sábado, 20 de febrero de 2016

RISCA DEL GUIJARRÓN


CIRCULAR: TRANCO, RISCA DEL GUIJARRÓN, TRANCO.





 Comenzamos la ruta desde el aparcamiento del Tranco, para comenzar ascendiendo por el carril que pasa al lado de la ermita y nos conduce hasta el poblado que en su día acogió a los trabajadores de la presa. A partir de aquí la ascensión se hace más dura al tomar por un cortafuego que nos llevará hasta la pista que desde el Área Recreativa de los Parrales sube hasta la caseta de vigilancia de la Risca del Guijarrón, La cogeremos a la izquierda y por ella cómodamente ascendimos hasta la cima.

 Comimos cuidadosamente en el interior de la confortable caseta, al resguardo de la gélida temperatura. Tras las pertinentes fotos de las magníficas vistas que captamos, decidimos bajar por la cresta de la abrupta Lancha del Guijarrón que baja hasta la presa. Poco antes de llegar al Arroyo del Parral de la Abuela viramos a la izquierda introduciéndonos en un espeso pinar con la idea de salvar la cerrada que el citado arroyo provoca.

 Dentro del pinar nos encontramos y tomamos por un camino hecho por maquinaria de limpieza del monte que nos llevó hasta el poblado en ruinas por el que pasamos al inicio.

 Tras dar un paseo por la presa rematamos con una visita al restaurante que hay al lado del aparcamiento.

 Resumiendo, esta ha sido una excelente ruta para abrir la temporada y en la que hemos querido rendir homenaje a esta Risca del Guijarrón bajo la que tantas veces habíamos pasado, así como para ir conociendo este rincón del parque situado entre Beas de Segura y Hornos.

 Esperando sea de su agrado el reportaje que hemos preparado pasamos a ofrecérselo.






   SÁBADO  20  DE  FEBRERO  DE  2.016





   Comenzamos la ascensión al lado de esta ermita situada cerca del aparcamiento del Tranco, donde dejamos estacionados los vehículos.




   Un poco más arriba nos encontramos con las ruinas del poblado que habitaron en su día los trabajadores que construyeron la presa del Tranco.




  Primera imagen en la que aparece la silueta del Guijarrón con su poblada Lancha.




     Desde el poblado subimos en dura ascensión por este cortafuegos que al llegar a esta colmena llanea dándonos un respiro. Un poco a la izquierda se encuentra la pista que sube a la caseta y cima.




    Ya por la pista era habitual ver que la explotación maderera como en esta zona estaba a pleno rendimiento. No muy lejos oíamos a los artefactos realizando la corta y troceado.




    A la izquierda de la pista nos encontramos en la zona de Las Salegas Anchas con este precioso collado con el Objetivo de fondo. Aprovechamos esta foto gentileza de nuestro asiduo Córvido Carcávico para presentar a estos siete ruseños. Por la derecha Maria José, Nogal, Macho Cabrío, Coyote, Lucio, Trucha y Lagarto.




   El trazado hace posible la charla mientras se camina.




    La senda nos va llevando relajadamente en clara dirección Norte hasta llevarnos a la ladera Sur del Cerro del Entredicho.




   Pero al girar al Oeste en busca del Guijarrón comenzamos a ver el gran valle del Guadalquivir en una fría y nubosa mañana en la que el sol luchaba por imponerse.




   Es un orgullo para el grupo poder contar con Maria José que lleva la Sierra en la sangre, la misma de Nogal y que hoy discurre fiel a un nuevo encuentro por ese viejo camino que ambos llevan recorrido.




   Lucio que reaparece nos muestra a la derecha y en primer término la cima de La Risca del Guijarrón, para la que vamos y al fondo desde la izquierda la Sierra de las Lagunillas, el Hoyacillo y el Caballo Torraso.




   Los jóvenes y amigos Lagarto y Trucha de vez en cuando nos suben la moral con sus esporádicas apariciones.




