domingo, 2 de noviembre de 2014

PUERTO DEL TEJO, PARADOR, FUENTE RECHITA.


CIRCULAR ERMITA DE LA VIRGEN DE LA CABEZA- PRADO REDONDO- PUERTO DEL TEJO- PARADOR- FUENTE DEL OSO- FUENTE RECHITA- LA IRUELA.





   En la Fuente del Oso y desde la izquierda, fila de abajo: Lucio, Águila Real, Alcatraz, Alimoche, Julio II, José Andrés y Calígine. En el mismo sentido arriba: Jabalí, Mario, Javi, Zorro Ártico, Gran Muflón y Cristóbal.
 Estos trece componentes de la expedición entre amigos y socios del CD SENDERISTA "LOS ESCUDEROS" de RUS se complacen en presentaros esta atractiva ruta.

 El inicio de la ruta fue desde la Ermita de la Virgen de la Cabeza con excelentes vistas de la ciudad de Cazorla, desde dónde cogimos la empinada senda que va hasta el Parador de Turismo. Fuimos pasando por el Cortijo de Prado Redondo primero, para entre la peña de los Halcones y el Cerro de La Laguna continuar ascendiendo hasta coronar el Puerto del Tejo, aunque un poco antes almorzamos con vistas al vertical valle del río Cazorla.

  Bajamos luego al Parador, cogiendo el cortafuegos para evitar la carretera fuimos más tarde a la Fuente del Oso, desde allí tomamos por una alucinante senda con magníficas vistas hacia La Sierra de Las Villas y Valle del Guadalquivir, que nos llevaría a La Iruela tras pasar por Peñón Borondo, Puerto de los Arenales, Fuente Rechita y cruce de La Mocha.

 En resumen una larga ruta pero sólo en la distancia ya que las sendas por las que pasamos nos ofrecían tantos estimulantes que apenas reparamos en sus continuos desniveles.

Esperamos que les guste. Saludos.







  DOMINGO  2  DE  NOVIEMBRE  DE  2014.





    Es la hora de salida un poco después de las 9 h. y desde la zona de la Ermita de la Virgen de la Cabeza se podía apreciar la ciudad de Cazorla abajo.




   Nada más salir la senda es bastante empinada.







   Impresionante perspectiva que  a la izquierda conforme subimos se nos ofrece del castillo templario de la Iruela.







  Perfecto mirador natural el de estas rocas. Al fondo el sol ilumina un día más la Sierra de Las Villas.




     Aquí el terreno se allana bastante.







   Llegando a la Casa Forestal de Prado Redondo.




    La bolsa de pan en la cada vez más ruinosa Casa Forestal de Prado Redondo nos da muestras de que la abuelita del cuento sigue en Cazorla. Caperucita y el Lobo están haciendo un curso de emergencias sanitarias por aprovechar el tiempo, aunque lo que ellos quieren es más trabajo y menos cursos.




   Dos jóvenes amigos a punto de entrar en el cerrado pinar:




 de jóvenes esbeltos y rectos laricios .




  Cuando vamos por encima de la imponente Peña de los Halcones vemos en frente el Cerro de Cagahierro (1.543 m) y descendiendo por su loma hacia la derecha se aprecia el Castillo de Salvatierra. Al fondo Sierra Mágina.




  El Castillo de Salvatierra que vemos con mayor detalle a la derecha y que se alza sobre el cerro que le da nombre, también es conocido por "Castillo de las Cinco Esquinas" ya que su torre principal es de planta pentagonal irregular.




   Sobre la cima de la Peña de los Halcones (1.448 m) un grupo de buitres toman el sol naciente mientras nos observan.




   Por encima del Escribano se alzan las altas cumbres de la Sierra de Las Villas.




    Vistas de La Loma de los Castellones que van hacia el Gilillo.





DE TANTO DIR Y VENIR
Canción
Ataualpa Yupanqui-Pablo Cerro


 De tanto dir y venir
abrí mi huella en el campo.
Para el que después anduvo
ya fue camino liviano.

 En infinitos andares
fui la gravilla pisando.
Raspé mi poncho en los talas.
Me hirieron pinchos de cardo.

 Las huellas no se hacen solas
ni con sólo el ir pisando.
Hay que rondar madrugadas
maduras en sueño y llanto.

