domingo, 12 de enero de 2025

COROCHO DE ROCIGALGO TECHO DE TOLEDO

 

 

 CIRCULAR: CASETA DE INFORMACIÓN LOS NAVALUCILLOS, CASA DEL POSTUERO, MIRADOR DEL RÍO PUSA, COLLADO FRÍO, COROCHO DE ROCIGALGO, COLLADO DEL CHORRO, CHORRERA CHICA, LAS CORNISAS, CASCADA DEL CHORRO, PUENTE DE LA ARAÑOSA, CASETA DE INFORMACIÓN.

 

 

 

SINOPSIS DE LA RUTA.- 

                                           - Inicio la ruta desde la Caseta de Información Los Navalucillos, a la que accedí viniendo de Madrid tras pasar la localidad del mismo nombre por la carretera CM-4155. En el punto kilométrico 16´4 tomo a la izquierda en fuerte bajada una pista en regular estado. A los cinco km llego al aparcamiento.

Comienzo andando por un carril en suave bajada hacia el Arroyo del Chorro, que paso por un puente. A pocos metros me encuentro con un cruce, para coger a la derecha la espectacular pista que en larga subida pasará primero al lado de la Casa del Postuero, para continuar hacia el privilegiado mirador del Río Pusa y un poco más adelante contactar con la Senda de las Cuevas, en una zona bastante alta desde la que divisamos perfectamente el gran Corocho de Rocigalgo. La ruta está muy bien indicada en todo su recorrido.

Desciendo zigzagueando en fuerte pendiente hasta el Collado Frío, para ascender el alargado tramo final, con la pendiente cada vez más suave hasta llegar a la cima del gran Rocigalgo. Después de recrearme en sus extensas vistas, inicio el descenso retomando de nuevo la pista, que se convierte en una ancha senda con mucha piedra suelta. En unos cientos de metros llego al Collado del Chorro, para coger una de las sendas más bonitas que he recorrido, siempre cercana al Arroyo del Chorro, cambiando de margen en algunos momentos, entre vegetación autóctona mediterránea, destacando un gran robledal y bosque de ribera entre cortados pétreos de gran belleza y todo el recorrido amenizado por las aguas saltarinas y cristalinas. 

Así envuelto en un paisaje alucinante voy disfrutando bajando, dejando atrás lugares como la Chorrera Chica, Las Cornisas, La Cascada del Chorro, El Puente de la Arañosa, entre otros, hasta llegar al punto de partida. 

En resumen diré que en todo el recorrido he apreciado el valor de un monte con vegetación autóctona, con una pista de subida que es una maravilla y que ha debido suponer un gran esfuerzo económico, pero que está en total consonancia con el valor de estas sierras. Mi enhorabuena a los responsables administrativos por tan brillante labor. Que cunda el ejemplo. Me quedo con las ganas de seguir conociendo este magnífico Parque Natural de Cabañeros. Sin más preámbulos paso a mostrarles un amplio reportaje esperando sea de su agrado. Saludos.

 


 

             DOMINGO 12 DE ENERO DE 2025.

 

 

Inicio de la ruta desde el extenso aparcamiento de la Caseta de Información de Navalucillos del Parque Natural de Cabañeros.

 



Pasando el Arroyo del Chorro.




Voy ascendiendo por una buena pista construida hace unos años para disfrute del senderista. Aquí llego al panel explicativo de lo que era hasta hace poco la vida  en la Casa del Postuero.




Abajo hacia el Nor-Oeste veo el lugar de partida. Un poco más lejanas aparece la silueta en la izquierda de la Sierra de la Botija con la Sierra del Horno a su derecha.




Vista al Nor-Este, con el Cerro Portillo (1.232m) como cumbre más alta de La Sierra de Las Particiones en la parte izquierda de la foto. 
En la loma anterior vemos un oscuro bosque. Se trata del único pinar que hoy veremos.



La pista como ven es una gran obra de mampostería, y es así hasta cerca de la cima del Rocigalgo.

Por esta zona me encontré a un Guarda Forestal que estaba junto a su todo terreno. Yo pensé que era el primero en subir, pero ahí estaba ya este amable señor cuidando de tan valioso lugar.




En este recodo el banco invita a la filosofía, mientras los robles esperan su poesía.




Los líquenes abundan en el robledal. Para ser una zona no demasiado alta me la encontré con bastante humedad.




Y como premio a la gran subida llego a este espléndido mirador del Río Pusa.

