CIRCULAR: LA TRINCHERA, TRANCO DE JUAN DOMINGO, CAÑADA DEL POSTERO, TRANCO DEL LOBO.
Desde el mirador de los maquis del abrupto Tranco del Lobo, el CD Senderista "LOS ESCUDEROS" de Rus (Jaén) os ofrecen esta vertiginosa ruta.
Dejamos los vehículos al lado de la pista nada más pasar la Nava de San Pedro en el lugar conocido como La Trinchera. Iniciamos el recorrido bajando inmersos en una zona de bosque mediterráneo autóctono, hasta llegar al Vado de las Carretas y Cortijo de Poyo Tribardo. Desde este cortijo sube una agradable senda que poco a poco se va acercando a los farallones del Tranco del Lobo.
Fuimos subiendo por el Tranco de Juan Domingo primero para continuar en la misma dirección Sur, pasando por encima de la Cuerda de la Marcolla hasta el Poyo de Juan Domingo, desde dónde comenzamos a girar a la izquierda por una pista desde la que se nos ofrecía el Embalse de la Bolera y gran parte del altiplano granadino.
Dejamos la senda para ir trocheando y en prolongado giro siempre a la izquierda hasta embocar el valle del Arroyo del Postero, dónde ahora en clara dirección Norte visitamos el Pino de la Artesilla (desayunamos a su sombra) y una gran población de jóvenes gigantes laricios que hacen de esta Cañada del Postero un tesoro de grandeza y exuberancia.
Seguimos remontando el valle hasta dar con la pista por la zona del Raso de los Torcales y al llegar a una larga alambrada para zona de reserva, fuimos con ella a la izquierda hasta llegar al mirador de los Maquis en la pequeña meseta que antecede al abrupto paso del Tranco del Lobo.
Estamos encima de los farallones que por la mañana veíamos arriba de frente cuando bajábamos desde La Trinchera. Tras las pertinentes fotos fuimos por esta abrupta cresta en dirección Este y al llegar por debajo de La Morra de las Grajas vimos la famosa repisa por la que cuidadosamente pasamos con una gran coordinación de fotógrafos y guías.
Bajamos seguidamente tras pasar al lado de un espectacular arco, trocheando en una pronunciada bajada en busca del río Guadalentín, a media ladera almorzamos.
Tras cruzar el Guadalentín fuimos por una pista río abajo para dejarla y trochear bordeando la Loma del Caballo de Poyo Manquillo y con la cortijada del Vado de las Carretas a nuestra izquierda. Desde allí de nuevo por la pista y senda por la que bajamos a primera hora de la mañana.
En resumen ha sido una ruta de emociones fuertes por lo vertiginoso de la repisa y de los farallones del Tranco del Lobo. Pero a la vez también ha sido una ruta llena de sorpresas como fue la visita al enorme Laricio de la Artesilla y sus hermanos en la Cañada del Arroyo del Postero.
En esta ruta hemos batido el récord de fotos expuestas. El motivo aparte de querer plasmar los bellísimos lugares por los que pasamos, es que hemos procurado ser lo más ecuánimes posible a la hora de ofrecer el paso de la repisa, en dónde al menos hemos sacado dos fotos por cada uno de los que tuvimos el placer de andar en este primaveral domingo.
En espera que les ayude, divierta y les guste pasamos a lo que fue la ruta:
Seguimos remontando el valle hasta dar con la pista por la zona del Raso de los Torcales y al llegar a una larga alambrada para zona de reserva, fuimos con ella a la izquierda hasta llegar al mirador de los Maquis en la pequeña meseta que antecede al abrupto paso del Tranco del Lobo.
Estamos encima de los farallones que por la mañana veíamos arriba de frente cuando bajábamos desde La Trinchera. Tras las pertinentes fotos fuimos por esta abrupta cresta en dirección Este y al llegar por debajo de La Morra de las Grajas vimos la famosa repisa por la que cuidadosamente pasamos con una gran coordinación de fotógrafos y guías.
Bajamos seguidamente tras pasar al lado de un espectacular arco, trocheando en una pronunciada bajada en busca del río Guadalentín, a media ladera almorzamos.
