LA PANDERA DESDE OTIÑAR POR EL ARROYO DE LA HOYA DEL CAÑO.
Estos son los catorce miembros del CD SENDERISTA "LOS ESCUDEROS" que hicimos la subida al alto de La Pandera.
Desde la izquierda: Cristobal, Juan, Bartolomé, Halcón Peregrino, Lucio, Fran, Pepe, Águila Imperial, Arácnido, Gran Muflón, Paco Checa, Chaparro, Córvido Carcávico y Roble Rebelde.
DOMINGO 10 DE FEBRERO DE 2013.
Dura, pero gratificante ruta, por el gran desnivel que tuvimos que salvar, siempre en continua y pendiente ascensión.
Dejamos los vehículos en el km 14 de la carretera de Jaén al Pantano del Quiebrajano, al lado de las ruinas del Castillo del Otiñar.
Subimos todo el Arroyo de la Hoya del Caño, que nace muy cerca del alto de La Pandera. Al principio el cañon del arroyo es estrecho y con numerosos covachones, pudiéndose apreciar los pliegues sinclinares que delatan la formación de estas montañas.
Luego el valle del arroyo se abre un poco, apareciendo a la izquierda los cerros de Peña Blanca y Cagasebo y el Pago de las Cimbras a la derecha.
Nos topamos con la fuente de la Hoya del Caño y aunque buscamos en un leve escarceo la cueva de La Piletilla, no dimos con ella. A partir de aquí empezó a aparecer algo de nieve helada y las cumbres altas ya cada vez se hacen más visibles.
Dejando atrás el pinar del llano del Puerto de la Nava y con bastante dificultad por las placas de hielo que nos encontramos, fuimos buscando las mejores trochas con piedras para mantener el equilibrio y encarar la cumbre del Alto de La Pandera.
La bajada es todo un disfrute y por la premura de tiempo la hicimos por el mismo lugar a excepción de un giro que hicimos a la izquierda para llegar al pueblo en ruinas de Otiñar. De ahí al lugar de partida por la carretera.
El grupo se pone en marcha con Lucio, Chaparro y Roble Rebelde tirando del grupo. Por detrás destaca el individuo de la gorra amarilla, ya cuando apareció esta madrugada todos pensamos que se trataba de una maranga (persona que oculta su identidad, para no ser reconocido, tras pasar la noche en otra cama que no es la suya)
El cañon de inicio se abre para ofrecernos esta vista del castillo del Otiñar a nuestra izquierda.
Nuestro nuevo compañero Paco Checa que hoy debuta ante esta dura prueba, junto a su buen amigo Cristóbal seguidos del misterioso personaje.
Por fin, este ocupado Arácnido ha podido acompañarnos. Aunque es socio fundador del CD LOS ESCUDEROS, por motivos laborales hasta hoy no ha podido debutar. Aquí lo vemos con el nuevo socio Águila Imperial a su izquierda, que también hace hoy su bautismo.
Siguiendo la ascensión, los comentarios del grupo van dirigidos hacia la enigmática presencia del de la gorra amarilla. Unos dicen que quizás está disfrazado por lo del carnaval, otros creen que se trata del espectro fantasmal del famoso guerrillero Cencerro. El desconcierto es total porque nadie sabe como ni con quién ha viajado desde Rus.
Nuestro invitado Fran admirando las paredes de esta encajonada subida.
Aunque entre los tres tienen más años que Sansón, van como auténticos relojes suizos. Desde la izquierda Bartolomé, Cristóbal y Lucio con el trecho que hemos subido detrás.
Roble Rebelde chiquillo, bájate de ahí, como te vea tu madre te vas a enterar.
Aquí la pendiente se suaviza, mientras asoma a la izquierda el Cerro de Peña Blanca.
A nuestra derecha nos acompaña el alargado Pago de las Cimbras.
Y a la izquierda estos covachones.
El Cerro de Peña Blanca (1.452 m) por encima de este cerrado pinar.
