haber dejado atrás la sima y la Tiná del Calar que vemos a la izquierda.
Conforme subimos nos llamó la atención el abismo que se adivinaba más allá de las rocas blanquecinas.
Y desde su arista Nogal nos muestra el precioso valle del Barranco de Borbúa con la cortijada de Los Paulinos abajo a su derecha.
A la izquierda de este blanco poyo vemos La Cuerda del Mosco con su cumbre Poyo Alto (1.751)
Luis y Pedro Javier quisieron llevarse este bonito recuerdo por gentileza de Nogal......
que le fue devuelta por Luis de esta forma.
Que tendrá este Gran Muflón para estar tan bien escoltado.
Este es otro fuerte diente que precede a los que luego veremos.
El Poyo Gavilán (1.500 m) situado al Norte de la Cuerda del Mosco es el nexo de unión entre esta cuerda y el Calar del Cobo.
El pinar que vemos de color marrón está claramente afectado por la procesionaria, que es una plaga de orugas que atacan sobre las acículas y los brotes de los pinos. Habíamos visto casos pero nunca de esta extensión. Puede que tenga que ver el calentamiento global por el llamado efecto invernadero, ya que la excesiva y continuada calor facilita la proliferación de esta venenosa y peligrosa oruga.
Orquídea se quiso sumar a esta fiesta visual que se nos ofrece desde estas agalayadas aristas.
Espectacular vista de nuevo del valle del Barranco de Borbúa. Aparte de La Cortijada de Los Paulinos que vemos abajo a la derecha, ahora también observamos parte de la Cortijada de Los Teatinos siguiendo valle abajo. Por encima el tupido bosque del Calar del Pino y más arriba el Monte Despiernacaballos.
Marcando silueta sobre el horizonte destacamos en el centro el Almorchón (1.914 m). Siguiendo a la derecha el Calar de las Palomas (1.964 m) y Las Banderillas (1.993 m) entre otros.
Por primera vez les mostramos la caseta del Puntal de la Misa arriba a la izquierda, que además es el techo del Calar del Cobo. bajando la loma se observa parte de los Dientes de la Vieja y un poco más abajo en el centro de la foto el excepcional promontorio que es El Puntal de la Carrasquilla (1.628 m)
Como estamos maravillados y asombrados ante tanta belleza, estos ocho representantes del CD Senderista "Los Escuderos" de Rus (Jaén) les saludan y animan a subir y bajar montañas ya que:
"Todo aquel que sube una montaña sólo para contemplar, cuando baja vuelve mucho más rico"
(Quinrri)
En esta imagen desde el centro hacia la derecha, se aprecia lo que llevamos andado desde que accedimos a la meseta del calar.
En el centro vemos el majestuoso Calarico (1.712 m) cuya loma a la izquierda se une al Poyo Gavilán y a la Cuerda del Mosco que veíamos antes.
Un hoy triste cuervo con luto en su corazón, sobrevuela la cárcava que le hará regenerarse de las noticias de terror e injusticias que le llegan de los numerosos conflictos del mundo.
En la profunda mirada de Chaparro veo al ser complacido por lo que la naturaleza nos ofrece regaladamente.
Bueno como ya habrán podido ver hoy contamos con una invitada de excepción Upe. Estamos encantados de poder compartir tu contagiosa satisfacción. Ojalá que con tu presencia las mujeres se vayan enganchando en nuestro Club hasta que consigáis ser la mayoría que de por sí ya sois.
Vaya sesión de retratarse que se está dando hoy el escurridizo Nogal. Nuestro invitado Pedro Javier no le anda a la zaga.
Nueva oficial para mostrarles el Puntal de la Misa (1.796 m). a la derecha de la foto se observa parte de los Dientes de la Vieja.
Extensas y claras vistas al Este en las que tras una larga sucesión de sierras apreciamos zonas de Murcia.
Orquídea nos muestra estas vistas al Noreste. En la parte derecha vemos como la zona del levante albaceteño aparece cubierta de nubes; quizás de haber estado despejado y con un telescopio podríamos haber visto hoy las carreras de motos de Cheste, con esa polémica entre gallos que dejó en segundo plano al que después acabó siendo campeón. Felicidades Jorge Lorenzo por tu nuevo título.
Por el tramo final a la cima del Calar del Cobo que es la caseta del Puntal de la Misa.