Tras cruzar el Guadalentín fuimos por una pista río abajo para dejarla y trochear bordeando la Loma del Caballo de Poyo Manquillo y con la cortijada del Vado de las Carretas a nuestra izquierda. Desde allí de nuevo por la pista y senda por la que bajamos a primera hora de la mañana.
En resumen ha sido una ruta de emociones fuertes por lo vertiginoso de la repisa y de los farallones del Tranco del Lobo. Pero a la vez también ha sido una ruta llena de sorpresas como fue la visita al enorme Laricio de la Artesilla y sus hermanos en la Cañada del Arroyo del Postero.
En esta ruta hemos batido el récord de fotos expuestas. El motivo aparte de querer plasmar los bellísimos lugares por los que pasamos, es que hemos procurado ser lo más ecuánimes posible a la hora de ofrecer el paso de la repisa, en dónde al menos hemos sacado dos fotos por cada uno de los que tuvimos el placer de andar en este primaveral domingo.
En espera que les ayude, divierta y les guste pasamos a lo que fue la ruta:
DOMINGO 19 DE ABRIL DE 2015.
Desde la Trinchera el CD Senderista "LOS ESCUDEROS" de Rus (Jaén) se presenta:
Por la izquierda: Halcón Peregrino, Conchi, Gypaetus, Luis, Alcatraz, Julio, Córvido Carcávico, Gran Muflón, Roble Rebelde, Águila Real y Cristóbal.
Tomamos por la senda de los pescadores. Arriba a la izquierda La Loma del Caballo de Poyo Manquillo y a la derecha el gran objetivo del día los farallones del Tranco del Lobo. Eran las 8h y 15 minutos.
Saliendo de la senda a la pista que baja al Vado de las Carretas.
A la izquierda la cortijada del Vado de las Carretas. A la tarde volveremos por la parte alta del cortijo. Arriba de nuevo el Tranco del Lobo que empieza a recibir el sol de un nuevo día.
Llegando a la explanada del Vado de las Carretas la vegetación ribereña se nos muestra en forma de fresno que por su tamaño no pasó desapercibido para Luis, Gran Muflón y Córvido Carcávico.
Cruzando el Río Guadalentín por encima de unos troncos unidos.
Oficial al lado de este relajante lugar del Vado de las Carretas. De nuevo somos once un número tan perfecto como la ruta en la que estamos metidos.
Nunca nos cansamos de referir el magnífico ejemplo de bosque mediterráneo autóctono que tenemos en esta ladera llamada de La Asperilla. Nosotros hemos bajado primero inmersos en él y luego al salir a la pista lo hemos llevado a nuestra derecha.
Cristóbal nos muestra unos buenos ejemplares de árboles en la subida que antecede al Cortijo de Poyo Tribardo.
Arriba en el centro aparece la Cuerda de Los Alcañetes como continuación de la de La Loma de Poyo Manquillo.
Llano de la cortijada de Poyo Tribardo con vistas a la Cerrada de la Canaliega cuyo cortado se adivina tras el cortijo.
Pasando el Cortijo de Poyo Tribardo "Dónde no se necesita nada, para tenerlo todo".
La primavera realza el verdor de estos prados por los que vamos en busca de la senda que nos vaya subiendo.
Foto obligada.
Córvido Carcávico que es un enamorado del Arroyo de Los Tornillos de Gualay, nos muestra aquí el lugar dónde choca y vierte sus aguas en el Guadalentín formando la poza de mayor profundidad quizás de todo el parque, en la conocida Cerrada de la Canaliega.
Vamos subiendo cómodamente por la senda del Tranco de Juan Domingo.
De nuevo el encajonado valle del Arroyo de los dioses: El Arroyo de los Tornillos Bajos del Gualay.
A la izquierda vemos el impecable Cortijo de la Paulera un lugar idílico y soñado para vivir.
Alcatraz que tanto gusta de contemplar, nos ofrece una nueva perspectiva del Cortijo de La Paulera y del Gualay.
Divisamos desde este saliente la cuerda del Cabañas y del Calar de Juana, una de las más largas y altas de todo el Parque.
