sábado, 22 de septiembre de 2012

HIPOGEOS VISIGÓTICOS DE RUS

CIRCULAR: RUS, HIPOGEOS DE VALDECANALES Y DE LA VEGUILLA, RUS.







Hoy vamos a comenzar por presentar a este once que ya lo quisiera para sí el Barça o el Madrid. De izquierda a derecha Córvido Carcávico, Javier, Calígine, Luciérnaga, Halcón Peregrino, Lucio, David, Cristóbal, Laricio, Gran Muflón y Cóndor.


¡¡¡ AUPA "LOS ESCUDEROS" CAMPEÓN ¡¡¡






SINOPSIS DE LA RUTA.-

                                           -Se desarrolla íntegramente por el término municipal de Rus. Salimos a las 7'20 h de la plaza de abastos. Acudimos a la cita once, aunque se notó la cercanía de la Fiesta de Mozos.

Dejamos Rus atrás por el camino Santiago, giramos a la derecha por la Crespa, pasamos por los cortijos de La Torre del Obispo, Chico la Blusa, Casa Arriba hasta llegar al Hipogeo Visigótico de Valdecanales.

Tras un pequeño descanso y después de refrescarnos en la Fuente de La Alcobilla, masivamente llamada del Piojo, nos dirigimos primero al borde del pantano para a continuación coger la carretera, pasando por Valcuende, debajo de Casa Gallego y del Cerro de Las Cáncanas, girando seguidamente a la derecha hasta el borde del pantano dónde nos encontramos la emergente Cueva del Hipogeo de La Veguilla. Desde allí por Los Calerines y La Cuesta en fuerte y dura subida llegamos a Rus.




    SÁBADO 22 DE SEPTIEMBRE DE 2012.






Saliendo aún de noche de Rus, buscando desde la calle del Pozo el Camino Santiago.

Encabezando el grupo estos tres nuevos compañeros que hoy debutan. Por cercanía Cóndor, Lucio y Halcón Peregrino, vamos creciendo.





Javier, muy despierto para su edad y la hora que es, posa sentado en la fuente del Charcón.





Por el arreglado camino De la Crespa, llegando al cortijo de La Torre del Obispo. ¡Que bonita y relajada manera de comenzar el día¡





A la derecha dejamos el minao de agua de La torre del Obispo, que está junto al Arroyo de los Valdíos.





Córvido Carcávico en las ruinas del cortijo del Chico la Blusa. Este lugar aún conserva el misterio, debido a la macabra historia o leyenda de terror que supuestamente acaeció a la familia que allí habitaba.

Destaca La Alcaparronera bajo la palmera. Hace unos años este era paso obligado de los Alcaparroneros de Rus y sitio habitual de sus bromas fantasmales.





Entramos en el monte autóctono por la bucólica "senda de los Alcaparroneros" buscando la Casarriba.





Alborece en el indomable valle del Arroyo Valdecanales, que nace cerca de Úbeda, de la que vemos parte sobre el horizonte, entre la loma de Santa Eulalia y la de La cuesta Zapata que está totalmente a la derecha.





Vista hacia atrás, con El Mármol a la izquierda, por encima la loma alta de Rus.





A la izquierda la falda del Monte Corea, en el centro La Piedra de Los Ronceles y a la derecha el cerro alto de Zagahón. La bajada por esta senda es un disfrute total.





El valle del Arroyo de Valdecanales propio de un señor río. En el centro, presidiendo el valle, sobre un majestuoso promontorio se alza el cortijo del Caserón.





Llegando al cortijo de la Casarriba. Los primeros rayos de sol realzan sus visibles ruinas.





Luciérnaga y Córvido Carcávico la vieron y para sí la pidieron. A su espalda el tesoro más grande que el término de Rus posee, el valle salvaje y autóctono del Valdecanales.





El sol que nos inunda transpasando El Chaparral, proyecta con su luz las alargadas sombras del grupo, testimonio de este implacable amanecer en el cortijo de La Casarriba.





Fuente de La Casarriba, bonito lugar para refrescarse al amanecer.





En la explanada del cortijo, Lucio que se ve que está disfrutando, hace un rapidísimo arranque alcaparronero, los recuerdos se le amontonan buscando el esplendor de antaño.





Llegando al Hipogeo de Valdecanales, Gran Muflón posa delante de la entrada de una primera cueva situada en la parte más oriental.





Puerta de entrada a la tercera cueva. Junto a la ornamentación de las arcadas ciegas estos tres forman un curioso contraste, parecen orgullosos de su historia, mas por ser el futuro tenéis el deber de engrandecerla.





Dentro de la tercera cueva, hecha como las otras escavando la roca arenisca.





Situado en el cerro de la Alcobilla, entre Zagahón y Los Escuderos, el conjunto del Hipogeo de Valdecanales está conformado por tres cuevas excavadas en la roca. La fachada principal, labrada en un talud, presenta una larga arcada ciega con arcos de herradura clásica. Su interior representa una capilla de tres naves con bóvedas de cañón sobre pilastras cuadradas, que tienen una greca en las líneas de arranque de los arcos transversales. Las otras dos cuevas, de menor dimensión, también con bóvedas de cañón y absidiolas, pudieron estar destinadas a baptisterio y refectorio.