En este collado a la izquierda sale una senda por la que más tarde tomaremos hacia la Loma oriental del Calar del Cobo, También esta senda baja en un posterior cruce hasta la Cortijada del Carrascal y la aldea de Las Gorgollitas.
Un poco por debajo de la caseta nos encontramos con este refugio que tiene pinta de haber sido construido para resguardo de pastores, o leñera.
Hacia el Noreste vemos el imponente Calar de la Sima por cuya cima ya anduvimos entre ventisca y nubes. Fue una experiencia que resumimos en el enlace:
http://losescuderossenderismo.blogspot.com.es/2015/10/el-mentiras-relato-su-verdad.html
Bueno Gran Muflón se siente hoy muy satisfecho junto a Upe y a Orquídea por formar parte de este tridente en el que las mujeres son mayoría. Que cunda el ejemplo.
¡Como nos atrae esta loma¡ Para allá vamos.
Aunque pueda parecer un lugar vertiginoso no lo es tanto. Aquí les mostramos los dos lugares por los que nos fuimos hacia los Dientes de la Vieja. El que baja de la caseta que vemos a la izquierda es menos complicado que el de la derecha.
Abajo vemos al Sureste la presa y parte del Embalse de Anchuricas. Siempre nos ha llamado la atención el intenso color verde de sus aguas que son las del Río Segura.
Bajar por esta raspa nos produjo una libre sensación de felicidad que no sabemos explicar con palabras.
En primer término vemos los Dientes de la Vieja que preceden al Puntal de la Carrasquilla desde donde se domina la curva que el Río Segura forma sobre la aldea de La Toba.
Pedro Javier vaya reportaje que te vas a llevar como recuerdo hoy.
La curiosidad de Chaparro por conocer esta "zona encantada" le hace ir marcándonos el camino.
La raspa por la que seguimos bajando.
Nogal se asoma a esta profunda sima.
Rima 2 (XLVII) del "libro de los gorriones"
Yo me he asomado a las profundas simas
de la tierra y el cielo,
y les he visto el fin o con los ojos
o con el pensamiento.Mas ¡ay! de un corazón llegué al abismo
y me incliné un momento,
y mi alma y mis ojos se turbaron:¡Tan hondo era y tan negro!
Gustavo Adolfo Bécquer.
Estamos ante una de las grandes obras de nuestro escultor predilecto "Erosión".
Y la vieja parece ser que adormilada se ha dejado la boca un poco abierta.
Y nosotros confiados en que por ser tan vieja no tendría dientes nos introdujimos en su boca.
Pero cual sería nuestra sorpresa al comprobar que aún conservaba algunos poderosos dientes y además sin rastro de caries.
Espectacular imagen con Chaparro sobre el poyo o encía hasta el que pudimos llegar.
Aquí les mostramos la sorprendente cresta por la que hemos bajado desde la caseta de vigilancia.
Y la última del poyo final para Luis.
Chaparro y Nogal posan tras salir ilesos de los dominios bucales de la vieja, que continúa echando la siesta del canónigo expuesta al agradable sol de otoño.
Esta perspectiva del embalse de Anchuricas que hemos repetido varias veces nos tiene cautivados.
Regresamos a la caseta.
La sonrisa de Orquídea nos habla por sí sola.
Oficial abanderada en la caseta de vigilancia del Puntal de la Misa.
Puede parecer al que no conozca el motivo y origen de nuestro nombre "Los Escuderos" que se trata de un sustantivo machista. Diremos como aclaración que nuestro nombre recuerda un lugar llamado Los Escuderos, labrado por las crecidas del Río Guadalimar y que actualmente está sumergido en el centro del pantano del Giribaile. Fue un lugar de culto y peregrinación de la gente de Rus durante años y que pueden ver entre las fotos ya que su antigua imagen nos sirve como fondo de este humilde blog.
En las siguientes fotos les vamos a ofrecer las vistas que alrededor de este precioso mirador del Puntal de la Misa se nos muestran.
Por encima del Barranco de Borbúa vemos desde la derecha la Cuerda del Mosco, El Calar del Pino y El Monte Despiernacaballos.
Arriba marcando la silueta sobre el cielo vemos desde la izquierda: Sierra Seca, El Almorchón, Las Palomas,Las Empanadas y Sierra de la Cabrilla, Las Banderillas, Sierra de Cazorla, Sierra Mágina y La Sierra de las Villas.