Halcón Peregrino, Alcatraz y Luis nos ofrecen este aperitivo como anticipo de lo que hoy sentiremos.
Nueva oficial desde la subida por el Tranco de Juan Domingo.
Los farallones de la Cuerda de la Marcolla se alargan a la derecha y al fondo:
aparece el característico Picón de Hernandez (1.491 m) y Sierra Nevada.
Abajo en el centro vemos las ruinas de los cortijos de la Canalilla con el soleado Branchón a su derecha. A su izquierda los restos del Cortijo de los Chanes que antecede al gran Poyo pétreo de los Rasos bajo el que trancurre el Guadalentín.
Lugar por el que vamos subiendo y desde el que se nos ofrece esta sobrecogedora imagen cuya belleza nos deja atónitos.
Córvido Carcávico junto a los guías que hoy nos ofrecen esta aventura Gypaetus y Cristóbal.
Aquí cuando ya vamos andando por encima de los farallones de la Cuerda de la Marcolla, Cristóbal nos dice que comienzan a aparecer los grandes laricios que hoy veremos.
Como estos verticales ejemplares.
O como este otro, en el que Alcatraz hace de referencia a su grandeza.
Colosal bosque a poco de coronar la subida.
Abajo vemos el fértil poyo que va desde el Cortijo de La Canalilla al de Paulera. Tras el río el pétreo cerro del Branchón (1.459 m)
Mirando río abajo vemos el cortijo del Raso del Peral y al otro lado del río la pista que saliendo del Molinillo va al Cortijo de las Acebadillas.
Julio que se fija en todos los detalles nos dice que vamos fenómenos.
El inmenso macizo pétreo del Calar de Juana (1.887 m)
A la derecha vemos la Cuerda más alta de la Sierra del Pozo con el Cabañas (2.026 m).
El fotógrafo cazado. A ver que te parece esta Luis.
Espectacular foto gentileza de Conchi desde el Poyo de Juan Domingo, por encima de la Cuerda de la Marcolla y con vistas del Raso del Peral abajo.
Ahora vamos caminando por encima de los farallones de La Cuerda de la Marcolla por carril en clara dirección Sur. Al fondo por encima del pinar Sierra Nevada.
Abajo el Embalse de la Bolera.
Julio que tras una intensa Semana Santa vuelve a caminar junto a su inseparable Alcatraz.
Altiplanicie granadina. En primer término el Cerro de la Peña de Quesada (1.329 m), seguido del Cerro Jabalcón (1.492 m) que antecede a las ciudades de Zújar y Baza.
Un mundo se abre al Sur y que a partir de aquí dejamos a nuestras espaldas. Nuestro guía Cristóbal nos dice que vamos en busca de la sorpresa de la jornada.
Hemos dejado la pista, y trocheando vamos sin parar de girar a la izquierda hasta ir posicionándonos en clara dirección Norte, en busca.....
del espectacular e increíble Valle del Arroyo del Postero o Valle de los Gigantes.
En pocos lugares del parque hay un bosque de laricios tan aventajados y que hayan crecido con una especial y desatada exuberancia.
Ese gigantesco laricio que vemos en el centro es el pino de la Artesilla que si no lo es ya está a punto de convertirse en el pino más grande de todo el parque.
Conforme remontamos la Cañada del Postero vemos a la derecha la parte Sur de la Sierra de Castril.
Cañada del Postero arriba.
Dos enormes ejemplares de laricios escoltan al de la Artesilla que vemos en el centro.
Y que mejor restaurante que a la sombra de estos gigantes para poder contemplar toda su grandeza.
Alcatraz que demuestra un gran interés por la botánica no pudo evitar comer sintiendo la profunda teluria que este pino trasmite.
Gupaetus y Conchi están encantados con las dimensiones que ha logrado este esbelto y tupido laricio llamado de la Artesilla.
Alcatraz se resiste a separarse de él.
Obligada oficial junto al pino de La Artesilla que si no es en la actualidad el más grande, puede que esté entre los dos o tres pinos de mayor envergadura de todo el parque.
Y junto a su sólido tronco queremos saludar y presentar a nuestra invitada de hoy Conchi. Es un gran honor para el grupo el haber podido contar con su entrañable presencia.