No hay tregua, los debutantes aún no han cogido el segundo aliento y esto cada vez se empina más, mientras el intruso parece ya totalmente integrado en este acogedor grupo.
Córvido Carcávico, que no se pierde una, tiene el pleno de rutas del club. Aquí se toma un respiro, mientras Chaparro y Halcón Peregrino observan lo ya subido.
Erosionadas formaciones rocosas por debajo de Peña Blanca.
Águila Imperial parece que va cuesta abajo, contrastando con la cara de Chaparro que se estará planteando "¡¡Pero aquí cuando se come"¡¡.
La nieve ya hace un rato que apareció, y al lado de la fuente de La Hoya Del Caño, está casi helada. Foto para el recuerdo. El de la gorra amarilla comienza a intimar y nos muestra hasta la nariz. Hay quien dice que iba a los carnavales de Cádiz, pero al perder el autobús, decidió venirse con nosotros.
Cuando nos dieron los primeros rayos de sol decidimos parar a reponer fuerzas, eran las 11 h y 10 minutos. Chaparro ya pensaba que estábamos inmersos en una cruel huelga de hambre.
Nuestro equipo de guías Roble Rebelde y Bartolomé, estudian de lejos la parte final del ascenso, que aparece al fondo con la gran antena del Alto de La Pandera en el centro. Cuando el día es nítido son más fiables y amenos que el GPS.
Original foto de Córvido Carcávico. Entre los troncos de dos viejos robles vemos como el grupo avanza poco antes de coronar el duro puerto de La Nava.
Una vez hemos cruzado el pinar llegamos a la Nava que está a 1.486 m de altura.
Comienza la parte más complicada a causa de la nieve helada. Al fondo dejamos La Nava al abrigo del cerro de Cagasebo.
Evocadoras vistas al Noreste, con Sierra Mágina y sus recientes recuerdos al fondo. La cuerda intermedia, por encima de la loma Este de Cagasebo, está presidida en el centro por el monte Grajales(1.658 m), acompañado a su derecha por el Cerro de los Tres Mancebos(1.551m) y a la izquierda por la Sierra de Propios.
La brigada de choque, espera el reagrupamiento del resto del grupo, mientras estoy a punto de desenmascarar a nuestro misterioso personaje. Ya cercanos a la cima las placas de nieve son abundantes.
Los rezagados continúan con esfuerzo la fuerte subida. En la foto os mostramos el fantástico valle del Arroyo de la Hoya del Caño. Al fondo a la izquierda por encima del enorme Cerro Matilla (1.307 m), se ve la ciudad de Jaén.
Roble Rebelde con el Cerrillo Caldera (1.842 m) de fondo. Hoy no ha tenido suerte para captar la fauna. No hemos visto ni moscas.
Cristóbal, Paco Checa, Arácnido y Fran tirando del penúltimo aliento ya cerca de la cumbre. Por encima del Puerto Del Aire nos aparece el pueblo de Los Villares.
Por fin se descubre el enigma. Desde este extraordinario lugar, y en primicia mundial, os presentamos a Juan Raya, que fue uno de los mejores maratonianos del pueblo de Rus, y que hoy ha decidido probarse.
Portillo Lobo (1.829 m) y a la derecha La Peña del Altar (1.818 m)
Antes de subir a la cima nos encontramos con estos deportistas practicando la escalada.
Lucio y Córvido Carcávico en el geodésico de La Pandera (1.870 m).
El Mulacén y el Veleta parecían estar casi al lado.
Abajo vemos la pista que une Valdepeñas de Jaén con el pantano del Quiebrajano en la zona del Puerto de Las Coberteras.
Auténtico paisaje Lorquiano, de sangrantes jinetes inclinados sobre sus jacas, buscando las altas barandas, plateadas y verdes barandas.
Al fondo Sierra Nevada, por debajo las montañas azules, la Sierra de Arana y de Huetor. Un poco más cerca a la derecha la Sierra del Rayo y a la izquierda la Sierra de Lucena y de Las Cuevezuelas.
