sábado, 16 de marzo de 2013

CIMBARRA, CIMBARRILLO Y SU HERMANILLO.



LA CIMBARRA, CHARCO DEL NEGRILLO, MOLINO, CIMBARRILLO. CUEVAS DEL POCHICO Y DE LOS MUÑECOS Y CERRO DEL CASTILLO.






En la plaza de La Constitución de Aldeaquemada, bajo uno de los arcos de la casa del Pósito del siglo XVIII, actual Ayuntamiento , desde la izquierda: Gypaetus, Jabalí, Lucio, Halcón Peregrino, Córvido Carcávico, Chaparro, Águila Real, Gran Muflón y Calígine.







SÁBADO 16 DE MARZO DE 2013.


Ideal ruta, por el buen tiempo que nos hizo, algo nublado lo que favoreció la captación de fotos y tras dos dias sin lluvias nos encontramos la piedra bastante menos resbaladiza, lo que rebajó los supuestos riesgos que esta ruta a veces presenta.

Desde Aldeaquemada a unos dos kilómetros en direccción Sur llegamos a un aparcamiento dónde dejamos los coches. Desde aquí los senderos están muy bien indicados.

Nosotros iniciamos la entrada a la Cimbarra siguiendo desde el aparcamiento por una trocha que nos lleva por la parte media por debajo de los farallones y por encima del Arroyo de Martín Pérez, hasta un lugar sin paso, desde el que se nos presenta justo enfrente la gran Cimbarra.

Volvimos por debajo del espectacular cortado para por su parte alta hacer la segunda inclusión a la gran cascada, bajamos pasando por el viejo molino hasta la balsa que forma el agua al precipitarse, mientras Halcón Peregrino hizo una emocionante y controlada inclusión hasta el corazón de la Cimbarra. Seguidamente accedimos a la parte alta de la propia cascada de camino al estacionamiento.

Desde aquí bajamos por una perfecta pista carril hasta el bien cuidado merendero del Arroyo de Martín Pérez, dónde almorzamos. Un poco más abajo tras cruzar el caudaloso arroyo nos encontramos con el Cimbarrillo, dónde disfrutamos de lo lindo.

Bajando por el arroyo hasta su desembocadura con el río Guarrizas, lo remontamos hasta dar con una doble cascada la del Salto del Negrillo, que son las siguientes a la gran Cimbarra. Volvimos de nuevo disfrutando de la vegetación ribereña y de algunos fósiles vegetales, hasta coger una trocha que nos llevó al lugar de inicio.

Mas tarde hicimos una inclusión para ver la Cueva del Pochico, con sus pinturas rupestres, testigo de antiquísimas poblaciones humanas, por la otra margen del Guarrizas.

Luego tras tomar unas sabrosas tapas en uno de los bares de la preciosa plaza de Aldeaquemada, ya de camino hacia Despeñaperros, hicimos una obligada visita al asentamiento ibero del Cerro del Castillo y a su lugar de enterrramientos la Cueva de los Muñecos. Aquí acabamos esta completísima ruta, totalmente satisfechos, tomando la carretera hasta la presa de La Fernandina, dónde vimos desaguar las aguas que anteriormente habíamos disfrutado.





Preciosa y cuidadísima Plaza de la Constitución, con la Iglesia de la Purísima Concepción del siglo XVIII en el centro y a los lados las casas del Cura y del Comandante actual Hogar del Pensionista.





Comenzando la ruta por encima de la confluencia del río Guarrizas y del Arroyo de Martín Pérez. Los componentes del grupo están muy propios, pero demasiado serios, no creen.





El cromagñónico Córvido Carcávico al lado de este largo farallón.





Por la parte alta se nos ha desmarcado Jabalí, que al ir un poco herido es mejor no cortarle el paso.





Lucio es el más cinematográfico del grupo, aquí lo vemos en una secuencia de "Cumbres Peñascosas".





En frente nos encontramos el pliegue de esta falla, debido a la cual se origina un resalte que da lugar a la cascada de La Cimbarra que se encuentra un poco más a la derecha.





La cuarcita armoricana y la pizarra son las rocas mayoritarias de este paraíso geológico.





Seguimos maravillándonos a cada paso.





A la izquierda nos aparece la cascada que se forma tras la de la Cimbarra, que más tarde os ofreceremos desde su parte baja. Se trata de la cascada del Charco del Negrillo.





Y Halcón Peregrino ya se encuentra reconociendo con su aguda vista nuestro gran objetivo.





Hemos querido que estos dos grandes amigos, Gran Muflón y Córvido Carcávico por ser los que más rutas llevan con el club, sean los primeros que aparezcan para ofreceos la Cimbarra.









La satisfacción se ve en la cara de Calígine.





Aquí vemos a un Córvido Carcávico que quiere ir al agua y un Lucio que desea sobrevolar la cárcava.