En nuestro propósito de mejorar en valores y actitudes, llevamos la espina clavada como grupo de no contar con una mayor presencia femenina, presencia que en las últimas rutas ha sido nula.
No sabemos ni entendemos las causas, ya que hoy día las mujeres están muy organizadas y luchan por la paridad hombre mujer en todos los ámbitos. Por nuestra parte no tienen ninguna lucha que hacer ya que estaríamos encantados de facilitarles su presencia como miembras de este grupo.
El grupo muestra su entusiasmo por la excursión facultativa que nuestro compañero Cristóbal nos ha obsequiado a este Valle de los Gigantes o Cañada del Postero.
Vamos remontando la cañada y los esbeltos y elegantes laricios aparecen a cada paso.
Árboles hombres
Ayer tarde
volvía yo con las nubes
que entraban bajo rosales
(grande ternura redonda)
entre los troncos constantes.
La soledad era eterna
y el silencio inacabable.
Me detuve como un árbol
y oí hablar a los árboles.
El pájaro solo huía
de tan secreto paraje,
solo yo podía estar
entre las rosas finales.
Yo no quería volver
en mí, por miedo de darles
disgusto de árbol distinto
a los árboles iguales.
Los árboles se olvidaron
de mi forma de hombre errante,
y, con mi forma olvidada,
oía hablar a los árboles.
Me retardé hasta la estrella.
En vuelo de luz suave
fui saliéndome a la orilla,
con la luna ya en el aire.
Cuando yo ya me salía
vi a los árboles mirarme,
se daban cuenta de todo,
y me apenaba dejarles.
Y yo los oía hablar
entre el nublado de nácares,
con blando rumor, de mí.
Y ¿cómo desengañarles?
¿Cómo decirles que no,
que yo era sólo el pasante,
que no me hablaran a mí?
No quería traicionarles.
Y ya muy tarde, muy tarde,
oí hablarme a los árboles.
Juan Ramón Jiménez.
Seguimos ascendiendo entre el asombroso y esbelto pinar.
Alcatraz nos dice que llegan tan altas sus copas que sólo deja ver en la lejanía la Sierra más alta Sierra Nevada.
A la derecha reclamando siempre nuestra atención la parte Sur de la Sierra de Castril.
Retomando el carril que abandonamos cuando nos adentramos en la Cañada del Postero.
Esta frondosa planicie debe ser un auténtico paraíso para la fauna.
"El ojo que ves no es ojo porque tú lo veas, es ojo porque te ve"
(Antonio Machado)
Si antes lo pensamos antes aparece este magnífico ejemplar de cabra montés.
El carril se convierte en senda al pasar al lado de esta alambrada que delimita un área de reserva.
Y sin darnos cuenta llegamos al mirador de los maquis en el Tranco del Lobo. Eran las 12h y 55 minutos.
Estamos por encima de los farallones que por la mañana veíamos bajando de la Trinchera.
Este es el verdadero Tranco del Lobo esta rendija por la que se baja o sube comunicando la zona baja de la ribera del Guadalentín con estos abruptos farallones sobre los que nos encontramos.
Esta foto es para Gypaetus como agradecimiento a la ruta que nos ha preparado y que ha contado con la visita facultativa a la Cañada del Postero dirigida por Cristóbal.
Roble Rebelde junto a estos farallones que anteceden a la zona de la Sabinilla y de Los Torcales del Lobo.
Luis en el Tranco del Lobo con los Poyos de la Carilarga y la Sierra de la Cabrilla al fondo a la izquierda.
Gypaetus, Conchi y Halcón Peregrino disfrutan de este sobrecogedor mirador.
Halcón Peregrino posa con vistas al Norte.
Conchi y Gypaetus con vistas al Arroyo de los Tornillos del Gualay.
Panorámica gentileza de Halcón Peregrino que va desde el Calar de Juana hasta los Poyos de la Carilarga.
Estamos por encima de los 1.700 m de altura y las vistas son alucinantes.
Disfrutando en el mirador de los Maquis.
