sábado, 7 de junio de 2014

LAVADERO DE LA REINA DESDE LA LOMA DE PAPELES

CIRCULAR LOMA DE PAPELES, PEÑA PARTIDA, CERRILLO DEL TRIGO, LAVADERO DE LA REINA, HOYA DE LA ALBERCA, PRADOS DE LOS GAVILANES.





   En La Loma de Papeles y desde la izquierda: Córvido Carcávico, Juan Diego, Gavilán, Águila Real, Alimoche, Luis, Jabalí, Zorro Ártico, Calígine, Halcón Peregrino y Gran Muflón con las altas cumbres de Sierra Nevada como decorado os presentamos esta ruta tan especial. 



           DOMINGO 8 DE JUNIO DE 2014.






SINOPSIS DE LA RUTA.-

  Con los vehículos nos dirigimos hasta Guéjar Sierra, dónde recogimos a nuestro invitado del día Juan Diego. Subimos a continuación los trece sinuosos km de pista hasta una cadena en La Loma de Papeles, lugar de inicio de la ruta a pie.

  A las 9 de la mañana comenzamos a caminar por la citada loma con el valle de los ríos Genil y Vadillo y las cumbres altas más altas de Sierra Nevada a la derecha y el Valle del río Maitena a la izquierda. A la 10'05 h hicimos cumbre en el Monte Papeles. Siguiendo la misma dirección llegamos al refugio de Piedra Partida a las 10'30 h.
 Seguimos la marcha con el Mojón Alto a nuestra derecha que poco a poco iba tapando el cordel alto y al atravesar la Loma del Puntal de los Cuartos se nos presentaron como una alucinación el Lavadero de la Reina con un nevero alargado que decidimos sortear por la parte baja, nada más pasarlo decidimos almorzar, eran las 11'16 h.

 Tras el almuerzo nos planteamos la circular al lavadero subiendo primero al lado de las torrenteras al oeste del  Cerrillo del Trigo que coronamos a eso de las 12'12 h y que es un mirador privilegiado de todo el paraje del Arroyo de Las Covatillas o Lavadero de La Reina. Desde aquí nos dejamos caer por la parte Sur del citado cerro hasta una preciosa laguna, un poco más abajo en un achortalado prado había otra muy cerca ya de una de las cascadas estrella del Arroyo de las Covatillas, al que nos dirigimos a continuación.

  Una vez en el arroyo parecía que todos los otros grupos que habíamos visto antes llegaban a la vez a este emblemático lugar, pero nos quedamos sorprendidos del civismo de la gente de la montaña ya que de manera escalonada cada grupo fue ayudando al otro, sobre todo en la captura de las obligadas fotos, fue un gran momento de convivencia, que ya continuaría hasta el final.

  Después con las cámaras y móviles a pleno rendimiento fuimos bajando por el Arroyo de Las Covatillas, hasta su charca, seguimos al lado de la acequia de Papeles pasando por Los Prados de los Gavilanes, hasta enlazar de nuevo con la senda por la que de mañana salimos justo encima del Barranco de Las Casillas dónde comimos. El tramo final de unos tres km fue repetición del inicial.

  En resumen una estimulante y gratificadora ruta que nos ha permitido apreciar lo diferente de las dimensiones de esta Sierra con respecto a las nuestras de Jaén, así como la diferencia de su paisaje. Destacaremos el efecto del deshielo haciendo renacer los prados como despensa de un ganado vacuno multitudinario; una auténtica gozada.  




   Con los valles de los ríos Genil y Real en el centro vemos arriba el cordel mas alto de la Península Ibérica, que desde la derecha vamos a ir relatando sus picos: Veleta (3.396 m), Cerro de los Machos (3.327m), Loma Pelada (3.183 m), Puntal de la Caldera (3.222 m), Juego de Bolos (3.033 m), Mulacén (3.479 m), Alcazaba (3.369 m), Puntal del Goterón (3.075 m), Puntal de las Calderetas (3.047 m), Puntal de Vacares (3.143 m).
 A la izquierda como continuación de la Cuesta de los Presidiarios vemos  la inmensa mole de la Loma del Calvario que culmina en la cima del Mojón Alto (3.117 m).




   Córvido Carcávico pocas veces ha volado tan alto.




    El asiduo Gran Muflón con el Veleta y el Cerro de Los Machos al fondo aún bastante nevados.







    Como nos gustan las oficiales de grupo.