Gypaetus junto a Halcón Peregrino, nos expresa con su gesto la grandeza de este lugar.





Hemos completado la incursión por la parte media, ante la imposibilidad de seguir, volvemos para buscar perspectivas más altas.





Nuestro escultor favorito Erosión nos regala estos excepcionales galayos, por aquí accederemos a la zona alta quizás siguiendo los pasos del Homo Antecesor.





Hacia el Sur se extiende espléndida la dehesa de Sierra Morena. Kilómetros y kilómetros de un ecosistema que se encuentra en peligro por el cambio climático. Si lo perdemos, estaremos más cerca de desaparecer, porque los siguientes seremos nosotros.





Comenzamos el recorrido por lo alto de los farallones, mientras Chaparro examina el valle del Guarrizas.





Hacia el mirador del desfiladero, por encima de esta meseta pétrea.





Chaparro que noble nombre tan acorde a su persona. Abajo se ve el río Guarrizas que cruza Sierra Morena y poco después del embalse de la Fernandina, desemboca en el río Guadalén.





La Cimbarra desde el mirador del Desfiladero.





Queremos advertir que esta ruta presenta gran peligrosidad cuando la roca está mojada. Es conveniente llevar calzado con buena adherencia. Lleva dos días sin llover y aunque nos hemos encontrado ciertas zonas resbaladizas, hemos acertado de lleno en hacerla hoy.





Geológicamente este lugar es único. Lástima que nuestro especialista Silicio no haya podido acompañarnos.





Es de agradecer lo bien indicado que está este paraje y lo bien hechas que están sus estimulantes sendas.





Cimbarra, esta palabra tiene el significado de cascada que es como la gente de esta zona las nombra.





Gran Muflón es limpio como los chorros del oro. Hace un buen rato que se encontró una bolsa de basura abandonada que algún guarr@ dejó. Que cunda el ejemplo.





El grupo bajando por la zigzagueante senda que nos conduce al molino.













Me parece que el intrépido Halcón Peregrino pretende cimbarrear.





¡¡¡ LA ESPIGA Y LA MOLIENDA !!!


*Trigo*

Las lágrimas de Cielo acarician la sementera
empapando un germen que sale exuberante,
arropado por su especie se eleva de la tierra
hasta volverse oro del que sabe alimentarse.

*Muela*

Hermoso y grácil molino rueda que te rueda
girando con el agua que revive su grandeza,
moliendo hace la harina de trigal raspinegro
brotas de la rueda que genera el pan blanco.

*Rosca*

Alimentas bocas que no entienden de campo
sin agradecerte la prestancia de tu esfuerzo,
cuando faltéis sembraran en macetas el pan
rumiando bocados de lo que a trigo no sabe.

*Oblea*

Dicen que se hace el pan de cualquier harina
boniato, remolacha, sorgo, arroz, maíz seco,
cuando el pan del trigo es un manjar de dioses
creciendo el esplendoroso espigar con sabor.

*Torta*

Hogaza, eres la razón de ser de mucha gente
el que reza al dios de las harinas por tenerte,
el que en misa comulga con tu esencia divina
comido en la otrora última cena de la muerte.

*Barra*

Aguas agitadas que arrastras muelas fuertes
triturando un trigo superior de harina blanca,
suenan las aguas en rápidos de pompa osada
cuando pasa el fiero caudal con sed de verte.

*Agua*


            Autor: Críspulo Cortés Cortés   (El Hombre de la Rosa)





Estratos, pliegues, fallas, guardan el secreto de lo que fue. El tiempo callado ha ido moldeando este paraíso geológico.





Atrás dejamos el molino sin molinero, sin rueda, sin uso, sin molinera.





Gypaetus haciendo honor a su nombre nos enseña esa enorme pluma. Mientras por arriba Halcón Peregrino avanza hacia el corazón de la Cimbarra.





Multisensorial espectáculo de agua, piedra, luz, sonido y demás emociones.





Halcón Peregrino nos saluda triunfante.





Desde allá dónde se difumina el agua, intenta captar el corazón de la Cimbarra.





La vegetación ribereña esta preparada para soportar las crecidas. Abundan los arriesgados fresnos, como viejos testigos de tantas y tantas inundaciones.





Córvido Carcávico le cuenta a Calígine que un pastor que andaba con el ganado por esta zona, veía que en ciertos dias de lluvia invernales, aquello se convierte en una ciclópea olla humeante por algún curioso fenómeno, que hace que se eleve una columna de niebla hacia el cielo. Y que todo ese conjunto es lo que significa su nombre.





Con que razón se suele decir que los gordos son más felices. Que ternura denotan Jabalí y Gran Muflón. En Rus, nuestro pueblo hay un cariñoso dicho que dice "no puedo con tanta felicidad".