El valle del Segura girando en la Toba que por encima tiene el Cerro del Garmonal, Los Poyos de la Toba, El Calar de Hoya Herreros y La Sagra lejana arriba a la izquierda.
Nos encanta con la contundente determinación que Orquídea ha retomado la actividad.
Abajo el Embalse de Anchuricas. Por encima del tupido pinar y desde la derecha vemos El Calar de Marchena y El Monte desde Miller hasta Tobos.
Perfilando el horizonte desde la izquierda: La Cuerda de Guillamona, La Cuerda de los Buitres, Sierra de las Cabras, Sierra de Taibilla y La Sierra de Moratalla.
Detalle de unas cortijadas que se encuentran justo por debajo de la presa de Anchuricas.
No nos cansamos de admirar el tupido pinar del Barranco de la Rambla del Puerto. Ojalá se libre de la procesionaria.
Impresionante Monte de la Umbría de los Anguijones o Calar de la Pililla. Sobre la derecha vemos su punto más alto que es El Majalón (1.744 m).
Abajo a la derecha vemos como el Río Segura gira a la derecha en busca de las Juntas de Miller dónde recibirá las aguas del Rio Zumeta. Arriba a la izquierda el Calar de la Cabeza de la Mora.
En el centro El Calar de la Sima tapando al Calar del Mundo que se encuentra detrás. A la izquierda vemos la meseta y cresta oriental de La Loma del Calar del Cobo para donde nos dirigimos.
En la parte baja de la foto vemos la aldea de Las Gorgollitas y un poco más arriba la de Peguera del Madroño con la aldea del Madroño a la derecha.
Cuevas en las paredes orientales del calar por encima de Las Gorgollitas.
Córvido Carcávico se apoya en Nogal. Quién en buen árbol se apoya más difícil será que se caiga.
Comenzamos ahora en dirección Norte por la cresta oriental del Calar.
Hemos dejado atrás El Peñon de la Atalaya que vemos a la derecha, en cuya cima hemos estado hace un ratito divisando.
Aunque para divisar este individuo al que Luis captó con esta fantástica pose.
A la izquierda ahora también podemos ver al inolvidable Puntal de la Misa.
Una nueva gran sima nos encontramos conforme caminamos a la izquierda.
A veces el que más da es el que menos recibe. Por eso hoy nuestros fotógrafos a los que no se le pasa una te van a convertir en el protagonista principal del reportaje, Nogal, madera noble de Nogal.
Las Gorgollitas, la aldea paradisíaca rodeada de lo auténtico por los cuatro costados.
Upe que gran día y lugar has escogido para caminar con el grupo. Ya sabes que nuestra pequeña casa ambulante de caminantes es la tuya.
Una melancólica mirada hacia atrás.
Acaso hay mejor conjunción que una Orquídea y este paisaje.
En la pelada ladera de la cresta vemos como un pequeño oasis de juncos.
No falla dónde hay juncos hay agua como la que nace aquí guiada por estos tornajos.
Y nos quedaba un último invitado que presentar. Se trata del gran rey del Calar "Solitrón Juan Primero" al que le gusta mucho la tajá de cordero.
Junto al trono de Solitrón.
Una nueva mirada hacia atrás.
Andar por esta senda es un placer inexplicable.
Como nos anima la presencia de este tridente tan especial posando con El Picón detrás.
La Sierra de Segura profunda la gran desconocida de las sierras jiennenses es una joya de un valor incalculable.
Una nueva perspectiva de la aldea de Las Gorgollitas.
Pasando por una especie de abrevadero.
Seguimos por la senda de la ilusión.
Pedro Javier nos dice que quiere despedirse del Picón, auténtico trono de los verdaderos reyes que no son otros que los que cuidan de la belleza de sus dominios.
Ahora la senda nos introduce en la meseta del calar.
Esta enorme y verde meseta es un lugar ideal para el pastoreo de ganado ovino y caprino.
A la derecha al fondo de la meseta vemos La Tina del Calar al lado de donde ascendimos por la mañana hacia el Puntal de la Misa que se aprecia cada vez más lejano en la izquierda.
De nuevo apreciamos en el centro de la foto la sima del corazón.
Bordeando El Puntal de los Carneros que dejamos a nuestra derecha entramos en otra zona encantada con un particular paisaje kárstico salpicado de dolinas.
Luis posa junto a esta construcción que bien puede ser un puesto para cazar.
Si os dais cuenta La Sagra que aparece lejana en el centro no nos quita ojo.