Aquellos visigodos supieron elegir el lugar. Me transporto al siglo VI y creo que esta zona debía ser lo más parecido al paraíso.





Vista frontal del conjunto, la nave o cueva principal se encuentra tapada para evitar su deterioro. Para haber sido declarado Monumento Nacional el 21 de Marzo de 1970, deberíamos pensar la mejor manera de preservarlo, respetando su entorno.





Interior de la primera cueva. Los colores de la roca forman una agradable y rara composición.





Vista de los cortijos de Zagahón, el viejo y el nuevo, desde el carril que a la izquierda nos lleva a la Fuenmarina y a la derecha al santuario de Guadalupe.





La fuente del piojo que se encuentra al lado del hipogeo, también llamada de La Alcobilla.

Sitio de reunión de Los Alcaparroneros, cuando era una cueva vegetal que daba una sombra fresca y absoluta, dónde preparaban la fuerte subida hasta Rus.





Fuente del Piojo, fuente requerida, lejana, referida, recordada. Fuente de aguas que transforma a los muchachos cansados en tertulianos en torno a ella, para volver a convertirlos en hombres que afronten la dureza del duro regreso.





Antes de estar sumergido, por aquí era imposible pasar, los sedimentos han tapado el gran socabón del cauce del arroyo, que en este ancho recodo, junto a las aguas desbocadas de los demás arroyos, provocaba espectaculares crecidas.





Quiero presentar a David, nuestro invitado, que a pesar de la cuesta de los calerines, acabó muy contento de la experiencia. Es el segundo por la izquierda.

Las vistas nos muestran en primer término, el cauce final del Valdecanales. Al fondo a la izquierda el cerro del diablo, a su derecha la montaña madre, La Piedra de los Ronceles.





Subiendo en busca de la carretera tomamos esta foto del grupo. A destacar el bastón de Gran Muflón que marca el lugar del Puente de Los escuderos, actualmente sumergido.









Por la carretera hacia el Hipogeo de La Veguilla. A la derecha el enorme pantano de regulación de aguas del Giribaile.





Y de pronto nos aparece el Cortijo de Valcuende, que llegó a contar con su propia almazara.





En una sombra que nos ofrece la arboleda de Valcuende. A la derecha en medio del empinado olivar que sube hasta la Dehesa del Monte se aprecia el Cortijo de Casa Gallego.





En la alberca de la fuente de La Veguilla. Es increíble con la cantidad de agua que hay, que las únicas sombras sean las de los olivos. Les puedo asegurar que el pantano es de agua dulce.





Javier empieza a notar la calor de mediodía. Por detrás el pantano de Giribaile en su zona más ancha.





Entrada a la cueva del Hipogeo Visigótico de la Veguilla. Al fondo la Piedra de los Ronceles.





Entrando en la cueva, con parte del grupo documentándose. Primero fue oratorio, después hizo las veces de cuadra, y ahora depende del nivel del pantano.





Interior de la cueva del Hipogeo de La Veguilla. Escavada en la roca arenisca, está formada por esta larga nave principal que tiene una longitud de 18,50 m y una anchura desigual que oscila entre los 2,90 m de la entrada y los 2 m del interior.

En el lado derecho de la entrada a la nave se sitúan dos cámaras de planta cuadrangular casi similares. A lo largo de todo el lateral oeste presenta una serie de ocho poyetes tallados a 0,90 m por encima del nivel del suelo, Dos metros antes del final de la galería el nivel del suelo se eleva 30 cm, desarrollándose otro espacio claramente diferenciado en planta, a modo de meseta. Desde ésta se accede a una tercera cámara más grande que las dos anteriores.





La Cueva ha estado sumergida hasta hace poco, y aunque estaba bastante bien conservada, la humedad la está deteriorando rápidamente.

Adiós Hipogeo, adiós, te recordaremos por tu forma alargada como el submarino.





Al fondo la meseta de Giribaile.

Jaén significa paso de caravanas, pero a este ritmo habrá que decir paso de barcos. Nos estamos convirtiendo en el botijo de Andalucía, para que en Córdoba, Sevilla y Cádiz puedan disfrutar de nuestras aguas.

Mientras, la vegetación de ribera ha desaparecido, no hay chopos, ni álamos, no ha quedado ni un árbol. Por esto mismo no puedo aceptar este pantano. Nos quitan la tierra y no nos dejan disfrutar del agua. Gentes del Guadalimar es la hora de despertar.





Llegando al puente de Los Calerines.





En uno de los hornos que han quedado de Los Calerines, dónde Cristóbal explica a Javier como su abuelo fundía la piedra para sacar la cal, que después blanqueaba y purificaba las casas de nuestros pueblos.





Con la cuesta prácticamente subida, decidimos darnos un descanso a la sombra de este higuerón.





A la sombra del pino inclinado nos encontramos con Lobo Estepario que se nos queda últimamente dormido. Ya sólo nos resta decidir el sitio dónde vamos a tomar ese merecido refresco. Hasta la próxima.




Longitud del trazado: 17 Km.

Duración: 6 horas

Grado de Dificultad: Baja.

Agua: Llevar, o reponer en la Casarriba y en la fuente del piojo.