Estamos disfrutando a tope. La roca sólida de este paraje es de cuarcita armoricana, formada en el mar hace 500 millones de años.





Quizás desde los tiempos del Homo Hábilis este sitio viene siendo un santuario telúrico, dónde los peregrinos de la belleza crearon el arte.





8. Saludo matinal ¡Buenos días, hermosa molinera! ¿Por qué vuelves la cabeza? ¿qué te ocurre? ¿Te es tan enojoso mi saludo? ¿Te molesta mi presencia? Me veré obligado, si es así, a volverme a marchar ¡Oh, permíteme quedarme, para que aún desde lejos pueda ver tu querida ventana! ¡Asoma, cabecita de dorados cabellos, mostraos, azules estrellas matutinas! Ojos de atracción irresistible, florecitas ajadas por el rocío, ¿por qué os atemoriza el sol? ¿Tan bella os pareció la noche que cerráis vuestros cálices y os inclináis llorosas tras el goce feliz? ¡Desgarrad el velo de los sueños y alzad libremente vuestros frescos tallos hacia el diáfano cielo matinal! La alondra surca cantando el espacio, y hasta el corazón se siente aliviado de insensatos recelos y pasiones.


(Schone Mullerin)



Seguimos zigzacimbarreando.





Estos descendientes del Homo de Rus, somos un eslabón más, el paso de este agujero es el reloj que marca el tiempo.





Mientras Gypaetus fotografía, Córvido Carcávico vate sus alas. Aquí lo pillamos a punto del despegue.





El río Guarrizas del árabe "río estrecho" es también el río que esculpe su camino. Primero formando este paraje, para continuar por su encajonado valle y dejando como firma final, próximo a su desembocadura, el paraje del Piélago cerca de Linares.





Los primeros que pasaron por aquí lo harian reptando, luego en cuclillas, mas tarde agachados, semierguidos como nosostros. Este paso al que llamaremos del Reloj, espera marcar la hora en que un nuevo hombre pueda pasar erguido.









Las partes altas de este lugar está formado por materiales de sedientos formados en el período Carbonífero, hace unos 320 millones de años, expuestos a la erosión.





Llegando ahora a la parte alta de esta enorme cascada.









Córvido Carcávico cargando las pilas.





Los miembros del CD SENDERISTA LOS ESCUDEROS comparan este lugar con el sumergido paraje que el pantano de Giribaile ahoga. Es parecido al nuestro pero a lo grande.





La Cimbarra mide más de 40 metros.





Que al precipitarse ha ido formando una poza sumergida de cuya profundidad nadie tiene certeza, aunque pudiera llegar también a los 40 metros de profundidad.





Duelo fotográfico que dará vida a los recuerdos, por lo alto de la Cimbarra.













INIGUALABLE MACIZO DEL DESFILADERO

Desde la zona alta de la Cimbarra va este magnífico cortado pétreo, que primero provoca este recodo del molino. Ya lo hemos recorrido primero por su parte media, volviendo por su parte alta y es sin duda un desfiladero que la diosa Cimbarra creó para que la comtemplaran.

Ahora vamos a admirar desde abajo sus farallones en curva, como recibiendo con el brazo la mansedumbre y bravura del Arroyo de Martín Pérez.





Anuncio de una primavera imponente.





De nuevo en el aparcamiento, bajaremos por la pista, buscando un lugar para el almuerzo en este paradisíaco valle del Martín Pérez.





El restaurante es de nuestra cadena habitual, con la particularidad de que homenajea conectando la vegetación de Ribera con la Dehesa, como preludio de lo que nos vamos a encontrar arroyo abajo.





Chaparro que junto a Gypaetus ha elegido la Dehesa le dice a este. Aunque no sólo de pan viva el hombre, tampoco viene mal asentar un poco el riñón.





El grueso del grupo decide acercarse al rumor del agua que alimenta al sufrido y agradecido fresnedal.





Este fresno o señor de la corriente, nos dice que por ahí adelante lo único que es capaz de cruzar es su sombra.





Volvimos un poco más arriba para pasar por aquí. Lástima que el fotógrafo no pudiera inmortalidad ciertos profundos pisotones a lo poseidón que ocurrieron en este divertido paso.





El fotógrafo no estaba porque era llamado por este Cimbarrillo.





Bien te la vas a dar de cimbarrear hoy Corvidaco Carcávico.





Tras la cascada se forma este remanso increible. Un precioso lugar sin dueño.





Desde la parte alta de esta cerrada vemos el segundo salto de este Cimbarrillo.





La Dehesa vuelve a demostrarnos que ella tiene el secreto de la continuidad del hombre.





Si el Homo Sapiens viera nuestras armas, bastones, mochilas, cámaras, le resultaría difícil entender que el hombre ha evolucionado, hasta llegar a hacer del paseo un juego inocente, dónde los mismos caminos, nos llevan a lugares distintos.