Por aquí las rocas con el efecto del sol parecían brillar como el terciopelo.
Desde la izquierda El Puntal de los Carneros, La Sagra, El Puntal de la Misa y El Calarico.
Corral para abrigar, guardar y juntar al ganado sobre todo en las duras noches del invierno.
Al mirar a nuestra derecha....
nos encontramos con El Puntal de los Carneros y sus espectaculares farallones. Al fondo nos encontramos ahora con El Puntalón y Las Cuevas de los Anguijones de frente.
Seguimos por la cresta oriental del inmenso calar en busca de la siguiente parada, El Puntal del Chaparral.
Aparte del impresionante Calar de Cabeza la Mora lo que nos llama la atención es esta afilada roca de la derecha que vemos sobresaliendo por encima del pinar. Parece una daga.
Cobo para que necesitas tu un calar tan grande y rico para ti solo.
Nuevo ángulo del Puntal de los Carneros con el Puntal de la Misa dejándose ver sobre su silueta.
Otro corral en una zona al abrigo de los fríos vientos y ventiscas que por aquí deben ser tremendas.
Estamos en la Loma occidental del Puntal del Chaparral y desde aquí vemos en primer lugar a un rebaño de ovejas paciendo felices, siguiendo vemos la cresta que se va elevando hacia el Cerro de Góntar (1.699 m).
Loma oriental del Puntal del Chaparral a la que pretendemos asomarnos.
Nogal mientras divisa la zona de Bañares, nos muestra la cresta por la que venimos desde el Puntal de la Misa y El Peñón de la Atalaya que vemos en el centro.
Pedro Javier en una primera sesión se está convirtiendo en el nuevo "cinematográfico".
Estos salientes rocosos del Puntal del Chaparral dan mucho juego para la fotografía. Ahí tenéis esta Luis y Nogal.
Poema IX
Soy un cuidador de rebaños.
El rebaño son mis pensamientos
y mis pensamientos son todos sensaciones.
Pienso con los ojos y con los oídos
y con las manos y los pies
y con la nariz y la boca.
Pensar una flor es verla y olerla
y comer una fruta es conocerle el sentido.
Por eso cuando en un día de calor
me siento triste de gozarlo tanto,
y me echo de espaldas sobre el pasto,
y cierro los ojos calientes,
siento todo mi cuerpo echado en la realidad,
sé la verdad y soy feliz.
El rebaño son mis pensamientos
y mis pensamientos son todos sensaciones.
Pienso con los ojos y con los oídos
y con las manos y los pies
y con la nariz y la boca.
Pensar una flor es verla y olerla
y comer una fruta es conocerle el sentido.
Por eso cuando en un día de calor
me siento triste de gozarlo tanto,
y me echo de espaldas sobre el pasto,
y cierro los ojos calientes,
siento todo mi cuerpo echado en la realidad,
sé la verdad y soy feliz.
Fernando Pessoa
Entre pinos y por debajo de este gran Calar de Cabeza de la Mora vemos la aldea de Peguera del Madroño.
Entre extensos bosques de pinos vemos blanquear una pequeña cima en el centro: se trata de El Caquirucho (1.459 m). Por encima a la derecha el Calar de la Sima y el de Morillas a la izquierda.
En la parte Noreste del Calar del Cobo los farallones no son tan verticales como ......
estos que hemos dejado atrás.
“El guardador de rebaños”
I
Yo nunca guardé rebaños
pero es como si los guardara.
mi alma es como un pastor,
conoce el viento y el sol
y anda de la mano de las Estaciones
siguiendo y mirando.
Toda la paz de la Naturaleza sin gente
viene a sentarse a mi lado.
pero yo quedo triste como una puesta de sol
para nuestra imaginación,
cuando enfría el fondo del llano
y se siente la noche entrada
como una mariposa por la ventana.
Pero mi tristeza es sosiego
porque es natural y justa
y es lo que debe estar en el alma
cuando ya piensa que existe
y las manos cogen flores sin que ella se entere.
como un ruido de cencerros
más allá de la curva del camino
mis pensamientos están contentos
sólo me da pena saber que ellos están contentos
porque, si no lo supiera,
en vez de estar contentos y tristes,
estarían alegres y contentos.
Pensar incomoda como andar en la lluvia
cuando el viento crece y parece que llueve más.
pero yo quedo triste como una puesta de sol
para nuestra imaginación,
cuando enfría el fondo del llano
y se siente la noche entrada
como una mariposa por la ventana.