Al ver estos parajes tan integrados en el paisaje que invitan a la meditación, quiero lanzar la siguiente reflexión:

"Lo más importante no es llegar a la cima de una montaña, es sentir que con tu presencia la montaña continúa creciendo."                                                 

                                                (quinrri)   2.015-6-24





En estas vistas al Nor-Oeste se puede apreciar nítidamente en la lejanía la alargada silueta de la Sierra de Gredos con su techo el Almanzor (2.591 m). Siguiendo a la derecha se une a la Sierra de Guadarrama, conformando el gran Macizo Central.




Al llegar a esta meseta rayando los 1400 metros de altura corono este alargado monte (que como merece un nombre lo bautizaré con el nombre de Jamelgo) que se extiende junto a la vertiente derecha del Arroyo de los Chorros.



Y ahí aparece el longilineo Rocigalgo (1.449 m), para subirlo con el rocín y el galgo.




Majestuoso valle en el centro, donde nace el río Estena, con el cerro de Los Chorrancos (1.421 m) a la izquierda y el Rocigalgo a la derecha.




El carril desciende hacia Collado Frío.

 
 
 
 
 El carril es una gran obra que facilita la marcha y la hace más agradable si cabe.
 
 
 
 
 
  Perfilando el horizonte vemos la cuerda del Risco de las Tejadillas (1.396 m) que siguiendo a la izquierda llega cerca del Rocigalgo.
 
 
 
 
 
Llegando a Collado Frío.
 
 


Vistas al Oeste hacia la provincia de Cáceres. Al fondo creo que aparece la silueta de las Sierras de Guadalupe y de Las Villuercas.




En Collado Frío me encuentro con un nuevo banco para el relax y la meditación.



Cuando desde el collado comienzo la alargada subida hacia el Rocigalgo, me encuentro con esta vista del arcaico valle del Arroyo del Chorro por el que regresaré.




Continuo en suave ascenso.




Una mirada atrás.




Hacia el Norte me aparece el recién bautizado Cerro Jamelgo (1.396 m) por el que hace un rato que he pasado.




Las nubes como bengalas luminosas indican con algarabía la cima del Rocigalgo.




Conforme asciendo a mi izquierda me aparece el valle del Río Estena.




Una nueva mirada atrás sobre este alargado cerro.




«Las nubes»

Inútilmente interrogas.
Tus ojos miran al cielo.
Buscas, detrás de las nubes,
huellas que se llevó el viento.

Buscas las manos calientes,
los rostros de los que  fueron,
el círculo donde yerran
tocando sus instrumentos.

Nubes que eran ritmo, canto
sin final y sin comienzo,
campanas de espumas pálidas
volteando su secreto,

palmas de mármol, criaturas
girando al compás del tiempo,
imitándole a la vida
su perpetuo movimiento.

Inútilmente interrogas
desde tus párpados ciegos.
Qué haces mirando a las nubes,
José Hierro?

           José Hierro





El Rocigalgo se encuentra en el Norte del Parque Nacional de Cabañeros (que se extiende al Sur-Oeste de la provincia de Toledo y Nor-Oeste de la de Ciudad Real). Esta foto nos muestra las vistas hacia el Sur.
Se trata de un importante reducto de Bosque Mediterráneo y de Ribera. Su orografía contrasta con zonas de sierra que representan la mayor parte y una llanura llamada Raña que se sitúa en el Sur-Este del Parque.




Tras esta intersección llegamos a una meseta preludio de la cercana cima. Tomaremos la indicación de la izquierda.




No fue esta que vemos una ruta quijotesca, pero de haber habido una tercera salida, seguro que Sancho y Don Quijote habrían recalado en tan bucólico lugar.




Y por fin llegamos a la cima de esta larga loma que es el Rocigalgo.




A continuación les mostramos unas vistas alrededor que nos muestran el dominio de este Cerro.






















Un Còrvido sobrevuela sobre lo autóctono.










Vistas hacia el Parque de Cabañeros que ocupa seis términos municipales, Hontanar y Los Navalucillos de Toledo y Alcolea de los Montes, Horcajo de los Montes, Navas de Estena y Retuerta del Bullaque de Ciudad Real.
Sus habitantes, junto a los de otros pueblos limítrofes con el Parque, lucharon en su día por la preservación de tan rico ecosistema, oponiéndose a la propuesta gubernamental que intentó crear un campo de maniobras y prácticas de tiro para el ejército. Gracias por vuestra reivindicación.