Vista de la Nava de San Pedro en el centro. Por debajo el encinar de La Asperilla, lugar por el que bajamos hasta los verdes prados del Vado de las Carretas. A destacar el encajonado Arroyo de la Garganta que baja a la izquierda de la Nava de San Pedro hasta dar sus aguas al Guadalentín.
Vistas del Gualay y de Poyo Tribardo.
Seguimos cresteando hacia el Este.
A Luis le ha llamado la atención el pino que ha nacido encima de la piedra que vemos en el centro derecha.
Tras el Río Guadalentín vemos como desde el mismo centro de la foto sale la Loma del Caballo de Poyo Manquillo, que continua con la La Lancha de las Huesas y la Cuerda de los Alcañetes para unirse sobre el horizonte con los Poyos de Guadahornillos. Mas a la izquierda el precioso macizo que se alza al Norte de la Nava de San Pedro con cerros como Cabeza del Tejo, Raso del Madrigal y Cerrillo del Piornal.
El grupo está ávido de fuertes sensaciones.
Fantástica vista del valle del alto Guadalentín que nace debajo del Pluviómetro entre el Cerro de Las Palomas y Las Torcas de Navalasno.
NOTA SOBRE LOS
MAQUIS: Manuel
Calderón, alias “El Ramiro”, nació en Itrabo (Granada), parece ser que en 1947 se
vio obligado a huir desde la Costa y Sª de Lujar a las Sªs de Pozo Alcón;
aquí Manuel Pérez Rubiño, conocido como “Pablo” el de Motril le nombra
lugarteniente; dado el acoso a que eran sometidos por la Guardia Civil
diferentes partidas se instalaron en la Sª de Baza –Cortijada de El Raposo- y
pasaron por la misma hacia la de Pozo Alcón. En esta Sierra se movían
parapetados en el Tranco del Lobo y cuevas de las proximidades, bajando a
los ctjos de los alrededores a por alimentos y medicinas, pero tras una
delación, el 26 de febrero de 1952 “El Ramiro” murió tiroteado por la
G.Civil. Su cadáver insultado y expuesto “para escarmiento público” fue
llevado a Quesada y en la partida de defunción se tachó “falleció al hacer
frente a la Guardia Civil cuando esta lo perseguía como malhechor y fugitivo de
la pasada guerra de 1936”.
Tras la emboscada de la Mina
del Piojo en la Sierra de Lujar el 6/6/1952 (donde La Asociación
Buxus-Alpargateros de Motril ha colocado un placa conmemorativa) en la que
murieron dos guerrilleros a manos de la guardia civil, un grupo de guerrilleros
de la Agrupación Granadina inicia una travesia que les llevaría a Francia tras
pasar por la Sª de Pozo Alcón.
Hace
unos años se hizo un homenaje a Manuel Calderón “El Ramiro” y a todos los
guerrilleros muertos en estas tierras, señalizándose 11 itinerarios,
El grupo espera a los fotógrafos que tienen las máquinas ardiendo.
Córvido Carcávico de nuevo se quedó rezagado para regalar al grupo esta otra perspectiva.
Por encima de las cabezas de Roble Rebelde, Cristóbal y Córvido Carcávico se ven rondar los pensamientos hacia esta zona Sur de la Sierra de la Cabrilla que vemos arriba. ¿Quién sabe si en un futuro cercano se hará realidad una nueva aventura por esos magnéticos lugares?
Abajo vemos parte del pinar que atravesaremos más tarde en la bajada.
En un principio pensamos que era una Viola Cazorlensis pero creemos que no. Estamos tratando de verificar de que planta se trata.
Grandes cortados, sensaciones fuertes, sensacional y sublime Gran Muflón.
Luis allá abajo donde verdea en la Nava de San Pedro está tu compañero de la niñez Antonio Cabrero esperándonos a la vuelta. Algunos aún nos acordamos cuando jugabais en el CF RUS en el viejo campo en la actual piscina.
Cárcava que invita al vuelo Córvido Carcávico, que mala suerte haber nacido sin alas.