    Águila Real, Gavilán y Alimoche también supieron buscarla.




   Entre las lomas del Lanchar y San Juan, surgido de las nieves del Veleta y Los Machos se desliza por este valle casi vertical el río Guarnón.




   Calígine caminando por la Loma de Papeles. Al fondo desde la derecha El Mojón Alto, seguido del valle del río Vadillo, Pico de la Justicia o Atalaya (3.135 m), Puntal de los Cuartos (3.158 m), Los Cervatillos o Tajos Negros de Covatillas (3.118 m) y por encima del Cerro Papeles muy difuminado El Puntal de Juntillas (3.143) y la loma del Picón de Jerez (3.088m).




    Nueva oficial y nueva cumbre, se trata del cerro Papeles (2.424 m)




    Grandes puntales tiene Sierra Nevada, como grandes son estos cinco del CD SENDERISTA "LOS ESCUDEROS" 
  Por la derecha: Zorro Ártico, Calígine, Luis, Gavilán, Halcón Peregrino. 




    Zorro Ártico que parece que garantizara la nieve, casi siempre que está con su grupo. Desde la cumbre del Cerro Papeles te decimos que nos da una gran alegría verte tras una compartida ausencia.




   Hacia el refugio de Piedra Partida con el valle del río Vadillo a nuestra derecha que nace entre el Mojón Alto y el Pico de la Justicia.




    Emotivo abrazo entre nuestro invitado Juan Diego y Gavilán, que tantos recuerdos imperecederos nos traen a todos los que los conocemos sobre ausencias injustificables. 




    Era tanto el brío de la marcha que hasta se le fue el color a la foto.




 Insecto con pinta de alienígena. Si alguien sabe de que especie se trata nos gustaría que nos lo hiciera saber.




    Por la Loma de Piedra Partida.




   Alimoche de las altas cumbres ya que esta es su segunda ruta y ambas a esta Sierra. No ha sido el terreno más propicio para su debut, en la anterior ruta vimos como sufría y ese sacrificio ha tenido la gran recompensa de completar esta nueva ruta de cabo a rabo. Enorme. 




    Llegando al refugio de Piedra Partida. La loma que vemos al fondo es la del Puntal de los Cuartos.




   Oficial en el refugio de Piedra Partida gentileza de nuestro invitado, amigo y paisano Juan Diego.




   Jabalí desde Piedra Partida con el nacimiento del río Vadillo que baja entre las nieves del Mojón Alto y el Pico de la Justicia.




     A Córvido Carcávico no se le escapa perspectiva alguna.




   Atravesando la Loma de los Cuartos la ilusión se va abriendo conforme nos acercamos a ver que nos ofrece aquel cerro oscuro y su valle y es tanta que parece como si fueran ellos los que se van acercando.




    Majestuoso valle del Arroyo Covatillas.
 Nada más llegar nos encontramos con este enorme lengua de nieve que se aprecia alargándose por la umbría de la loma de Los Cuartos arriba hasta la cumbre del Puntal.




   Gavilán y Córvido Carcávico viejos ruteros se debían una de la anterior y está claro que no se habían olvidado.




    Como era arriesgado atravesar la nieve por el lugar que llegamos ya que el deshielo poco a poco va dejando la placa hueca por debajo decidimos sortearla bajando. 




     Buscando nuestro restaurante nos encontramos con estas vistas de la Charca de Covatillas, por debajo los prados de La Hoya de la Alberca.




    Y este fue el lugar elegido, de nuevo carísimo, pero bastante apropiado.





    El menú del que pacen los grupos de vacas abajo en los prados de La Hoya  de la Alberca parece ofrecido por los dioses que habitan pacientes en las montañas de las nieves.
  De verlas me siento alcornoque.

  Poema en prosa para una vaca

Los cien mil ojos de la noche te miraban, Vaca, bañada en luna. El sol del día. disimulando y envuelto en bruma, te perseguía y colgaba en tus cuernos luz de planetas y lucerillos.

 Y la noche entera te repudiaba, vaca, por ser hermosa, por ser tan linda, tan primorosa, por los novillos que te seguían y te voceaban, y por los mugidos del toro bravo que te adoraba. La noche entera, Vaca, la negra noche, por ser vaquilla te desdeñaba.


  Poema en prosa para una vaca. Dos.

 Yo te miro, Vaca, y me lamento por ser árbol nada más.