En primer plano por encima de la Umbría de Ventisqueros, entre pinos El Cerro de La Horca (1.766 m) y sobre él, nevado y pelado Los Morales (1.722m)
En primer término, por encima del valle del río Ranera, El Morrón (1.672m), seguido de sucesivas sierras, como la de Loja, que se ve difuminada en el centro un poco a la derecha. Todavía más lejano, se aprecia cercano al mar, el Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama.
Valdepeñas de Jaén. Al fondo a la derecha creo que aparecen las Sierras de Albayate y La Horconera, entre Priego y Rute.
En el centro tapando Alcaudete las Sierras de Ahillo y de la Caracolera. A la izquierda al fondo las sierras que anteceden a Cabra.
Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los montes de Cabra.
Si yo pudiera, mocito,
ese trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Compadre, quiero morir
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
dejadme subir, dejadme,
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.
Romance Sonámbulo (Federico García Lorca)
Roble Rebelde en lo más alto de La pandera.
El Cerrillo Caldera, que no nos deja ver la Peña de Martos, que se encuentra detrás. A la derecha el pueblo que se ve, es Los Villares.
Tras el helipuerto, la cuerda que nos acompañó siempre a la izquierda de la subida, con Peña Blanca, Cerro del Cagasebo (1.588 m) y Portillo Lobo. Un poco más lejos la Sierra de Propios.
Detrás, comenzando por la izquierda y alejándonos sucesivamente: El Cerro de San Cristóbal (1.004 m), La Guardia, Pegalajar y el Aznaitín.
Halcón Peregrino posándose tras un vertiginoso vuelo desde Sierra Nevada.
Esta Pandera es una auténtica nevera. Camino hacia la Peña del Altar se puede observar el frío en las caras de Bartolomé, Paco Checa, Arácnido y Fran.
Córvido Carcávico se desliza sobre esta helada dolina, mientras el grueso del grupo se resguarda del frío viento en la caseta refugio de la Peña del Altar.
Halcón Peregrino, Cristóbal y Paco Checa desde la Peña del Altar con Andalucía Oriental de fondo.
Vistas desde La Peña del Altar de la zona del Haza de las Cuestas.
Córvido Carcávico disfrutando de estas inagotables vistas.
El grupo casi al completo con vistas al Sur.
Abrupta bajada por el Cañón de los Romeros hacia el valle del río de Quiebrajano.
Abajo el pantano del Quiebrajano. Perfilando el horizonte desde la derecha Las Sierras de Baza, de Orce, de María, del Pozo y de Mágina. Un poco más cerca se divisan los pueblos de Cambil y Huelma.
Comenzamos la bajada por el Salto de la Pandera. Spiderman es un gato sin uñas comparado con nuestro Arácnido.
Buscando la senda por la que subimos.
Chaparro y Gran Muflón abriendo camino para el maratoniano Juan Raya, que nota la inactividad.
No vayan a creer que se trata de un guerrillero checheno, es nuestro habitual Gran Muflón, hombre de paz, seguido del maratoniano.
Aquí, en la parte alta del Puerto de la Nava, hicimos el segundo repostage. Chaparro dice que como mejor se disfruta la bajada es con el buche lleno.
Estos dos troncos de roble son viejos conocidos
Águila Imperial ha demostrado en su debut unas condiciones increíbles. Su gran resistencia es impropia de su corta edad. Adelante, tuyo es el futuro.
Elegante y esplendoroso Cerro Matilla.
Por aquí se huele la cueva de la Piletilla. Volveremos para conocerte sin prisas.
Chaparro y Juan Raya, los lazos que los unen están un nivel por encima de la amistad.
El que puso este hito, o fue el increíble Hulk o Sansón con mucho pelo.
Bajando hacia el pueblo abandonado del Otiñar, vemos el lugar dónde esta mañana dejamos los coches.
Longitud del trazado: 17'5 Km.
Duración: 8 horas.
Grado de Dificultad: Alta.
Agua: Llevar o coger en la fuente de la Hoya del Caño.
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