Alcatraz en la cima del Pico del Tranco del Lobo (1.761 m)
Con esta foto Córvido Carcávico y Julio rememoran aquella durísima ruta del 6 de enero de 2015, cuando desde el cortijo del Barranco del Guadalentín subieron casi verticalmente al cielo del Alto de la Cabrilla. El enlace de esa ruta es: http://losescuderossenderismo.blogspot.com.es/2015/01/del-guadalentin-al-cielo-de-la-cabrilla.html
Arriba desde la izquierda se aprecia por encima del Puntal de las Palomas La Cuerda de Las Banderillas, seguida de Las Torcas de Navalasno, Los Poyos de la Carilarga y la Sierra de la Cabrilla.
A la derecha de Alcatraz nos aparece la Morra de las Grajas dónde incrustada en su vertical farallón se encuentra la famosa repisa. Por encima a lo lejos vemos llamándonos a voces el Buitre (2.021 m) una de las grandes montañas de la Sierra de Castril.
Cancioncilla
La vida es agua de un áureo río,
y afluye a tiempo su onda de oro,
y es el mañana como el navío
en que navega nuestro tesoro.
Lanzas, oh muerte, tu soplo frío,
y paralizas la onda móvil del áureo río,
y en el vacío se hunde el navío
en que navega nuestro tesoro.
¡Corran tus aguas, sagrado río,
y afluya al tiempo tu onda de oro!
Porfirio Barba Jacob
Pensábamos hace un rato al ver los grandes laricios, que eran eternos, pero este que parece querer alcanzar el cielo nos demuestra que todo es efímero.
Pero para no dejar mal sabor aquí tenéis con sólo mirar al Sur otros esplendorosos ejemplares.
Mirando al Norte en la lejanía se aprecian las altas cumbres de la Sierra de Las Villas.
Reagrupándonos ante la repisa. Al fondo el Buitre y la Sierra de Castril.
Repisa que vista desde arriba impone aún más.
Está situada en este farallón de la Morra de la Grajas (1.715 m)
Hemos querido que sea Gypaetus el primero que aparezca junto a la deseada repisa, ya que como buen cumplidor de promesas, a él debemos la concepción de esta exuberante y vertiginosa ruta.
El primero que se atreve es Halcón Peregrino.
Pero se vuelve reclamando su foto. Es clara su ausencia de vértigo.
Nuestro experimentado Cristóbal que aunque no se prodiga mucho en acompañarnos, sabe perfectamente su lugar y en esta ocasión se echa a cuestas la dirección de este complicado paso. En primer lugar nos muestra como debemos pasarla, para quitar presión a los indecisos.
Y los fotógrafos lo inmortalizan.
Tras volver Cristóbal para dirigir y ayudar en el paso a los restantes miembros del grupo, Halcón Peregrino se hace esta foto que se convertirá en una clásica para los demás.
Pasando Gypaetus.
Gypaetus al final de la repisa.
El equipo de fotógrafos pide situarse por lo que el que ahora pasa es Luis que hará la parte del reportaje desde la zona más espeluznante. Para eso hizo la mili en los pirineos.
Luis uno de nuestros fotógrafos oficiales que tan bien ha enganchado en este modesto Club.
El joven Julio acepta la ayuda del veterano Cristóbal mientras pasa.
Julio pasando.
Cristóbal acostumbrado a la escalada está como pez en el agua y aprovecha el viaje de ayuda a Julio para mostrar las cara entre expectantes e indecisas de los seis que aún quedan por desfilar por la pasarela más exclusiva de la temporada primaveral.
Y allá que se lanza Conchi con garbo, elegancia y una seguridad que nos hace pensar que no es la primera vez que pasa por aquí.
Conchi llegando.
Conchi junto a su buen amigo Gypaetus. Que bella está la sierra y que bonita la amistad.
Águila Real tras dejar la ayuda, va un tanto rozando la pared con el ala derecha.
Enhorabuena campeón tu lucha y perseverancia acabará dominando al psicológico vértigo.
Para Gran Muflón tenía esta foto preparada su inseparable compañero Córvido Carcávico. Esta foto es especial porque se aprecia la cima de la Morra de las Grajas.
Gran Muflón de nuevo. Ahora en la foto clásica.
Roble Rebelde pasa saludando, pese a unos momentos de indecisión que muchos de los que pasamos tuvimos, sobre todo al ver la repisa desde arriba cuando la avistamos.