 Y me pierdo en el sueño de ser tábano merodeando en tu cruz aventurera, o ser  una mosca fiera sacudida por tu cola bailarina. O ser hormiga, o ser pulga saltimbanqui dormitando en tu frente vivaracha.

 ¡Ay! ¡Quién fuera el pulgarcito devorado en tus entrañas! ¡Quién nadara, renacuajo de las aguas cristalinas de este regato del prado en el que calmas tu sed!

 ¡Quién pudiera ser tú misma, vaca, quién pudiera ser tu alma! 

                                                                           Luna Bruna




   Cruzando esta chorrera que baja al Oeste del Cerrillo del Trigo al que nos acercamos.




    Por encima de Juan Diego y por debajo del Puntal de las Covatillas lo vemos como un promontorio diseñado para contemplar.




    Águila Real, chorrera arriba, de nuevo se reengancha a su grupo tras una primavera algo alicortado.




    De pronto nos vimos desbordados por no se que tribu que parecía querer rodearnos, ya que ellos pretenden cruzar la lengua por arriba.




    Aquí vemos como Halcón Peregrino se ve envuelto en esta transformación que el vital elemento provoca en este valle que derrama su blanca solidez en líquidos veneros de vida, compartidos con el sol, las brumas, árboles humanos, vacas, caballos y más vacas.




   El avistamiento de la tribu de las nieves, nos ha hecho reaccionar, este Cerrillo del Trigo, es clave para la desbordada batalla fotográfica que se va a desencadenar. 




    Aquí los vemos cruzar aprovechando la suavidad de la ladera, esta tribu debe conocer a los hurones.




     Una nueva cumbre esta del Cerrillo del Trigo, que no una cumbre más.




    Zorro Ártico y Córvido Carcávico posan exultantes con el Lavadero de la Reina a sus espaldas.




     Otra tribu ya se encontraba en esta laguna, dónde iremos acudiendo las demás retadas a una batalla por buscar la imagen perfecta.  




     Nosotros fuimos captando y seleccionamos esta foto con Gavilán que hemos presentado al premio primavera. 




  Para cuando los amigos de los Hurones llegaban ya habia un turquesito bien pertrechado.




    Parece que hoy será un buen día de árboles en la zona.




   Espectacular foto, de nuestro amigo Luis, de esta torrentera que parece un regalo venido de la cumbre del Puntal de Los Cuartos.




    Gavilán, sabe que tiene una gran responsabilidad al ser elegido para competir por su grupo, lejos de apoltronarse en el éxito, aquí lo vemos machacándose mediante unas terribles sesiones de flexiones a dos manos, a una, a la pata coja y otras mareantes cabriolas, dando ejemplo como si fuera un veterano eterno.




    La batalla alcanza momentos épicos al llegar a la segunda laguna.




    Calígine y Córvido Carcávico en medio de este vergel con el promontorio del Cerrillo del Trigo detrás, desde dónde los dioses vigilan como sus reinas lavan.  




    Halcón Peregrino en esta laguna manantial.




     Entre estas chorreras que nos derramas queremos agradecerte, negro Puntal de las Covatillas, tu sacrificio como dios del valle para atraer y aguantar las invernales tormentas durante el duro ciclo de los titanes.




   Juan Diego me trae recuerdos de césped, cuando en Marmolejo, en el campo del Útica, marcó el gol decisivo para el ascenso del CD RUS a preferente, a pase de su amigo Méndez, los dos muy jóvenes y que desde hace tiempo se establecieron en la soñada Granada.
  Tu periplo fue corto, dicen que la distancia no es aconsejable para ciertos asuntos, pero yo creo que no hay distancia que los corazones solidarios puedan salvar.




   Cerca de la Laguna se encuentra la vedette del valle del Arroyo de las Covatillas, a conocerla vamos.




     Y la primera fue de homenaje a nuestro amigo Luis que tan buenos reportajes capta.




   Alimoche que hoy si que ha cogido bien el segundo aliento, de los primeros en trepar.




      Halcón Peregrino.




   Zorro Ártico.




    Córvido Carcávico.




    Halcón Peregrino y Gavilán.




   La Blanca Vedette con su vestido de lunares negros salteados con plateadas perlas de agua.




   Jabalí y Alimoche.







    Águila Real y Gran Muflón.




    Gran Muflón entre los chorros.




     Vista desde la parte alta de la chorrera con el Puntal de Juntillas (3.143 m) arriba, por el que pasamos el mes pasado hacia Cerro Pelado, al que tapa.  