  Vista del abrupto Barranco que el Arroyo de los Mansegosos forma bordeando la Risca del Guijarrón.




  Vista al Norte del Cerro del Entredicho (1.324 m) que aparece a la derecha.




   Espectacular risca, gran cortado, grande grande, Gran Muflón.




    Por el tramo final previo a la cima.




   Vistas al Suroeste del valle del Guadalquivir tras su salida del Pantano del Tranco. Al fondo en el centro vemos Iznatoraf, con el Caballo de la Albarda y La Lancha del Tosero a su izquierda.




   Al noroeste vemos la Sierra que precede a Beas de Segura con la aldea de los Mansegosos abajo. 




   Llegando a la cima del gran objetivo de la jornada.




   En la caseta de vigilancia que también es la cima de la privilegiada Risca del Guijarrón (1.273 m).




   Mirad que belleza nos ofrecían los alrededores del Embalse del Tranco mientras el sol trataba de imponerse según avanzaba la mañana.
 A partir de esta foto y girando 360º, iremos en las siguientes mostrando hacia la derecha las perspectivas de los paisajes que esta Risca del Guijarrón nos ofrecía.




   A la derecha del agua vemos como poco a poco la zona que el gran incendio natural desoló en 2.005 se va recuperando aunque muy lentamente.




   Hacia el Sur las vistas de la Sierra de las Lagunillas son magníficas, coronadas hacia la derecha por el complicado Hoyacillo (1.719 m) y el Caballo Torraso (1.726 m)
















  Detalle de la Aldea de Los Mansegosos.




   Hoy día se hace casi inexplicable un mundo sin las tecnologías que sustentan el gran imperio que el sector de las telecomunicaciones ha creado. No obstante las antenas que este mundo conlleva no dejan de ser un enorme borrón para la belleza que tanto tiempo tardó en crearse en estas benditas sierras. 




   Antes de los móviles los humanos vivían por estos parajes en perfecta armonía con la naturaleza. Desde que aparecieron las nuevas tecnologías, los que gustamos de andar por estos lares, hemos ido viendo como los cortijos, aldeas y nogueras entre otros se han ido convirtiendo en ruinas.




  Vistas al Noreste con el Cerro del Entredicho en el centro y el de Peguera (1.332 m) a su derecha. 




     El gran Yelmo se encuentra semitapado por una tupida montera de nubes sobre la localidad de Hornos de Segura que blanquea en el centro.




   Al fondo cada vez más despejada la inmensa Sierra de Segura con sus numerosos calares, valles y ríos.




  En la lejanía aún vemos nieve en las cimas de las altas sierras del inmenso parque y otras adyacentes.




   Tenemos que decir que la caseta la encontramos en muy buen estado y como la mañana era bastante fría, aprovechamos para reponer fuerzas en su interior. Eso sí, la dejamos más o menos igual de bien que la encontramos.




   Lucio, Coyote y Gran Muflón tras llenar el buche aparecen así de satisfechos.




    Como Maria José y Nogal que son sin duda la gran pareja de esta ruta.




   Ahí llevas esa Lagarto para que la muestres y enganches tu amor por la naturaleza a todos los jóvenes con los que te relacionas.




   A esta pareja más habitual formada por Córvido Carcávico y Lagarto también les une fuertes e imperecederos vínculos. 




  Un córvido sobrevuela la abrupta cárcava.




     Gran Muflón, Trucha y Lucio no se quisieron perder la perspectiva estrella de esta ruta.




   Con la Sierra de las Villas como fondo, Gran Muflón nos recuerda aquella circular de circulares que hicimos por la cárcava de las cárcavas. El enlace de aquella aventura es:http://losescuderossenderismo.blogspot.com.es/2015/10/por-la-colosal-carcava-del-aguascebas.html




    Comenzamos el regreso que haremos cresteando los farallones de La Lancha del Guijarrón que desciende hasta la misma presa del Tranco.