Pero mi tristeza es sosiego
porque es natural y justa
y es lo que debe estar en el alma
cuando ya piensa que existe
y las manos cogen flores sin que ella se entere.
como un ruido de cencerros
más allá de la curva del camino
mis pensamientos están contentos
sólo me da pena saber que ellos están contentos
porque, si no lo supiera,
en vez de estar contentos y tristes,
estarían alegres y contentos.
Pensar incomoda como andar en la lluvia
cuando el viento crece y parece que llueve más.
No tengo ambiciones ni deseos.
ser poeta no es una ambición mía.
es mi manera de estar solo.
y si deseo a veces,
por imaginar, ser corderillo
(O ser el rebaño todo
para andar disperso por toda la ladera
siendo muchas cosas felices al mismo tiempo),
es sólo porque siento lo que escribo a la puesta de Sol,
o cuando una nube pasa la mano por encima de la luz
y corre un silencio por la hierba.
cuando me siento a escribir versos
o, paseando por los caminos o por los atajos,
escribo versos en un papel que está en mi pensamiento,
siento un cayado en las manos
y veo una imagen de mí
en la cima de un otero,
mirando mi rebaño y viendo mis ideas,
o mirando mis ideas y viendo mi rebaño,
y sonriendo vagamente como quien no comprende lo que se dice
y quiere fingir que comprende.
saludo a todos los que me leen,
agitando el sombrero ancho
cuando me ven en mi puerta
apenas la diligencia se levanta en la cima del otero.
Los saludo y les deseo sol,
y lluvia, cuando la lluvia es necesaria,
y que sus casas tengan
al pie de una ventana abierta
una silla predilecta
donde se sienten leyendo mis versos.
y al leerlos piensen
que soy cualquier cosa natural—
Por ejemplo, el árbol antiguo
a la sombra del cual cuando niños,
se sentaban con un sofoco, cansados de jugar,
y limpiaban el sudor de la cabeza caliente
con la manga del mandil rayado.
ser poeta no es una ambición mía.
es mi manera de estar solo.
y si deseo a veces,
por imaginar, ser corderillo
(O ser el rebaño todo
para andar disperso por toda la ladera
siendo muchas cosas felices al mismo tiempo),
es sólo porque siento lo que escribo a la puesta de Sol,
o cuando una nube pasa la mano por encima de la luz
y corre un silencio por la hierba.
cuando me siento a escribir versos
o, paseando por los caminos o por los atajos,
escribo versos en un papel que está en mi pensamiento,
siento un cayado en las manos
y veo una imagen de mí
en la cima de un otero,
mirando mi rebaño y viendo mis ideas,
o mirando mis ideas y viendo mi rebaño,
y sonriendo vagamente como quien no comprende lo que se dice
y quiere fingir que comprende.
saludo a todos los que me leen,
agitando el sombrero ancho
cuando me ven en mi puerta
apenas la diligencia se levanta en la cima del otero.
Los saludo y les deseo sol,
y lluvia, cuando la lluvia es necesaria,
y que sus casas tengan
al pie de una ventana abierta
una silla predilecta
donde se sienten leyendo mis versos.
y al leerlos piensen
que soy cualquier cosa natural—
Por ejemplo, el árbol antiguo
a la sombra del cual cuando niños,
se sentaban con un sofoco, cansados de jugar,
y limpiaban el sudor de la cabeza caliente
con la manga del mandil rayado.