 

Tramo de senda que desciende desde el geodésico hacia el Collado del Chorro.




En el Collado del Chorro. Tomando a la derecha, estoy apunto de introducirme en uno de esos valles que dejan huella.



 
Al principio la senda me baja inmersa en este bosque de robles, repleto como pueden ver de líquenes y musgo.




Ya creo oír el rumor de las aguas del Arroyo del Chorro. 
 
Al fondo aparecen las Sierras del Castillazo y del Horno. Por detrás la azulada silueta de la gran Sierra de Gredos, en la que puedo apreciar algo de nieve en sus altas cumbres.




Y el rumor líquido ya no me abandonará prácticamente hasta llegar al punto final de la ruta.




La mayor grandeza de este valle está en su variada vegetación, totalmente autóctona, aquí los invasores y su procesionaria no han llegado, ni falta que hace.




Poco a poco el caudal se va incrementando.




Hasta que llego a la Chorrera Chica. Para acceder a su base hay que seguir una senda que poco antes de llegar a las Cornisas gira a la izquierda, siempre por la margen derecha del Arroyo del Chorro.




     CHORRO VIVO
 
 
Cuando el chorro pervive
todas las fuentes son la fuente
porque todas las aguas son el agua.
 
Acércate sin prisa  y escucha
el rumor de la cascada. 
Asistirás atónito 
a una revelación interior
al mimetizarte
con el fluir de sus aguas.
 Serán tus minutos de oro.
 
 
                Lorenzo Correa. 




Zona por encima de la Chorrera Chica.




Tras volver sobre mis pasos para retomar el sendero por el que vengo descendiendo, llego de inmediato a una atractiva zona previa a Las Cornisas.




Precioso roquedal.






Si bonito es el roquedal la poza que crea no le va a la zaga. La bajada por este valle me tiene totalmente sorprendido.




Siguiendo la senda, un poco más abajo me encuentro con el paso natural sobre rocas de cuarcita denominado Las Cornisas.




Aquí se aprecia el importante desnivel del paso hacia el Arroyo del Chorro.




Dando testimonio del paso de Córvido Carcávico por tan bello lugar. A la derecha se pueden apreciar unas cadenas, que sobre todo en épocas de lluvias hacen el trayecto más seguro.




"El arte necesita o soledad, o miseria, o pasión. Es una flor de roca, que requiere el viento áspero y el terreno duro"
 
                       Alejandro Dumas (hijo)




Qué maravilla. Estoy enamorado de este espléndido valle.

Para muestra de su belleza les ofrezco las siguientes fotos del trayecto que precede a su mayor cascada.































La senda me lleva a este cruce. Tomo a la izquierda




y al otro lado de este puente que me traslada a la margen izquierda del arroyo...



llego a la Cascada del Chorro de Los Navalucillos.





 
Este bonito rincón con su generoso salto de agua, es el que más gente atrae. 

Al quedar bastante cercano al lugar de partida (Centro de información de Los Navalucillos), las familias, con sus pequeños, aprovechan para disfrutar de un relajante paseo al lado del carril que  asciende muy suavemente. Incluso por la tarde es una buena opción para visitarlo.
 
 




Impresionista imagen la que los tres elementos mágicos Agua, Piedra y Sol, han creado en esta cerrada de la gran cascada del Arroyo del Chorro.




Foto de despedida a tan bello rincón.





Una mirada de despedida a la selvática zona del estrecho de la Cascada del Chorro de Los Navalucillos.




Continúo mi feliz descenso.




En la parte baja de esta escalera vemos la pista que tomaré a la derecha. A partir de aquí la pendiente se suaviza y transcurre casi llana hasta llegar al punto de partida.




Al pasar este puente, el corto trayecto que me queda irá por la margen izquierda del Arroyo de los Chorros.





Una mirada atrás de un valle que es un tesoro.







Llegando al puente sobre el Arroyo de la Arañosa poco antes de entregar sus aguas al Arroyo del Chorro.







En el centro un poco a la izquierda me aparecen las ruinas de la Casa del Postuero, por cuya loma inicié el ascenso esta mañana.




Fin de trayecto, la Caseta de Información de Los Navalucillos, Parque Nacional de Cabañeros. Saludos y hasta la próxima.



Longitud del trazado: 20,96 km.

Duración: 6 horas y 31 minutos , con múltiples perspectivas fotográficas.

Grado de Dificultad: Media (por su largo recorrido).

Agua: Llevar.


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