La senda nos baja por esta recóndita y enigmática escalera.





Vemos como el Cimbarrillo se está haciendo su cueva.





El Cimbarrillo y la cerrada que ha creado no tienen desperdicio.





En los días de sol la sombra está asegurada.





"LOS ESCUDEROS" os mandamos un especial saludo desde este lugar dónde el único dueño es el agua del Arroyo de Martín Pérez.





Arriba se alzan las doradas paredes de nuestro conocido desfiladero.





Seguimos arroyo abajo mientras Antonio y Gypaetus observan marcas de fósiles vegetales.





En la confluencia del Guarrizas y el Martín Pérez.





Mientras espero a Chaparro, miro este valle y creo ver hasta el aroma que desprende.





Tras estos sufridos fresnos auténticos señores del río, se ve el Salto del Negrillo.





Espectaculares pliegues verticales.





El salto del Negrillo da lugar a este memorable Charco.





El colofón a nuestra tercera entrada al Guarrizas no puede ser mejor.





Este remanso nos trae recuerdos de río, de río hermano, de Guadalimar y de su difunto paraje de Los Escuderos.









Hemos sentido al andar por estos lugares que todo es autóctono, como equilibrado por el tiempo y su paso callado, sereno, impactante, violento, remansado.





El Cimbarrillo se está labrando un futuro que bien pudiera acabar en Cimbarrón.





Hoy debuta Águila Real que está disfrutando de lo lindo.









La primavera como estas jaras están a punto de explotar.





Aquí Águila Real dando vida al grupo nos cruza en su todoterreno, atravesando el Guarrizas con arrojo y decisión.





Se trata de la localidad más occidental que presenta el tipo de manifestaciones del
arte levantino.

El soporte de las pinturas, no es el clásico abrigo rocoso, si no que estas se localizan
en la pared vertical de un gran bloque cúbico monolítico de cuarcita, desgajado en su
momento de un gran crestón perpendicular al río Guarrizas.

La pared de las pinturas, no tiene pues protección rocosa natural, siendo lavada por
el agua de lluvia.





Es un conjunto compuesto por tres paneles, el primero de los cuales alberga casi la
totalidad de las figuras del mismo. El segundo panel, se encuentra en el interior de la
pequeña oquedad que el citado bloque rocoso ha formado con respecto al crestón. Por
último, el tercero, está ubicado en el crestón rocoso contiguo, y contiene figuras adscritas
sólo al arte denominado “esquemático”, distinto del levantino que posee el resto del
conjunto.

Los motivos en el Panel I, son de zoomorfos (ciervos, cabras), antropomorfos y trazos,
de estilo levantino y esquemático. Los colores son castaño rojizo muy oscuro. En ocasiones
aparecen figuras agrupadas. En el II, solo aparece una figura fragmentada de un ciervo
castaño oscuro.

El arco de sus figuraciones contiene arte esquemático y naturalista influenciado por
el arte levantino. El primero llega evolucionado hasta la Edad del Cobre-Bronce. El
segundo se adscribe con claridad al PostPaleolítico, si bien existen opiniones más
tendentes a su adscripción Epipaleolítica, o a la Neolítica. Parece cada vez más probada
la procedencia de la última para la fechación de las pinturas.





El grupo ha quedado prendado al recoger, el mensaje de sus hábiles antepasados que pese a las inclemencias aún perdura.





¡¡Que barbaridad, menuda suela¡¡ El jamón que no es jabalí es de Jabalí y pronto será compartido por el grupo.









Este grupo tiene fama de terrible, pero hoy hemos aprovechado la mañana y nos ha quedado un hueco para hacernos un relajado homenaje, disfrutando la gastronomía premanchega en la bella Plaza de Aldeaquemada.









La última caminata la reservamos para esta subida, en la que a Gran Muflón se le une este nuevo amigo.





Cerro del Castillo, fortificación natural que sirvió de asentamiento ibero. Desde aquí dominaban todo a su alrededor, siendo espectaculares las vistas hacia el paso de los órganos de Despeñaperros.













Este lugar acogió a un pueblo que por sus restos arqueológicos podemos conocer como eran, lástima que este lugar como tantos haya sido masivamente expoliado.





Un poco más abajo está La Cueva De Los Muñecos, lugar sagrado, dónde el pueblo que habitaba arriba, bajaba a enterrar no los cuerpos sino un muñeco que simbolizaba al espiritu del fallecido.





Consistente atalaya.





De vuelta nos llegamos a la presa de La Fernandina, que aliviaba de esta manera el agua del río Guarrizas. Aguas que nos acompañaron, siempre fieles a su destino saltarín.





Longitud del trazado: 9 Km. con la inclusión a la Cueva del Pochico.

Duración: 6 horas.

Grado de Dificultad: Media Alta.

Agua: Llevar.