   Lagarto y Trucha nos muestran aquí la espectacular lancha por cuya cresta iremos disfrutando de una amena bajada.




    De este agujero que vemos en la parte baja del farallón nos salió en perfecto vuelo sin motor y casi sin ruido un majestuosos ejemplar de buitre. Lástima que no pudiéramos captarlo en fotografía.




   La suavidad con que las aguas estancadas del embalse dotan al paisaje contrastan con lo abrupto de esta escarpada Lancha del Guijarrón.




   El grupo se estira cada cual buscando el mejor paso por la lengua kárstica.




   El jóven Trucha es todo un experto a la hora de posar.




   Córvido Carcávico irá cubriendo la retaguardia durante la bajada...




   para inmortalizar y dar testimonio de que "Los Escuderos" pasaron por aquí.




   La Piedra

 El distraído tropezó con ella.
El violento la utilizó como proyectil.
El emprendedor construyó, con ella.
El campesino cansado la utilizó como asiento.
Para los niños fue un juguete.
David mató a Goliat y
Miguel Ángel le sacó la más bella escultura.

 En todos los casos,
la diferencia no estuvo en la piedra,
sino en el hombre.

 No existe piedra en tu camino que no puedas
aprovechar para tu propio crecimiento.

                                              Anónimo





   Nuevas vistas de la Sierra de las Villas.




   Seguimos cresteando en el descenso...




     sin olvidar el camino recorrido.





EN LOS BORDES DEL PRECIPICIO


Pensante, mirando hacia el fondo de la cañada,
queriendo ser una hoja perdida buscando  llegar al suelo,
desorientado, en ese instante cuando los sentimientos
sin más se desbordan, y buscan los silencios,
en los bordes del precipicio.

Inquieto, tratando de hilar frases con sentido infinito
el corazón desea explotar y a la vez estar sereno,
pienso en ti, queriendo devolver las horas al tiempo,
anhelando tus besos, cobijando a los recuerdos…

Y me pregunto, ¿ que hice de mal, porqué te fuiste?,
dejándome caminando como un novel acróbata,
en los bordes del precipicio, en los senderos del silencio,
no hay redes, mi corazón se paraliza, tengo miedo a caer,
no quiero que la noche se lleve mi vivir…

No hay nada que decir, solo mirar hacia abajo,

A los precipicios, ¿ o tal vez ya estoy ahí ?

                                
                                            Eduardo Carreño




   La Sierra de Segura comienza a despejarse aunque el Dios Yelmo se resiste a desprenderse de su tupida montera.







   Una nueva perspectiva para esta pareja que hoy nos tiene cautivados y que esperamos contar con su presencia en lo sucesivo.




   Arriba vemos como el Córvido baja pegado a la arista de los farallones.




   El puntiagudo saliente nos indica hacia la Sierra de las Lagunillas que tras el terrible incendio de 2.005, va recuperándose poco a poco.




   A partir de este recodo vemos como la vegetación se acerca al precipicio como si los árboles sintieran la curiosidad de asomarse a curiosear.




   En este momento Córvido Carcávico está preparando lo que verán en la siguiente foto...




  que capta al grupo llegando a este magnífico poyo.




     Trucha y Lagarto posan ante este gran mojón que marca la linea desde la cima y que separa los términos de Villanueva del Arzobispo que queda a la izquierda y el de Hornos a la derecha.




   El lugar que hemos elegido para reagruparnos y descansar es de una extraordinaria belleza, al que las aguas en calma del embalse le dan un toque de serenidad que se te mete dentro y te hace sentir mejor.




   Al fondo la Sierra de Segura por fin aparece despejada y se puede apreciar algo de nieve sobre las zonas más altas.




   A las montañas se las puede comparar con las personas; unas son más altas, anchas, suaves que otras. A veces nos atraen unas más que otras por su fisonomía, pero hay que meterse dentro para aprender que nunca hay que juzgar a nada ni a nadie por su aspecto.