II
Mi mirar es nítido como un girasol
tengo la costumbre de andar por los caminos
mirando a derecha y a izquierda,
y de vez en cuando para atrás…
y lo que veo a cada momento
es aquello que nunca antes había visto,
y me doy cuenta muy bien…
sé tener el pasmo esencial
que tiene un niño, si, al nacer,
repara de veras en su nacimiento…
me siento nacido a cada momento
para la eterna novedad del mundo…
creo en el mundo como en una margarita,
porque lo veo. Pero no pienso en él
porque pensar es no comprender…
el mundo no se hizo para que lo pensaramos
(Pensar es estar enfermo de los ojos)
sino para mirarnos en él y estar de acuerdo…
no tengo filosofía: tengo sentidos…
si hablo de la Naturaleza no es porque sepa lo que ella es,
sino porque la amo, y la amo por eso,
porque quien ama nunca sabe lo que ama
ni sabe porque ama, ni lo que es amar…
amar es la inocencia eterna,
y la única inocencia es no pensar
tengo la costumbre de andar por los caminos
mirando a derecha y a izquierda,
y de vez en cuando para atrás…
y lo que veo a cada momento
es aquello que nunca antes había visto,
y me doy cuenta muy bien…
sé tener el pasmo esencial
que tiene un niño, si, al nacer,
repara de veras en su nacimiento…
me siento nacido a cada momento
para la eterna novedad del mundo…
creo en el mundo como en una margarita,
porque lo veo. Pero no pienso en él
porque pensar es no comprender…
el mundo no se hizo para que lo pensaramos
(Pensar es estar enfermo de los ojos)
sino para mirarnos en él y estar de acuerdo…
no tengo filosofía: tengo sentidos…
si hablo de la Naturaleza no es porque sepa lo que ella es,
sino porque la amo, y la amo por eso,
porque quien ama nunca sabe lo que ama
ni sabe porque ama, ni lo que es amar…
amar es la inocencia eterna,
y la única inocencia es no pensar
V
Hay metafísica bastante en no pensar en nada.
¿Qué pienso yo del mundo?
¡Qué sé yo lo que pienso del mundo!
Si me enfermara pensaría en eso.
¿Qué idea tengo yo de las cosas?
¿Qué opinión tengo sobre las causas y los efectos?
¿Qué es lo que he meditado sobre Dios y el alma
y sobre la creación del Mundo?
No sé. Para mí pensar en eso es cerrar los ojos
y no pensar. Es correr las cortinas
de mi ventana (Pero no tiene cortinas).
¿El misterio de las cosas? ¡Qué sé yo lo que es el misterio!
El único misterio es que haya alguien que piense en el misterio.
Quien está al sol y cierra los ojos,
comienza a no saber lo que es el sol
y a pensar muchas cosas llenas de calor.
Pero si abre los ojos y ve el sol,
y ya no puede pensar en nada,
es porque la luz del sol vale más que los pensamientos
de todos los filósofos y de todos los poetas.
La luz del sol no sabe lo que hace
y por eso no se equivoca y es común y buena.
¿Metafísica? ¿Qué metafísica tienen aquellos árboles?
La de ser verdes y copudos y de tener ramas
y la de dar fruto en su hora, lo que no nos hace pensar,
a nosotros, que no sabemos entenderlos
¿Pero qué mejor metafísica que la de ellos
que es de no saber para qué viven
ni saber que no lo saben?
“Constitución íntima de las cosas”…
“Sentido íntimo del Universo”…
Todo esto es falso, todo esto no quiere decir nada.
Es increíble que se pueda pensar en cosas de ésas.
Es como pensar en razones y fines
cuando el comienzo de la mañana está rayando
y por los lados de los árboles
un vago oro lustroso va perdiendo la oscuridad.
Pensar en el sentido íntimo de las cosas
es, acrecentado, como pensar en la salud
o llevar un vaso al agua de las fuentes.
El único sentido íntimo de las cosas
es que ellas no tienen sentido íntimo ninguno.
No creo en Dios porque nunca lo vi.
si Él quisiera que yo creyera en Él,
sin duda que vendría a hablar conmigo
y entraría adentro por mi puerta
diciéndome, ¡Aqui estoy!
(Esto es tal vez ridículo a los oídos
de quien, por no saber lo que es mirar las cosas,
no comprende a quien habla de ellas
con el modo de hablar que reparar en ellas enseña)
Pero si Dios es las flores y los árboles
y los montes y sol y el rayo de luna.
entonces creo en Él,
entonces creo en Él a toda hora,
y mi vida toda es una oración y una misa,
y una comunión con los ojos y por los oídos.
Pero si Dios es los árboles y las flores
y los montes y el rayo de luna y el sol,
¿Para qué le llamo Dios?
Le llamo flores y árboles y montes y sol y rayo de luna;
porque si Él se hizo, para que yo lo vea,
sol y rayo de luna y flores y árboles y montes,
si Él se me aparece como árboles y montes
y rayo de luna y sol y flores,
es que Él quiere que yo lo conozca
como árboles y montes y flores y rayo de luna y sol.