     Vista desde lo alto de las cascadas de la chorrera, desde dónde apreciamos la cantidad de torrenteras que confluyen en lo que es el eje de este inmenso valle, el Arroyo de las Covatillas. 




    Foto oficial realizada por:




   Este señor con sombrero de nombre Eduardo, de Zafarraya, al lado de la Sierra de Alhama, fue el que tuvo la amabilidad de hacernos la foto.
  Pese a la cantidad de gente que nos encontramos todos tuvimos el tiempo necesario para inmortalizar y documentar los bellos lugares por los que pasamos, gracias a la solidaridad de gente como nuestro amigo. Fue un gran día también de convivencia.




    Si la nieve abraza orillas, como no vamos a poder nosotros hacer que confluyan en el cauce de la vida.
                                                                                                                                                   (Quinrri)  




    Tras dejar la chorrera estrella nos fuimos dejando caer arroyo abajo con la ilusión y el suspense de buscar lo que nos queda por ver.




     El caudal es notorio pese a lo avanzado ya del deshielo.




     Las imágenes que arroyo abajo se nos muestran son impagables.




    Caprichosas posiciones de las rocas después de quebrarse principalmente por el efecto de la nieve sobre ellas. 




  Canción del deshielo

 La montaña va llorando
lágrimas en arroyuelos,
cuando con la primavera
el sol calienta en el cielo.

Mientras la nieve derrite
el sol de la primavera,
el agua canta canciones
para el valle que la espera.

 De cada nevero baja
por la montaña un arroyo
y todos juntos le cantan
al valle formando un coro.

 Canta canciones al valle
la nieve que se destila,
al caer de roca en roca
agua pura saltarina.

No verás agua más pura,
ni verás mayor portento
que el agua de la montaña
que al valle baja corriendo.

 Cada arroyo una canción
cada canción un tesoro,
al irse formando el río
del agua de los arroyos.

       José García Velázquez





    Al bajar al lado del agua es como si fueras agarrado a la vida de la mano.




    Ahí llevas esa Gavilán, regalo de tu amigo Córvido Carcávico.




     Que también tiene para Luis.




    Y para Gran Muflón.




     Lo de Gavilán es como un rejuvenecimiento ya que a pesar de ser el mayor muestra unas condiciones físicas propias de alguien mucho más jóven.
  Que ojalá dure y perdure tu manera de dar ejemplo y si es con tu grupo mejor. 




     Jabalí ha reaparecido en gran condición física, tanta que incluso nos cuesta seguirlo. Como diría aquel "andas más que un jabalí de noche"




     Estos tres: Halcón Peregrino, Juan Diego y Águila Real tampoco van mal, corren más que el agua.
 Al fondo vemos la loma de La Cuerda del Alguacil. Por encima se aprecia Sierra Mágina y tantas otras sierras.  




    Halcón Peregrino con la Loma que baja del Picón de Jerez a la espalda. Por encima la llanura de la zona de Guadix.





    Añorada Montaña

 Montaña solitaria orlada de neblina,
que en aurora de mayo te despiertas
con el sublime trino de zorzales
que saltarines buscan cada grano
escondido en espigas multiformes.

 Vasta montaña que en abundante otoño,
son tus faldas, graneros milagrosos
que a la fauna silvestre da sustento
y entre tus copos verdes la cobijas.

 Montaña gris que en un invierno frío
se desangra tu piel y te desnuda el viento
y de polvo te cubre un remolino
y eleva entre sus alas la hoja seca.

 Ha ensombrecido el canto de las aves,
son responsos de un funeral sombrío,
la pequeña cascada que coqueta reía,
se trasmutó en recuerdo y es solo eco
que reverbera incansable en los peñascos
que inmutables esperan el milagro
para poder vestirse de verde musgo.

 La montaña no ha muerto, está herida
late débil su pecho y aún suspira
y llora de dolor con silencioso verso
esperando que vuelva el aguacero
para curar sus numerosas llagas
que las dejó la lanza del estío
y que su piel se vista de verde hierba
y de flores silvestres multicolores.

 Montaña silenciosa que en los atardeceres
se tiñe de arreboles tu horizonte,
y el aullido de un perro va anunciando
la llegada de la lúgubre noche.

 Y se escucha en la vetusta choza
el melancólico canto de una quena
y resplandece sobre el manto oscuro
una luz de zafiro y acero
y titilan engalanando el cielo
miliares y millares de luceros.