Roble Rebelde con el bastón en la posición de seguridad. Tenemos Roble para rato.
Un Alcatraz pasa.
Y tras pasar se muestra así de jubiloso.
Córvido Carcávico sobrevuela la cárcava con la granate en la mano derecha. No la deja ni para cagar, cualquiera se la quita.
La clásica en su postura más característica.
Homenaje para Luis que se jugó la vida como buen reportero por ofrecernos la más rigurosa y espectacular noticia.
Y para Cristóbal nuestro premio a la solidaridad y al saber estar.
Y estos dos otra vez, no chupan cámara "a la chita callando" medio reportaje es suyo. A ver "unos tienen la fama y otros cardan la lana".
Y nada más pasar la rendija nos sorprendió esta ventana, arco o semicueva que "erosión" nuestro escultor favorito ha ido lentamente modelando.
Y nuestra invitada Conchi nos correspondió con esta a los diez bajo el arco del tiempo.
Marchando a tumba abierta por estas inclinadas trochas, por dónde el que se escurre y no se cae adelanta camino.
Adios repisa, adios Morra de las Grajas, adios arco, adios Tranco del Lobo, o mejor dicho hasta pronto.
De la ruta que antes le referimos "del Guadalentín al cielo de la Cabrilla" Gran Muflón y Alcatraz fueron los otros dos que la hicieron y lo recordamos porque encima de la gorra roja se ve el cortijo del Barranco del Guadalentín con sus maravillosas nogueras que incluso desde aquí llaman la atención.
Un respiro en la bajada al lado de este covachón.
La primavera pese a a la escasez de lluvias ha estallado. Aquí vemos a parte del grupo observando una especie de minado de agua. Vamos que como os pille el hortelano pisando las cebollas se os va a caer el pelo.
Vistas conforme descendemos de la zona de La Chacona.
Bajamos con mucho cuidado de no pisar "las cebollas".
Vista del tupido pinar por el que hemos bajado. Arriba unos nuevos conocidos, los abruptos parapetos de la Morra de las Grajas y del Tranco del Lobo.
Una nueva perspectiva del valle del río Guadalentín. Arriba a la derecha como omnipresentes guardianes los Poyos de la Carilarga.
Poco antes de llegar al Río Guadalentín almorzamos. Eran las 15 h y 42 minutos. El relajante restaurante con el trinar de los pájaros de fondo invitaba también a la siesta, pero lo dejamos para otra ocasión.
Cercanos al río pasamos por una zona con gran variedad de árboles, aunque algunos que en otros tiempos eran los reyes se encuentran en pésimo estado.
Vadeando el dorado Guadalentín.
Gypaetus como ven no tiene ningún problema de motricidad. Que poderío manifiesta en sus articulaciones inferiores.
Caminando al lado de esta barbacana que separa el carril del río. Arriba una formación rocosa que parece como unas ubres al revés.
Dejamos la pista para atajar bordeando la parte Sur de la Loma del Caballo de Poyo Manquillo. El bosque autóctono nos muestra una mayor variedad y riqueza vegetal. Creemos que se debería tener en cuenta esto y procurar su reforestación.
Mientras vamos bordeando nos aparece el cerro del Gollizno que es el comienzo de la Loma de Poyo Manquillo.
Dejando atrás la cortijada que vimos a la mañana bajando de La Trinchera a la que también llaman Cortijo del paso de las Carretas. Está en uso destinado al pastoreo y con algunos perros sueltos.
En esta perspectiva vemos a la izquierda el Gollizno y a la derecha el Tranco del Lobo.
A punto de introducirnos de nuevo en uno de nuestros bosques favoritos el de La Asperilla.
La primavera ha estallado.
Inmersos en el bosque de La Asperilla cerca ya de La Trinchera.
Y como despedida esta foto a esos cortados que tan buenas sensaciones nos han provocado. Hasta siempre Tranco del Lobo, siempre caminarás en nuestro recuerdo.
Longitud del trazado: 18,7 Km.
Duración: 8 horas y 30 minutos.
Grado de Dificultad: Media Alta.
Agua: Llevar.