Y por eso yo lo obedezco
(¿Qué más sé yo de Dios, que Dios de sí mismo?),
le obedezco viviendo, espontáneamente,
como quien abre los ojos y ve,
y le llamo rayo de luna y sol y flores y árboles y montes,
y lo amo sin pensar en Él
y lo pienso viendo y oyendo,
y ando con Él a toda hora.
¿Qué pienso yo del mundo?
¡Qué sé yo lo que pienso del mundo!
Si me enfermara pensaría en eso.
¿Qué idea tengo yo de las cosas?
¿Qué opinión tengo sobre las causas y los efectos?
¿Qué es lo que he meditado sobre Dios y el alma
y sobre la creación del Mundo?
No sé. Para mí pensar en eso es cerrar los ojos
y no pensar. Es correr las cortinas
de mi ventana (Pero no tiene cortinas).
¿El misterio de las cosas? ¡Qué sé yo lo que es el misterio!
El único misterio es que haya alguien que piense en el misterio.
Quien está al sol y cierra los ojos,
comienza a no saber lo que es el sol
y a pensar muchas cosas llenas de calor.
Pero si abre los ojos y ve el sol,
y ya no puede pensar en nada,
es porque la luz del sol vale más que los pensamientos
de todos los filósofos y de todos los poetas.
La luz del sol no sabe lo que hace
y por eso no se equivoca y es común y buena.
¿Metafísica? ¿Qué metafísica tienen aquellos árboles?
La de ser verdes y copudos y de tener ramas
y la de dar fruto en su hora, lo que no nos hace pensar,
a nosotros, que no sabemos entenderlos
¿Pero qué mejor metafísica que la de ellos
que es de no saber para qué viven
ni saber que no lo saben?
“Constitución íntima de las cosas”…
“Sentido íntimo del Universo”…
Todo esto es falso, todo esto no quiere decir nada.
Es increíble que se pueda pensar en cosas de ésas.
Es como pensar en razones y fines
cuando el comienzo de la mañana está rayando
y por los lados de los árboles
un vago oro lustroso va perdiendo la oscuridad.
Pensar en el sentido íntimo de las cosas
es, acrecentado, como pensar en la salud
o llevar un vaso al agua de las fuentes.
El único sentido íntimo de las cosas
es que ellas no tienen sentido íntimo ninguno.
No creo en Dios porque nunca lo vi.
si Él quisiera que yo creyera en Él,
sin duda que vendría a hablar conmigo
y entraría adentro por mi puerta
diciéndome, ¡Aqui estoy!
(Esto es tal vez ridículo a los oídos
de quien, por no saber lo que es mirar las cosas,
no comprende a quien habla de ellas
con el modo de hablar que reparar en ellas enseña)
Pero si Dios es las flores y los árboles
y los montes y sol y el rayo de luna.
entonces creo en Él,
entonces creo en Él a toda hora,
y mi vida toda es una oración y una misa,
y una comunión con los ojos y por los oídos.
Pero si Dios es los árboles y las flores
y los montes y el rayo de luna y el sol,
¿Para qué le llamo Dios?
Le llamo flores y árboles y montes y sol y rayo de luna;
porque si Él se hizo, para que yo lo vea,
sol y rayo de luna y flores y árboles y montes,
si Él se me aparece como árboles y montes
y rayo de luna y sol y flores,
es que Él quiere que yo lo conozca
como árboles y montes y flores y rayo de luna y sol.
Y por eso yo lo obedezco
(¿Qué más sé yo de Dios, que Dios de sí mismo?),
le obedezco viviendo, espontáneamente,
como quien abre los ojos y ve,
y le llamo rayo de luna y sol y flores y árboles y montes,
y lo amo sin pensar en Él
y lo pienso viendo y oyendo,
y ando con Él a toda hora.
Fernando Pessoa
Cuando a la noche lleguemos a casa con algún peso de menos y nos quedemos dormidos, muy posiblemente soñaremos en que anduvimos como pastores libres y felices sobre las vastas espaldas de Dios.
Esta roca llamó nuestra atención.
Abajo vemos una nueva cortijada.
Desde el Cerro de Góntar vemos una nueva zona encantada la del Espolón Horadado.
Nos vamos hacia la derecha a la Piedra de Góntar que supone el Norte del Calar.
Una de las pesadas lacras que nuestro Club acarrea es la de no poder contar con al menos una equidad de hombres y mujeres. Esperamos que el ejemplo que suponen Orquídea y Upe, sea el punto de inflexión para lograr esa paridad en un futuro lo más cercano posible.