 Viento de injustas arenas
fueron mi huella tapando.
Lo que antes fue senda clara
se enyenó de espina y barro.

 Parece que no hubo nada
si se mira sin mirarlo.
Todo es malezal confuso,
pero mi huella está abajo.

 Desparejo es el camino.
Hoy ando senderos ásperos.
Piso la espina que hiere,
pero mi huella está abajo.

 Tal vez un día la limpien
los que sueñan caminando.
Yo les daré, desde lejos
mi corazón de regalo.




    Por la senda en el tramo final del Puerto del Tejo.




   Este valle llamado del Sinclinal es por dónde bajan las primeras aguas del río Cazorla.




   Lucio y Calígine observan .....




 como aparece el cono del Gillillo (1.848 m) en el centro.




   Los más comilones se amotinan y deciden que es la hora de almorzar.




   Y de nuevo el restaurante es de excepción con unas preciosas vistas hacia el Valle del Sinclinal y las altas cumbres de la Sierra de Cazorla.
 Al fondo en el centro vemos el Cerro de La Laguna que hemos venido bordeando en la subida.




    Que barbaridad, este Jabalí es así de espontáneo. El no se corta y no veas como se quedaron los invitados que hoy nos acompañaban al verlo comer.




     Al coronar el Puerto del Tejo las vistas se multiplican. hacia el Este nos aparece en primer plano Los Poyos de la Mesa.




    El Cerro de La Laguna (1.663 m) 





  Nuestro conocido Javi hoy es acompañado por su buen amigo Mario. 




 Al Noreste nos aparece el gran macizo de Las Banderillas que siempre es un gran referente.




    Tras disfrutar de las vistas nos dejamos caer por la senda que a la izquierda sale desde el Puerto del Tejo y que rápidamente nos deja en el Parador Nacional del Adelantado. 
 A la hora de llegar el olor a manzana incitaba al nutritivo pecado.




   Al lado del Parador nos encontramos con la Casa Forestal del Sacejo.




  Ahora queremos ir a la Fuente del Oso pero nuestro guía con gran criterio evita el asfalto para empaparse él y su grupo de los olores del otoño.




     Tras la dureza de la pendiente del cortafuegos nuestro premio fue este gran recuerdo gracias a Jose Andres.




   Con ganas de lanzarnos ahora cortafuegos abajo, el grupo espera a los rezagados.




   Nuestro homenaje a nuestro compañero Cristóbal que nos ha preparado esta gran ruta.




  Mario y Javi con sus improvisados bastones en un vertiginoso descenso seguido de Lucio.




   El final de este descenso se presenta reñido, Jabalí que viene como una bala se coloca tercero y amenaza a los jóvenes Mario y Javi que no tienen más remedio que apretar antes de verse arrollados.




   Como premio a esta carrera rompepiernas la rebosante Fuente del Oso.




   Una soleada oficial al lado de la fuente con los trece de hoy.




    El futuro y el presente parecen unirse en una común determinación.




   Por la entrañable senda que desde la Fuente del Oso nos va subiendo hacia el Peñon Borondo, a Cristóbal se le ocurre auto fotografiarse junto al grupo.




   Gran foto del valle del Guadalquivir se nos presenta conforme vamos subiendo. Al fondo en el centro aparece el inconfundible Yelmo.




   Andar por estas ancestrales sendas es toda una gozada.




     En primer término el Cerro Viñuela (1.385 m), A su derecha se ve la carretera que viene del Puerto de las Palomas bajando hacia el Empalme del Valle, Al fondo la Sierra de las Villas.







      Gran Muflón sujeta el que algunos llaman Peñón Borondo.




  Otros dicen que Peñon Borondo es este que está un poco más arriba.




   Seguimos ahora por esta gran obra de ingeniería serrana que es la senda del Puerto de Los Arenales.







    Que gran lugar este para presentar a estos dos nuevos amigos de "Los Escuderos": Julio y José Andrés.




    Las Banderillas en el centro jalonan esta foto de lugares tan conocidos.




     Llegando a la Caseta Vieja de Rechita.







   Pero un poco antes de llegar a la caseta, nos desviamos un tramito a la derecha para refrescarnos en Fuente Rechita.  




   En esta zona de Rechita nos llama la atención su escasa vegetación arborea.