 Hoy te rezo mis versos montaña mía
con el pecho de un bardo que delira,
con la ojota cansada y polvorienta
que trajinó por todos tus caminos.

 Montaña majestuosa, madre santa,
de tu barro están hechos mis tendones
y mis huesos son masa de tus riscos
y de tu aroma hiciste el alma mía.

                                  Eugenio Sánchez





     Bendita el agua que nos lleva.




    Para andar por estas chorreras no importa si caminas con la soledad requerida del caminante solitario.




    Y camina unos pasos atrás mirando ya a otras aguas distintas a las que hace poco habíamos visto bajar.




   Córvido Carcávico le dice a Luis que aún queda una gran cascada, que vaya preparando la máquina.




    Gran Muflón nos espera mirando desde el lugar del último salto de agua que del lavadero veremos.




    Y por aquí así baja el Arroyo Covatillas para ser aprovechado por la red de acequías que  los árabes  construyeron, guiando sus aguas para vergel de las tierras bajas. 




    Y aquí está Luis, el fabuloso salto que poco antes previmos. Es como un salto soñado solo superado por la realidad.




   Abajo se aprecia la gran acequía de Papeles al lado de la que iremos como inicio del itinerario de la vuelta.




    El salto no está nada mal como despedida de este arroyo de los titanes o Arroyo Covatillas.




    Las flores de Genciana azul salpican por el tupido prado.




   Poema en prosa para una vaca .Tres


 Te quiero,vaca, porque tu piel encuentra los rayos del sol entre las rendijas de mis sombras y porque en tu mirada estúpida palpita la vida plena de una vaca tonta.



 Te quiero, vaca, por tu sonrisa hierática y campanuda, por la convulsión nerviosa de tus orejas, por tu conjetura intercostal y tu testuz caprichosa, te quiero por tus cuatro plegarias rumiantes y tu falta de fe, por tu ignorancia del futuro y desmemoria del pasado.



 Te quiero, vaca, porque eres mi vaca, porque no eres tordo ni paloma, ni mujer, ni niño, ni peonza, ni muchacho hermoso de cintura hermosa.

 Te quiero vaca, porque eres mi vaca, y yo soy tu alcornoque. Paces a mí sol, duermes a mi sombra y cada amanecer la hierba se humilla al son de tu pezuña, reverbera el aire y el viento te silva: ¡Ahí viene la vaca con sus contoneos desde los corrales! Y apareces tú. ¡Qué vaca tan grande, qué vaca preciosa! 

                                                                                                                       Luna Bruna





    La presencia del vaquero a caballo mientras las vacas pacen aún llenan más si cabe esta ya de por sí completa foto. 





    Poema en prosa para una vaca . Cuatro


 Te has puesto a mugir a gritos que te vas de vacaciones. Vaca me muero de envidia de verte capaz de gozar con nada de imaginar mañanas ¡Y de vivirlos caramba! ¡Yo que ni siquiera solté jamás una carcajada! Eres, vaca, una criatura obtusa e insensata. Inventaron para ti y para tu excentricidad una bonita palabra: tolón, tolón, vaca-vaca, loca-loca, atolondrada.

 Rompes la monotonía de los días tan iguales con ocurrencias extrañas. Alcornoque, estás muy serio. Y tu vaca atolondrada (se me llena la boca al pronunciar la palabra). Y me dices: es que estoy enamorada de lo mejor de la vida. ¿Y que es ello? te pregunto; me respondes; tu alegría.

 He tenido que sonreír desde las ramas más altas para que no lo vieras vaca. Los alcornoques tenemos, retorcidas y veladas, sonrisas como sarmientos impropias para una vaca.

    Poema en prosa para una vaca .Cinco

 A la sombra de un alcornoque, la vaca mía, cuando me mira la veo sonreír. Es la vaca más primorosa de todo el prado la más dilecta, la más feliz.

 (Cuando te vas me marchito, vaca, y comprendo que no hay rincón en el mundo en el que tú no quepas; ninguno es tan grande que te haya perdido ni tan menudo que no pueda hallarte. No hay prado, ni guarida de fieras, ni instante infinito, ni universo inmenso, ni fragante atmósfera que no retenga memoria de la cadencia de tus pasos, del aroma de tu aliento y del eco rozagante de tu voz. Donde miro te intuyo, Vaca, y por desentrañarte escarbaría en lo recóndito, escalaría lo impenetrable e indagaría en lo subrepticio. Yo, que sólo soy un alcornoque.