Esta es una de las obras más futuristas de nuestro gran escultor Erosión.
Como antes las chicas ahora Luis y Pedro Javier se unen a esta original pose. Quizás el misterio de que nos atraigan siempre tanto los agujeros formados en las piedras sea por la dimensión del tiempo que suponen su creación, y al asomarnos a ellos es como si buscáramos inconscientemente la inmortalidad.
Seguimos con tu merecido reportaje Nogal. Aquí lo vemos posando junto a esta grieta o raja en la misma Piedra de Góntar.
Una mirada a la cresta por la que vinimos. El Puntal de la Misa se aprecia bastante lejano.
Chaparro que anda hoy sorprendido ante tanta sierra nos presenta en el centro El Calar de la Nava del Espino con los cerros del Pedregoso y de los Calarejos a su derecha tapando la Sierra de Alcaraz.
En la izquierda vemos uno de esos calares que nos atrae visitar El Calar de Morillas precedido del Castellón (1.585 m) y con el Almenara de la Sierra de Alcaraz sobresaliendo por encima.
A la derecha el Calar de la Sima.
Foto realizada desde el otro lado de la Raja de Góntar. Por encima de Upe, Orquídea y Luis se ven a lo lejos La Sagra y El Puntal de la Misa.
Córvido Carcávico sobre la Raja de Góntar,
Abajo vemos la pista que tomaremos al bajar del Calar a la izquierda.
Abajo vemos el valle del Arroyo de la Peña del Horno al lado de dónde va la pista que une Los Anchos con Peguera del Madroño que vemos blanquear entre pinos a la derecha.
Luis nos muestra a su izquierda una abertura entre el Navalperal y El Calar de los Caracoles en la que se aprecia gran parte de la extensa provincia de Jaén y algunas zonas de Ciudad Real.
Abajo en la izquierda vemos el Cortijo de la Cuesta del Majano.
Al fondo a la izquierda vemos la cumbre plana del Cambrón cuya parte Oeste es andaluza y la Este manchega de Albacete. A su izquierda de nuevo vemos por encima de Los Calarejos y del Calar de Morillas las altas cumbres de la Sierra de Alcaraz.
Buscando una trocha para bajar a la pista. Gran Muflón la encontró en esta zona al sur de La Piedra de Góntar.
Al llegar a la pista nos encontramos con una zona en sombra.....
por lo que nos fuimos unos metros hacia la derecha buscando el apetecible sol otoñal de esas tardes memorables......
para reponer fuerzas.
Tras coger la pista hacia el lugar de partida nos encontramos a la derecha con estos abrevaderos encauzando el agua que vertía una buena fuente.
Arriba en el centro vemos el Espolón Horadado con su llamativo agujero.
Al fondo en el centro El Navalperal y a su derecha El Calar de la Nava del Espino, al que una vez bautizamos con el nombre de Calar Corazón. Si quieren recordar aquella ruta pinchen en el siguiente enlace: http://losescuderossenderismo.blogspot.com.es/2014/10/cerro-del-espino-y-nacimiento-del-rio.html
Zona en fase de reforestación.
Tras este precioso valle del Cortijo de Prado Espinosilla vemos alzarse imponente el tupido Calar de Peña Rubia al que intentaremos visitar en la siguiente temporada.
Pocas veces hemos disfrutado de una ruta como lo hemos hecho hoy.
El otoño es el tiempo de la transformación, por lo que esperamos que las mujeres como Upe y Orquídea sean el ejemplo y reclamo de enganche a nuestro grupo de todas aquellas mujeres que quieran disfrutar de la naturaleza.
Agalayada cumbre en la zona del Rayo desde la Cañada del Saucar.
La tarde que nos está haciendo es de las que no quieres que se acabe nunca.
Y con nuestro gran tridente formado por Upe, Orquídea y Gran Muflón nos despedimos deseando que les haya gustado nuestro humilde reportaje.
Hasta siempre.
Bajando ya por la pista con los coches vimos de nuevo la caseta y cumbre del Puntal de la Misa entre estos Poyos. Se aprecia en el centro de la foto.
Poco antes de anochecer decidimos tomar un refresco en la cuna de Jorge Manrique: Segura de la Sierra, uno de los pueblos mas bellos que existen.
Longitud del trazado: 17 Km.
Duración: 6 horas y 50 minutos.
Grado de Dificultad: Media.
Agua: Llevar.
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