    La caseta aún se encuentra consistente.




    Unos simios algo borrachos y guarros dejaron su rastro. Quizás creían que se bebían la botella, aunque en realidad es la botella la que se los acabará bebiendo a ellos.




  En la vegetación ribereña de arroyos y torrenteras es dónde mejor se aprecia la entrada del otoño.




   El ritmo con la bajada hacia La Iruela se hace vertiginoso.




     A nuestra izquierda nos encontramos con esta zona casi desértica de La Mocha, por la que baja en zigzag la senda que viene de Prado Redondo.




   Y poco antes de llegar al final en la piscina de La Iruela, el dominante y atractivo castillo templario hace las delicias del grupo. 




    Alcatraz que lleva el amor a lo serrano en la sangre se pidió esta.




   Y Jose Andrés nos regaló esta joya de foto.

   El castillo de La Iruela es el símbolo monumental de la localidad. Su aliento medieval y romántico se acentúa por la excéntrica localización de sus más primitivos pilares. La fortaleza se asienta en un roquedal frente a las abruptas cumbres de La Sierra de Cazorla. Su origen es musulmán. Los primeros cimientos son prebereberes. Sobre estos fueron construidos las estructuras de calicanto. Finalmente, sobre el castillo bereber fue erigida una fortaleza cristiana que reforzó murallas y torreones en torno a un alcazarejo.
  El castillo, que durante un tiempo perteneció a la orden de los templarios, está estructurado a modo de terraza en tres planos que acogen los dos primeros recintos amurallados y la torre del homenaje, situada en la zona más alta. El acceso al primer y más bajo recinto se realiza por una torre-puerta que en su día sirvió de campanario a la ya desaparecida iglesia en honor a Santo Domingo de Silos. En el segundo recinto se erigen torreones defensivos, unidos entre sí por gruesos lienzos de muralla levantados en mampostería. En su interior se extiende un patio de armas, en cuyo subsuelo quedan las huellas de un desaparecido aljibe.

  Torre del homenaje.-
                                       -Se asienta sobre el crespón rocoso más alto de la peña. Su conquista era en la práctica una empresa casi imposible, debido no tanto a las dimensiones y defensas del torreón, sino al marco inexpugnable donde tomaba asiento. Por dentro, la torre del homenaje, desde dondes se divisa una de las más bellas panorámicas de la provincia de Jaén, acoge dos pisos, cubierto el superior por bóvedas de cañón apuntadas. 

  Iglesia de Santo Domingo de Silos.-
                                                               -Fue la sede de la primera parroquia mayor de la Iruela. Sus primeros cimientos fueron puestos después de la conquista de la ciudad en el primer tercio del siglo XIII, aunque la principal remodelación tuvo lugar en el siglo XVI bajo el auspicio de Francisco de los Cobos, que mediada aquella centuria ostentaba el Adelantado de Cazorla. El templo de Santo Domingo fue rehecho siguiendo las órdenes de la arquitectura renacentista. En ella trabajaron discípulos de Andrés de Vandelvira. Se tiene constancia, por ejemplo, de que en 1.538 dirigía las obras Rodrigo de Gibaja, maestro de la iglesia de Quesada y de la colegial de Baza.
 El templo estaba articulado en tres naves, más alta y ancha la central, con un testero plano y un conjunto de capillas a ambos lados.
 El día 4 de junio de 1.810 el templo fue incendiado por las tropas francesas como venganza por la hostilidad que los vecinos habían mostrado hacia el invasor. El suceso acabó con la iglesia. Fueron numerosos los intentos por restaurarla, pero todos fracasaron. Hoy aún se mantienen en pie algunas de sus zonas más nobles. sus ruinas han sido integradas en el soberbio paisaje monumental del castillo y de la sierra. Más recientemente se ha construido un anfiteatro donde en verano se celebran actividades culturales.




   Gracias Cristóbal por esta preciosa y atractiva ruta que nos has preparado y que ha dado lugar a que de nuevo las ancentrales sendas construidas por los serranos para salvar los abruptos parapetos de entrada a la sierra profunda, se llenaran de viajeros.







Longitud del trazado:  20 Km.

Duración: 7 horas

Grado de Dificultad: Media

Agua: Llevar, o reponer en la Fuente del Oso y en Fuente Rechita.