 Los alcornoques no amamos, Vaca, pero tenemos todo el tiempo del mundo y la paz del infinito para imaginar historias de amor. Podría explicarte primorosamente como te abrazaría y volcaría caricias en cada uno de tus poros y besos en cada rincón de ti, en cada llanura, en cada recodo. Podría narrarte como sería el deambular de mis vástagos leñosos errando en tu piel vacuna, en tu dorso exacto, en el tambor firme de tu vientre pleno. Podrías adivinar, si me atreviera a contártelo, cada nudo de mi cuerpo estremecido, cada ansia y cada arrebato. Y te reirías, y yo también, despertando sin nostalgia del sueño en que inventé el más acendrado simulacro de un auto de amor).

                                                                                                                           Luna Bruna





   Ahora iremos por la parte alta de la acequia.




    Las tonalidades no pierden su armonía pese a los acentuados contrastes.




    Calígine camina como si hoy no se hubiera acordado del olor de la bruma.




     La mañana invita a relajarse y refrescarse al retozo de estos prados mientras te cruzas con la mirada pacífica y noble de las vacas. 




    Y como triunfo final esta Laguna-Charca de Covatillas.




     Esta oficial que realizó Juan Diego nos sugiere algo nuevo y quedamos en realizarlo.




      Preparándonos para la caminata de regreso.




    Han visto vacas mas bonitas que estas reinas del Lavadero.




    Varios grupos de ciclistas se recuperan en este perfecto lugar.




    Marcha que vamos para lo alto de la loma.







   Al fondo en el centro vemos el Cerrillo del Mirador (2.684 m), situado en la loma que baja del Picón de Jerez.




     
Poema en prosa para una vaca. Seis


 Vivíamos, Vaca, al otro lado del espejo, allí donde pacen, engendran y se divierten las vacas cósmicas. Allí donde Argos de los cien ojos guarda y cuida a la dulce Io y campea Hathor, con la luna entre los cuernos y el vientre henchido de estrellas. Ambas, ella y tú, resplandecéis entre los juncos iluminando la noche. Kamadhen, la florida, dormita en el establo de tu corazón y Audhumla se contonea calzada con tus pezuñas, haciendo germinar dioses de entre las piedras salinas. Y Aditi, vaca nutricia, madre del sol, la hermosa, se mira en ti y se complace.

 Y tú eres ellas.

 Y yo, corazón de corteza y picador aficionado, me atreví, Vaca, a devanar madejas de amor prohibido. Como un Zeus adolescente, soñé dormir a tu grupa. Yo, que solo era un alcornoque.

 De la niebla emergió una goleta, Vaca. Cien bárbaros despeinados de sanguinaria mirada llegaron hasta la playa y con teas encendidas y grandísima alharaca subieron a nuestro prado.

¡Idos divinas, marchaos, corred hacia vuestras cuadras!

 A ti no te vieron, hermosa, ni tampoco a ellas: todo el amor del mundo os protegía.

 Y hoy soy mascarón de proa del navío solitario de aquel capitán pirata. En el fragor de la batalla te busco, Vaca, y acaricio el recuerdo del lugar exacto en que quedó tu última mirada.

                                                                                                                 Luna Bruna  








   Por Los Prados de los Gavilanes.




   Barranco de los Gavilanes que baja hasta el río Maitena.








   Otro barranco más hacia el río, creemos que es el de Prado Moza.




   Juan Diego repostando en estas calentitas piedras a las 15'30 h.




   Una vez hemos llegado a lo alto de la loma de papeles decidimos reponer aquí, de nuevo contemplando las vistas de los grandes colosos. 







   Esta Loma de Papeles es todo mirador.







   Juan Diego y Córvido Carcávico han caminado de nuevo juntos, porque los amigos de verdad acaban buscándose.




     Abajo dónde se juntas los tres ríos Vadillo, Guarnón y Genil, transcurre la vereda de La Estrella, que parece llamarnos. 




    Toma esa Alimoche para que te vayas acostumbrando.




    Como nos atrae el poder algún día subir por esas laderas hasta los altos colosos.




    Bajando por la complicada pista se nos ofrece esta vista del Embalse de Canales.



Longitud del trazado: 18 Km.

Duración: 7 horas y treinta minutos.

Grado de Dificultad: Media.

Agua: Llevar.