  Aquí Lucio posa un poco antes de llegar al poyo llamado El Picón, desde el que giraremos a la izquierda y dejaremos la Lancha del Guijarrón ante la imposibilidad de seguir.




   Que difícil es retratar al nervioso Coyote.







    A partir de aquí entramos en una zona mucho más poblada de vegetación.







Y con esta imagen nos despedimos de esta voladora, escarpada y soñadora Lancha del Guijarrón.




    COMO ÁRBOL MUERTO


De la vida nazco, y de vivir muero
de tristeza blanca en corazón negro,
del absurdo fango en que me envuelvo
alma en pena, como árbol muerto.
Así me siento si no te tengo,
si busco el cielo y no te encuentro
y tu voz se aleja, a la vez que el viento
en susurro suave de mi recuerdo.
Donde fuiste que no te veo
amor ingrato, ingrato tiempo
de luna llena y romance austero,
adolescente errante de corazón repleto.
De mente inquieta, de amor de cuento
sabor tan dulce que abrasa el fuego
tus labios niña, al mismo infierno
en que yo me ahogo de amor y miedo.
De la vida nazco, y de vivir muero
de tristeza blanca en corazón negro,
del absurdo fango en que me envuelvo
alma en pena, como árbol muerto.



                                             SOLRAK




    ¿A dónde vas Guadalquivir a entregar tus aguas? ¡Ay si supiéramos que las vegas por las que pasarás pueden dar de comer al mundo entero¡




    Del corazón de la roca salió este árbol, en cuyas ramas cantan los pájaros.
    El único corazón duro es el que no siente, nada tiene que ver de que elemento esté formado.

                                                                                                                                      (Quinrri)




    En la cima del Picón se acaba el paso por la cresta de la Lancha del Guijarrón. Ahora giraremos a la izquierda para atravesar el Arroyo de Majada Temprana.




    Con esta foto desde El Picón despedimos esta perspectiva que nos ha acompañado durante la mayor parte del recorrido.




   Desde que nos hemos desviado vamos descendiendo suavemente por el valle del arroyo entre troncos cortados.




  Al encontrar las huellas de una taladora con cadenas, las hemos seguido, lo que nos ha facilitado la salida del espeso pinar.




   Y como era de lógica acabamos encontrando a los autores de las huellas.




   Este brutal artefacto con tan malas hechuras estaba averiado por lo que mientras le dure descansará el bosque y su fauna.




   Coyote indica a Nogal que ya se ve el antiguo poblado del Tranco como el vaticinaba, ya que en el último tramo el ha sido el que nos ha guiado.




   Llegando al poblado por el que salimos hacia el cortafuegos esta mañana temprano.




   El citado cortafuegos.




   Atravesando el Poblado




   Poco antes de llegar al aparcamiento del Tranco vemos la cantera que seguramente se utilizara en su día para la construcción de la presa.




   Desde la terraza del bar al lado del que aparcamos vemos el flamante embarcadero y barco, que como reclamo turístico cuenta hoy el embalse del Tranco para disfrutar de sus singulares rincones.




   La presa.




    Coyote y Córvido Carcávico llevan toda la vida compartiendo momentos y parte de las arrugas en torno a sus ojos (patas de gallo) le han salido de reír juntos.




  Dando un paseo por encima de la presa.




   Nueva vista del embarcadero y el barco.







   Con esta oficial de los ocho expedicionarios les mostramos arriba parte de la sensacional ruta que nos hemos marcado.




   Para finalizar nos paramos en este bar. Aquí estamos esperando un refrigerio que luego resultaría poco satisfactorio, con unos chorizos de jabalí y ciervo bastante decepcionantes.



Longitud del trazado: 12'4 Km.

Duración: 5 horas.

Grado de Dificultad: Media.

Agua: Llevar.